martes, marzo 28, 2006

♥Un curso de Milagros♥ leccion 1 a 180

Lección 1
Nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] significa nada.
Mira ahora lentamente. a tu alrededor, y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas:

Esa mesa no significa nada.
Esa silla no significa nada.
Esta mano no significa nada.
Este pie no significa nada.
Esta pluma no significa nada.

Luego mira más allá de lo que se encuentra inmediatamente alrededor tuyo, y aplica la idea dentro de un campo más amplio:

Esa puerta no significa nada.
Ese cuerpo no significa nada.
Esa lámpara no significa nada.
Ese letrero no significa nada.
Esa sombra no significa nada.

Observa que estas expresiones no siguen ningún orden deter­minado, ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. Ése es el propósito del ejercicio. 3La afirmación debe apli­carse sencillamente a cualquier cosa que veas. Al practicar con la idea del día, hazlo con total imparcialidad. No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. Asegúrate solamente de no excluir nada en particular. Desde el punto de vista de la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra.

Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. Una cómoda sensación de reposo es esencial.

Lección 2
Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] todo el significado que tiene para mí.
Los ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son igua­les a los de la primera lección. Comienza con las cosas que estén cerca de ti, y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se pose. Extiende luego tu campo visual. Gira la cabeza de modo que puedas incluir lo que se encuentre a ambos lados de ti. Si es posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás de ti. Sé tan imparcial como puedas al seleccionar los objetos a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en particular, ni trates de incluir todo lo que veas en una zona determinada, ya que eso causaría tensión.
Echa simplemente una rápida mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos en función de su tamaño, brillan­tez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. El simple hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una man­zana.El único criterio a seguir para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. No trates de incluir nada en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.

Lección 3

No entiendo nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar].

Aplica esta idea de la misma manera que las anteriores, sin hacer distinciones de ninguna clase. Cualquier cosa que veas se convierte en el objeto adecuado para la aplicación de la idea. Ase­gúrate de no cuestionar si es adecuado o no aplicarle la idea a algo. En estos ejercicios no se trata de juzgar. Cualquier cosa es adecuada si la: ves. Tal vez algunas de las cosas que veas tengan una carga emocional para ti. Trata de dejar a un lado esos senti­mientos, y simplemente aplícales la idea tal como se la aplicarías a cualquier otra cosa.
El objetivo de los ejercicios es ayudarte a despejar la mente de todas las asociaciones del pasado, para que puedas ver las cosas exactamente tal como se presentan ante ti ahora y también para que te des cuenta de lo poco que realmente entiendes acerca de ellas. Es esencial, por lo tanto, que tu mente se mantenga perfec­tamente receptiva y libre de juicios al seleccionar las cosas a las cuales vas a aplicar la idea del día. A tal efecto, una cosa es como cualquier otra: igualmente adecuada y, por lo tanto, igualmente útil.

Lección 4


Estos pensamientos no significan nada. Son como las cosas que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar].
Estos ejercicios, a diferencia de los anteriores, no comienzan con la idea de hoy. Da comienzo a estas sesiones de práctica observando los pensamientos que crucen tu mente durante un minuto más o menos. Luego aplícales la idea. Si ya eres cons­ciente de pensamientos que no te hacen feliz, úsalos como sujetos para la idea. No selecciones, no obstante, sólo los pensamientos que a tu parecer son "malos?. 6Si te acostumbras a observar tus pensamientos, descubrirás que éstos representan una mezcla tal, que, en cierto sentido, a ninguno de ellos puede calificársele de "bueno" o de "malo". Por eso es por lo que no significan nada.
Al seleccionar los sujetos para la aplicación de la idea de hoy, se requiere la acostumbrada especificidad. No temas usar pensa­mientos "buenos" ni "malos". Ninguno de ellos constituye tus pensamientos reales, los cuales se encuentran ocultos tras ellos. Los "buenos" no son sino sombras de lo que está más allá, y las sombras dificultan la visión. Los "malos" son obstáculos para la visión, y, por lo tanto, te impiden ver. No te interesan ni unos ni otros.

Éste es un ejercicio importante, y se repetirá de vez en cuando de forma ligeramente distinta. Nuestra meta es entrenarte en los primeros pasos hacia el objetivo de poder separar lo que no tiene significado de lo que sí lo tiene. Representa el primer esfuerzo en el objetivo a largo plazo de aprender a ver que lo que carece de significado se encuentra fuera de ti, y lo significativo dentro. Es también el comienzo del entrenamiento que le permitirá a tu mente distinguir entre lo que es lo mismo y lo que es diferente.
Al usar tus pensamientos como sujetos para la aplicación de la idea de hoy, identifica cada uno de ellos por la figura o aconteci­miento central que contenga. Por ejemplo:

Este pensamiento acerca de _______ no significa nada. Es como las cosas que veo en esta habitación, (en esta calle, etc.].

Puedes aplicar la idea asimismo a cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial. Esta práctica es útil, pero no sustituye al procedimiento de selección más al azar que debe seguirse al llevar a cabo los ejercicios. En cualquier caso, no examines tu mente por más de un minuto. Aún no tie­nes suficiente experiencia como para poder evitar la tendencia a preocuparte innecesariamente.
Además, puesto que estos ejercicios son los primeros de su índole, tal vez te resulte especialmente difícil suspender todo jui­cio en conexión, con tus pensamientos. No repitas los ejercicios más de tres o cuatro veces al día. Volveremos a ellos más ade­lante.

Lección 5

Nunca estoy disgustado por la razón que creo.

Esta idea, al igual que la anterior, puede aplicarse a cualquier persona, situación o acontecimiento que creas que te está cau­sando dolor. Aplícala específicamente a lo que, según tú, es la causa de tu disgusto, y usa, para describir el sentimiento, el tér­mino que te parezca más preciso. El disgusto puede manifes­tarse en forma de miedo, preocupación, depresión, ansiedad, ira, odio, celos o un sinnúmero de otras formas, y cada una de ellas se percibirá como algo diferente. Mas no es cierto que sean dife­rentes. Sin embargo, hasta que aprendas que la forma no importa, cada una de ellas constituirá materia apropiada para los ejercicios de hoy. 6Aplicar la misma idea a cada una de ellas por separado es el primer paso que te lleva a reconocer finalmente que todas ellas son lo mismo.
Al aplicar la idea de hoy a lo que percibas como la causa espe­cífica de cualquier forma de disgusto, usa el nombre del disgusto de que se trate, así como la causa que le atribuyes. Por ejemplo:

No estoy enfadado con ______ por la razón que creo.
No tengo miedo de _____ por la razón que creo.

Pero una vez más, esto no debe sustituir a las sesiones de práctica en las que primero examinas tu mente en busca de lo que crees son las "causas" del disgusto, y las formas de disgusto que, según tú, resultan de ellas.
En estos ejercicios, incluso más que en los anteriores, es posible que te resulte más difícil ser imparcial y evitar concederles más importancia a unos temas que a otros. Tal vez te resulte útil encabezar los ejercicios con la siguiente afirmación:

No hay disgustos pequeños. Todos perturban mi paz mental por igual.

Luego busca en tu mente cualquier cosa que te esté afligiendo, independientemente de si te está afligiendo poco o mucho.
Es posible también que te sientas menos dispuesto a aplicar la idea de hoy a algunas de las causas de los disgustos que percibes que a otras. De ocurrir eso, piensa en primer lugar en lo siguiente:

No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás.

Para los efectos de estos ejerci­cios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.

Escudriña luego tu mente durante un minuto más o menos y trata de identificar las diferentes formas de disgustos que te estén perturbando, haciendo caso omiso de la relativa importancia que tal vez les atribuyas. Aplica la idea de hoy a cada una de ellas, usando el nombre de la causa del disgusto tal como la percibas, y el del sentimiento tal como lo experimentes. Los siguientes son ejemplos adicionales:
No estoy preocupado acerca de _____ por la razón que creo.
No estoy deprimido acerca de _____ por la razón que creo.

Tres o cuatro veces al día será suficiente.

Lección 6
Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.
Los ejercicios que se han de llevar acabo con esta idea son muy similares a los anteriores. Es necesario, una vez más, que para cualquier aplicación de la idea de hoy nombres muy concreta­mente la forma de disgusto de que se trate (ira, miedo, preocupa­ción, depresión, etc.), así como lo que percibes como su causa. Por ejemplo:

Estoy enfadado con ______ porque veo algo que no está ahí.
Estoy preocupado acerca de _____ porque veo algo que no está ahí.

Conviene aplicar la idea de hoy a cualquier cosa que parezca disgustarte, y puede usarse provechosamente durante el trans­curso del día con ese propósito. No obstante, las tres o cuatro sesiones de práctica que hoy se requieren deben ir precedidas, como en días pasados, por un minuto más o menos de búsqueda mental, seguido de una aplicación de la idea a cada pensamiento de disgusto descubierto en dicha búsqueda.
Una vez más, si te resistes a aplicar la idea a algunos de los pensamientos que te causan disgusto más que a otros, recuerda las dos advertencias mencionadas en la lección anterior:
No hay disgustos pequeños. Todos perturban mi paz men­tal por igual.
Y:
No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. Para los efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.

Lección 7

Sólo veo el pasado.
Esta idea resulta muy difícil de creer al principio. Sin embargo, es la razón fundamental de todas las anteriores.
Es la razón por la que nada de lo que ves significa nada.
Es la razón por la que le has dado a todo lo que ves todo el significado que tiene para ti.
Es la razón por la que no entiendes nada de lo que ves.
Es la razón por la que tus pensamientos no significan nada y por lo que son como las cosas que ves.
Es la razón por la que nunca estás disgustado por la razón que crees.
Es la razón por la que estás disgustado porque ves algo que no está ahí.

Cambiar las viejas ideas que se tienen acerca del tiempo es muy difícil porque todo lo que crees está arraigado en el tiempo, y depende de que no aprendas estas nuevas ideas acerca de él. Sin embargo, ésa es precisamente la razón por la que necesitas nuevas ideas acerca del tiempo. Esta primera idea acerca del tiempo no es realmente tan extraña como pueda parecer en un principio.

Observa una taza, por ejemplo. ¿Estás realmente viendo la taza, o simplemente revisando tus experiencias previas de haber levantado una taza, de haber tenido sed, de haber bebido de ella, de haber sentido su borde rozar tus labios, de haber desayunado, y así sucesivamente? ¿Y no están acaso tus reacciones estéticas con respecto a la taza basadas asimismo en experiencias pasadas? ¿De qué otra manera sino sabrías que esa clase de taza se rompe si la dejas caer? ¿Qué sabes acerca de esa taza sino lo que apren­diste en el pasado? No tendrías idea de lo que es si no fuera por ese aprendizaje previo. ¿Estás, entonces, viéndola realmente?

Mira a tu alrededor. Esto se aplica igualmente a cualquier cosa que veas. Reconoce esto al aplicar la idea de hoy indistintamente a cualquier cosa que te llame la atención. Por ejemplo:
Sólo ve el pasado en este lápiz. Sólo veo el pasado en este zapato. Sólo veo el pasado en esta mano.
Sólo veo el pasado en ese cuerpo. Sólo veo el pasado en esa cara.

No te detengas en ninguna cosa en particular, pero recuerda no omitir nada específicamente. Mira brevemente cada objeto, y luego pasa al siguiente. Tres o cuatro sesiones de práctica, cada una de un minuto más o menos de duración, bastarán
Lección 8

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. En realidad nadie ve nada. Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erró­neo acerca del tiempo de que adolece tu visión. Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.

El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.

El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en abso­luto. Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.

Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reco­nocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensa­miento, no estás viendo nada. Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuen­tres. Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. Da inicio a la sesión de práctica diciendo:

Parece que estoy pensando en _____

Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:

Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],

y así sucesivamente, concluyendo al final del período de bús­queda mental con:

Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda susci­tar, en la búsqueda mental en sí.
Lección 9

No veo nada tal como es ahora.
Esta idea es, obviamente, la consecuencia lógica de las dos ante­riores. Pero si bien es posible que la puedas aceptar intelectual­mente, es muy probable que todavía no signifique nada para ti. De todas formas, el entendimiento no es necesario a estas alturas. De hecho, reconocer que no entiendes es un requisito previo para erradicar tus falsas ideas. Estos ejercicios tienen que ver con la práctica, no con el entendimiento. No necesitas practicar lo que ya entiendes. Sería bastante redundante, por cierto, tener como meta el entendimiento y al mismo tiempo asumir que ya lo has alcanzado.

A la mente no entrenada le resulta difícil creer que lo que apa­rentemente contempla realmente no está ahí. Esta idea puede producir gran inquietud, y toparse con gran resistencia, la cual puede manifestarse de muchas maneras. No obstante, eso no excluye el que la apliques. Esto es lo único que se requiere para estos ejercicios o para cualesquiera otros. Cada pequeño paso despejará la oscuridad un poco más, y el entendimiento final­mente llegará para iluminar cada rincón de la mente que haya sido despejada de los escombros que la enturbiaban.

Estos ejercicios, para los que tres o cuatro sesiones de práctica son suficientes, consisten en que mires a tu alrededor y apliques la idea de hoy a cualquier cosa que veas, sin olvidarte de la necesi­dad de aplicarla imparcialmente, y la regla esencial de no excluir nada. Por ejemplo:

No veo esta máquina de escribir tal como es ahora.
No veo este teléfono tal como es ahora.
No veo este brazo tal como es ahora.

Empieza con aquellas cosas que estén más cerca de ti, y luego extiende tu campo visual:

No veo ese perchero tal como es ahora.
No veo esa puerta tal como es ahora.
No veo esa cara tal como es ahora.

Hay que subrayar nuevamente, que, si bien no debes intentar incluirlo todo, tampoco debes excluir nada en particular. Asegúrate de ser honesto contigo mismo al hacer esta distinción. Es posible que te sientas tentado de enmascararla.
Lección 10

Mis pensamientos no significan nada.
Esta idea es aplicable a todos los pensamientos de los que eres -o te vuelves- consciente durante las sesiones de práctica. La razón de que se pueda aplicar a todos ellos es que no son tus pensamientos reales. Hemos hecho esta distinción con anteriori­dad, y la volveremos a hacer de nuevo. Todavía no tienes base de comparación. Cuando la tengas, no te cabrá la menor duda de que lo que una vez creíste eran tus pensamientos en realidad no significaban nada.

Esta es la segunda vez que usamos este tipo de idea. Sólo la forma es ligeramente distinta. Esta vez la idea se introduce con "Mis pensamientos" en lugar de "Estos pensamientos". y no se establece expresamente ningún vínculo con las cosas que se encuentran a tu alrededor. Lo que enfatizamos ahora es la falta de realidad de lo que piensas que piensas.

Este aspecto del proceso de corrección comenzó con la idea de que los pensamientos de que eres consciente no significan nada y de que se encuentran afuera en vez de adentro; luego se subrayó el hecho de que son del pasado y no del presente. En lo que ahora estamos haciendo hincapié es en el hecho de que la presen­cia de esos "pensamientos" significa que no estás pensando en absoluto. Esto no es más que otra forma de repetir nuestra afir­mación previa de que tu mente está realmente en blanco. Reco­nocer esto es lo mismo que reconocer la nada cuando piensas que la ves. Como tal, es el requisito previo para la visión.

Cierra los ojos durante estos ejercicios, e inícialos repitiendo para tus adentros la idea de hoy muy lentamente. Luego añade:

Esta idea me ayudará a liberarme de todo lo que ahora creo.

Estos ejercicios consisten, al igual que los anteriores, en escudri­ñar tu mente en busca de todos los pensamientos que puedas encontrar, sin seleccionarlos ni juzgarlos. Trata de evitar cual­quier tipo de clasificación. De hecho, si te resulta útil, puedes imaginarte que estás viendo pasar una procesión compuesta de un extraño repertorio de pensamientos que tienen muy poco o ningún significado personal para ti. A medida que cada uno de ellos cruce tu mente, di:

Mi pensamiento acerca de _____ no significa nada.
Mi pensamiento acerca de _____ no significa nada.

La idea de hoy puede servir, obviamente, para cualquier pensa­miento que te perturbe en cualquier momento. Se recomiendan además cinco sesiones de práctica, en las cuales debes escudriñar tu mente durante no más de un minuto aproximadamente. No es recomendable alargar ese período de tiempo, y en caso de que se experimente incomodidad el mismo debería reducirse a medio minuto o menos. Acuérdate, no obstante, de repetir la idea muy despacio antes de aplicarla concretamente, así como de añadir:

Esta idea me ayudará a liberarme de todo lo que ahora creo.

Lección 11

Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado.
De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. Parece como si fuese el mundo el que determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. Alé­grate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se encuentra en ella.

Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben llevarse a cabo de forma ligeramente distinta de las anteriores. Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. aMira por todas partes. Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo.

Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. Las palabras, en cambio, deben usarse pausada, e incluso, relajadamente. La introducción a esta idea, en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. Contiene los cimientos de la paz, de la relaja­ción y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más.

Tres sesiones de práctica probablemente serán suficientes hoy. No obstante, si no sientes ningún desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. Más de eso no es recomendable.

Lección 12

Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.
La importancia de esta idea radica en el hecho de que contiene la corrección de una importante distorsión perceptual. Piensas que lo que te disgusta es un mundo aterrador o un mundo triste; un mundo violento o un mundo demente. Todos esos atributos se los otorgas tú. El mundo de por sí no tiene significado.

Estos ejercicios deben hacerse con los ojos abiertos. Mira a tu alrededor, está vez muy lentamente. Trata de seguir un ritmo tal, que el lento pasar de tu mirada de una cosa a otra sea a intervalos de tiempo bastante similares. No permitas que el lapso de tiempo empleado para pasar de una cosa a otra sea ostensiblemente más corto o más largo; trata, en cambio, de mantener un compás medido y parejo a lo largo de todo el ejercicio. Lo que veas no importa. Te enseñas esto a medida que le prestas la misma aten­ción y le dedicas el mismo tiempo a cualquier cosa sobre la que tu mirada se pose. Éste es uno de los pasos iniciales en el proceso de aprender a conferirles a todas las cosas el mismo valor.

A medida que mires a tu alrededor, di para tus adentros:

Creo ver un mundo temible, un mundo hostil, un mundo peligroso, un mundo triste, un mundo per­verso, un mundo enloquecido,

y así sucesivamente, usando cualquier término descriptivo que se te ocurra. Si se te ocurren términos que parecen ser positivos en vez de negativos, inclúyelos también. Podrías pensar, por ejemplo, en "un mundo bueno" o en "un mundo agradable". Si se te ocurren términos de esa índole úsalos junto con los demás. Es posible que aún no entiendas por qué esos adjetivos "buenos" forman parte de estos ejercicios, pero recuerda que un "mundo bueno" implica uno "malo ; y uno "agradable" implica uno "desagradable" . Todos los términos que te vengan a la mente son ade­cuados para los ejercicios de hoy. Su aparente valor no importa.

Asegúrate, al aplicar la idea de hoy, de no alterar la duración de los intervalos de tiempo entre lo que piensas que es agradable y lo que piensas que es desagradable. Para los efectos de estos ejercicios, no hay diferencia alguna entre una cosa y otra. Al final de la sesión de práctica, añade:

Pero estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.

Lo que carece de significado no es ni bueno ni malo. ¿Por qué, entonces, habría de disgustarte un mundo que no tiene signifi­cado? Si pudieses aceptar al mundo como algo que carece de significado y dejar que en lugar de lo que tú crees la verdad se escribiese en él por ti, ello te llenaría de una felicidad indescripti­ble. Pero precisamente porque carece de significado te sientes impulsado a escribir en él lo que tú quisieras que fuese. Eso es lo que ves en él. Eso es lo que en verdad no tiene significado. Bajo tus palabras está escrita la Palabra de Dios. La verdad te disgusta ahora, pero cuando tus palabras hayan sido borradas, verás la Suya. Ese es, en última instancia, el propósito de estos ejercicios.

Tres o cuatro sesiones de práctica con la idea de hoy serán suficientes. Dichas sesiones no deben pasar de un minuto. Es posible que incluso un minuto te resulte demasiado largo. Sus­pende los ejercicios en el momento en que experimentes cual­quier tensión.

Lección 13

Un mundo sin significado engendra temor.
La idea de hoy es realmente una variación de la anterior, excepto que es más específica en cuanto a la emoción suscitada. De hecho, un mundo sin significado es imposible. Lo que no tiene significado no existe. Sin embargo, de eso no se deduce que tú no puedas pensar que percibes algo que no tiene significado. Por el contrario, eres especialmente propenso a pensar que sí lo percibes.

El reconocimiento de esa falta de significado produce una aguda ansiedad en todos los que se perciben como separados. Representa una situación en la que Dios y el ego se "desafían" entre sí con respecto a qué significado ha de escribirse en el espa­cio vacío provisto por dicha falta. El ego se abalanza frenéticamente para establecer allí sus propias ideas, temeroso de que, de otro modo, el vacío pueda ser utilizado para demostrar su propia impotencia e irrealidad. Y solamente en esto está en lo cierto.

Es esencial, por lo tanto, que aprendas a reconocer lo que no tiene significado y a aceptarlo sin temor. Si tienes miedo, no podrás por menos que dotar al mundo con atributos que no posee, y abarrotarlo con imágenes que no existen. Para el ego, las ilusiones son dispositivos de seguridad, como deben serlo también para ti que te equiparas con él.

Los ejercicios de hoy, que deben hacerse unas tres o cuatro veces, sin que excedan un minuto cada vez, han de practicarse de manera ligeramente distinta de los anteriores. Repite la idea de hoy para tus adentros con los ojos cerrados. Luego abre los ojos y mira lentamente a tu alrededor mientras dices:

Estoy contemplando un mundo que no tiene significado.

Repite esta afirmación para tus adentros mientras miras a tu alre­dedor. Luego cierra los ojos y concluye con:

Un mundo que no tiene significado engendra temor por­que creo que estoy compitiendo con Dios.

Tal vez te resulte difícil evitar resistirte, en una forma u otra, a esta última afirmación. Sea cual fuere la forma en que se mani­fieste dicha resistencia, recuérdate a ti mismo que en realidad tie­nes miedo de esa clase de pensamiento debido a la "venganza" del "enemigo?. No se espera que a estas alturas creas esta afirma­ción, y probablemente la descartarás por considerarla absurda. Observa cuidadosamente, no obstante, cualquier señal de temor patente o encubierto que dicha afirmación pueda suscitar.

Ésta es la primera vez que intentamos exponer una relación explícita de causa y efecto de una clase que aún eres muy inex­perto en reconocer. No te enfrasques en esa última afirmación, y no trates ni siquiera de pensar en ella, excepto durante las sesio­nes de práctica. Eso es suficiente por ahora

Lección 14

Dios no creó un mundo sin significado.
La idea de hoy es obviamente la razón de que sea imposible que haya un mundo que no tenga significado. Lo que Dios no creó no existe. Y todo lo que existe, existe tal como Él lo creó. El mundo que ves no tiene nada que ver con la realidad. Es tu pro­pia obra, y no existe.

Los ejercicios de hoy deben practicarse con los ojos cerrados todo el tiempo. El período de búsqueda mental debe ser corto, a lo sumo un minuto. No lleves a cabo más de tres sesiones de práctica con la idea de hoy a menos que te sientas a gusto hacién­dolas. De ser así, es porque realmente entiendes su propósito.

La idea de hoy es un paso más en el proceso de aprender a abandonar los pensamientos que le has adscrito al mundo, y a ver en su lugar la Palabra de Dios. Los pasos iniciales de este intercambio, al que verdaderamente se le puede llamar salvación, pueden ser bastante difíciles e incluso dolorosos. Algunos de ellos te conducirán directamente al miedo. Mas no se te dejará ahí. Irás mucho más allá de él, pues es hacia la paz y seguridad perfectas adonde nos encaminamos.

Piensa, mientras mantienes los ojos cerrados, en todos los horrores del mundo que te vengan a la mente. Nombra cada uno de ellos a medida que se te ocurra, e inmediatamente niega su realidad. Dios no lo creó, y, por lo tanto, no es real. Di, por ejemplo:

Dios no creó esa guerra, por lo tanto, no es real.
Dios no creó ese accidente de aviación, por lo tanto, no es real.
Dios no creó [especifica el desastre], por lo tanto, no es real.

Entre los temas adecuados para la aplicación de la idea de hoy se puede incluir, asimismo, todo aquello que temas te pueda ocu­rrir a ti, o a cualquier persona por la que estés preocupado. Nom­bra en cada caso el "desastre" en cuestión muy concretamente. No uses términos abstractos. Por ejemplo, no digas: "Dios no creó las enfermedades?, sino "Dios no creó el cáncer'; o los ata­ques cardíacos, o lo que sea que te cause temor.

Eso que estás contemplando es tu repertorio personal de horro­res. Esas cosas son parte del mundo que ves. Algunas de ellas son ilusiones que compartes con los demás, y otras son parte de tu infierno personal. Eso no importa. Lo que Dios no creó sólo puede estar en tu propia mente, separada de la Suya. Por lo tanto, no tiene significado. En reconocimiento de este hecho, concluye las sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy:

Dios no creó un mundo sin significado.

Por supuesto, la idea de hoy puede aplicarse, aparte de las sesiones de práctica, a cualquier cosa que te perturbe a lo largo del día. Sé muy específico al aplicarla. Di:

Dios no creó un mundo sin significado.
No creó [especifica la situación que te esté perturbando], por lo tanto, no es real.

Lección 15

Mis pensamientos son imágenes que yo mismo he fabricado.
No reconoces que los pensamientos que piensas que piensas no son nada debido a que aparecen como imágenes. Piensas que los piensas, y por eso piensas que los ves. Así es como se forjó tu "manera de ver". Ésta es la función que le has atribuido a los ojos del cuerpo. Eso no es ver. Eso es fabricar imágenes, lo cual ocupa el lugar de la visión, y la reemplaza con ilusiones.

Esta idea introductoria al proceso de fabricar imágenes que tú llamas ver, seguramente no tendrá mucho significado para ti al principio. Comenzarás a entenderla cuando hayas visto peque­ños bordes de luz alrededor de los mismos objetos que ahora te resultan familiares. Ése es el comienzo de la verdadera visión. Puedes estar seguro de que ésta no tardará en llegar una vez que eso haya ocurrido.

A medida que avancemos, tal vez experimentes muchos "episo­dios de luz". Éstos pueden manifestarse de muchas maneras dis­tintas, algunas de ellas bastante inesperadas. No tengas miedo de ellos. Son la señal de que por fin estás abriendo los ojos. No seguirán ocurriendo, pues simbolizan meramente la percepción verdadera y no guardan relación alguna con el conocimiento. Estos ejercicios no han de revelarte el conocimiento, pero allana­rán el camino que conduce a él.

Al practicar con la idea de hoy, repítela primero para tus aden­tros, y luego aplícala a cualquier cosa que veas a tu alrededor, usando el nombre del objeto en cuestión y dejando descansar tu mirada sobre él mientras dices:

Esta(e) _____ es una imagen que yo mismo he fabricado.
Ese(a) _____ es una imagen que yo mismo he fabricado.

No es necesario incluir un gran número de objetos específicos al aplicar la idea de hoy. Pero sí es necesario que continúes mirando cada objeto mientras repites la idea para tus adentros. La idea debe repetirse muy lentamente en cada caso.

Si bien es obvio que no podrás aplicar la idea a un gran número de objetos durante el minuto más o menos de práctica que se reco­mienda, trata de seleccionarlos tan al azar como sea posible. Si te empiezas a sentir incómodo, menos de un minuto será suficiente. No lleves a cabo más de tres sesiones de práctica con la idea de hoy a no ser que te sientas completamente a gusto con ella, pero no hagas más de cuatro. Puedes, no obstante, aplicar la idea durante el transcurso del día según lo dicte la necesidad.

Lección 16

No tengo pensamientos neutros.
La idea de hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de desvanecer la creencia de que tus pensamientos no tienen ningún efecto. Todo lo que ves es el resultado de tus pensamientos. En esto no hay excepciones. Los pensamientos no son ni grandes ni pequeños, ni poderosos ni débiles. Son simplemente verdaderos o falsos. Aquellos que son verdaderos crean a su semejanza. Aquellos que son falsos fabrican a la suya.

No hay concepto más auto-contradictorio que el de "pensa­mientos fútiles" Difícilmente se puede calificar de fútil a lo que da origen a la percepción de todo un mundo. Cada pensamiento que tienes contribuye a la verdad o a la ilusión: o bien extiende la verdad o bien multiplica las ilusiones. Ciertamente puedes mul­tiplicar lo que no es nada, pero no por ello lo estarás exten­diendo.

Además de reconocer que los pensamientos no son nunca fúti­les, la salvación requiere que también reconozcas que cada pen­samiento que tienes acarrea paz o guerra, amor o miedo. Un resultado neutral es imposible porque es imposible que haya pensamientos neutros. Hay tal tentación de descartar los pensamientos atemorizantes por considerárseles irrelevantes, triviales e inmerecedores de que uno se ocupe de ellos, que es esencial que los reconozcas a todos como igualmente destructivos, aun­que también como igualmente irreales. Practicaremos con esta idea de muchas formas antes de que realmente la llegues a enten­der.

Al aplicar la idea de hoy, escudriña tu mente con los ojos cerra­dos durante un minuto más o menos, esforzándote al máximo por no pasar por alto ningún pensamiento "insignificante" que tienda a eludir tu búsqueda. Esto te resultará bastante difícil hasta que te acostumbres a ello. Descubrirás que todavía te resulta difícil no hacer distinciones artificiales. Cualquier pensamiento que se te ocurra, independientemente de las cualidades que le asignes, es un sujeto adecuado para aplicarle la idea de hoy.

Durante las sesiones de práctica, repite primero la idea para tus adentros, y luego, a medida que cada pensamiento cruce tu mente, manténlo en tu conciencia mientras te dices a ti mismo:

Este pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro.
Ese pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro.

Como de costumbre, usa la idea de hoy cada vez que notes algún pensamiento en particular que te produzca desasosiego. Sugeri­mos a este fin la siguiente variación de la idea:

Este pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro porque no tengo pensamientos neutros.

Se recomiendan cuatro o cinco sesiones de práctica en caso de que te resulten relativamente fáciles. 'De experimentar tensión, tres serán suficientes. La duración del ejercicio debe reducirse asimismo si experimentas cualquier sensación de incomodidad.
Lección 17

No veo cosas neutras.
Esta idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal como realmente operan en el mundo. No ves cosas neutras porque no tienes pensamientos neutros. El pensamiento siempre tiene lugar primero, a pesar de la tentación de creer que es al contrario. El mundo no piensa de esa manera, pero tú tienes que aprender que así es como piensas tú. De lo contrario, la percep­ción carecería de causa, y sería ella misma la causa de la realidad. En vista de su naturaleza altamente variable, eso es de todo punto imposible.

Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos mientras te dices a ti mismo:

No veo cosas neutras porque no tengo pensamientos neutros.

Luego mira a tu alrededor, dejando que tu mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente para poder decir:

No veo un/una _____ neutro/a porque mis pensamientos acerca de _____ no son neutros.

Podrías decir, por ejemplo:

No veo una pared neutra porque mis pensamientos acerca de las paredes no son neutros.
No veo un cuerpo neutro porque mis pensamientos acerca de los cuerpos no son neutros.

Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que crees que es animado o inanimado, agradable o desagradable. Independientemente de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o que sea realmente gozoso. Eso se debe a que todavía no eres consciente de ningún pensamiento realmente ver­dadero, y, por lo tanto, realmente feliz.

Se recomiendan tres o cuatro sesiones de práctica concretas, e incluso si experimentas resistencia, son necesarias cuando menos tres para obtener el máximo beneficio. En tal caso, no obstante, puedes acortar la duración de la sesión a menos del minuto que de otra forma se recomienda
Lección 18

No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
La idea de hoy es un paso más en el proceso de aprender que los pensamientos que dan lugar a lo que ves nunca son neutros o irrelevantes. También hace hincapié en la idea, a la que posterior­mente se le dará cada vez mayor importancia, de que las mentes están unidas.

La idea de hoy no se refiere tanto a lo que ves como a la manera en que lo ves. Por lo tanto, los ejercicios de hoy hacen hincapié en ese aspecto de tu percepción. Las tres o cuatro sesiones de prác­tica que se recomiendan deben hacerse de la siguiente manera:

Mira a tu alrededor, y a medida que selecciones los objetos para la aplicación de la idea de hoy tan al azar como sea posible, descansa tu mirada en cada uno de ellos el tiempo suficiente para poder decir:

No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver

Concluye cada sesión de práctica repitiendo esta afirmación más general:

No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.

Un minuto, o incluso menos, es suficiente para cada sesión de práctica
Lección 19

No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
La idea de hoy es obviamente la razón por la que lo que ves no te afecta a ti solo. Notarás que las ideas que presentamos relacionadas con el acto de pensar a veces preceden a las que están rela­cionadas con la percepción, mientras que en otras ocasiones se invierte ese orden. Eso se debe a que el orden en sí no importa. El acto de pensar y sus resultados son en realidad simultáneos, ya que causa y efecto no están nunca separados.

Hoy volvemos a hacer hincapié en el hecho de que las mentes están unidas. Rara vez se acoge bien esta idea al principio, puesto que parece acarrear un enorme sentido de responsabilidad, e incluso puede considerarse como "una invasión de la vida íntima?. Sin embargo, es un hecho que no existen pensamientos priva­dos. A pesar de tu resistencia inicial a esta idea, ya entenderás que para que la salvación sea posible, esta idea tiene que ser ver­dad. Y la salvación tiene que ser posible porque es la Voluntad de Dios.

El minuto de búsqueda mental que se requiere para los ejerci­cios de hoy debe hacerse con los ojos cerrados. Repite primero la idea de hoy y luego escudriña tu mente en busca de aquellos pen­samientos que se encuentren en ella en ese momento. A medida que examines cada uno de ellos, descríbelo en función del perso­naje o tema central que contenga, y mientras lo mantienes en la mente, di:

No soy el único que experimenta los efectos de este pensamiento acerca de _____

El requisito de ser lo más imparcial posible al seleccionar los objetos para las sesiones de práctica ya te debe resultar bastante familiar a estas alturas, y de aquí en adelante no se repetirá diaria­mente, aunque se incluirá de vez en cuando a modo de recordato­rio. No olvides, sin embargo, que seleccionar los objetos al azar en todas las sesiones de práctica seguirá siendo esencial hasta el final. Esta falta de orden en el proceso de selección es lo que hará que finalmente tenga sentido para ti el hecho de que no hay gra­dos de dificultad en los milagros.

Además de las aplicaciones de la idea de hoy "según lo dicte la necesidad"; se requieren por lo menos tres sesiones de práctica, aunque el tiempo requerido para las mismas podría acortarse si ello fuese necesario. No intentes hacer más de cuatro.

Lección 20

Estoy decidido a ver
Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosa­mente. No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. La salvación del mundo depende de ello. Mas no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.

Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estruc­tura. No interpretes esto erróneamente como un intento de que­rer ejercer presión o fuerza. Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.

Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. Lo que quieres se te concede. No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor. ¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? ¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.

Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo a lo largo del día que quieres ver. La idea de hoy implica tácita­mente también el reconocimiento de que ahora no ves. Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás deci­dido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que real­mente deseas.

Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cual­quier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. Pue­des verlos de otra manera, y los verás. Verás lo que desees ver. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.
Lección 21

Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
La idea de hoy es obviamente una continuación y ampliación de la anterior. Esta vez, sin embargo, además de aplicar la idea a cualquier situación concreta que pueda surgir, son necesarios también períodos específicos de búsqueda mental. Se te exhorta a que lleves a cabo cinco sesiones de práctica de un minuto com­pleto cada una.

Inicia las sesiones de práctica repitiendo la idea en tu interior. Luego cierra los ojos y busca con minuciosidad en tu mente aque­llas situaciones pasadas, presentes o previstas que susciten ira en ti. La ira puede manifestarse en cualquier clase de reacción, desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada. El grado de intensidad de la emoción experimentada es irrelevante. Te irás dando cuenta cada vez más de que una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia.

Trata, por lo tanto, durante las sesiones de práctica, de no dejar escapar aquellos pensamientos de ira que consideras "insignifi­cantes". Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que sus­cita ira en ti, y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno. Probablemente te sentirás tentado de emplear más tiempo en ciertas situaciones o personas que en otras, sobre la base falsa de que son más "obvias" Esto no es cierto. Es mera­mente un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras.

Al escudriñar tu mente en busca de todas las formas en que se presentan los pensamientos de ataque, mantén cada uno de ellos presente mientras te dices a ti mismo:

Estoy decidido a ver a _____ (nombre de la persona] de otra manera.
Estoy decidido a ver _____ [especifica la situación] de otra manera.

Trata de ser tan específico como te sea posible. Puede, por ejemplo, que concentres tu ira en una característica determinada de alguna persona en particular, creyendo que la ira se limita a ese aspecto. Si tu percepción sufre de esa forma de distorsión, di:

Estoy decidido a ver [precisa la característica] de [nombre de la persona] de otra manera.

Lección 22

Lo que veo es una forma de venganza.
La idea de hoy describe con gran precisión la manera en que todo aquel que alberga en su mente pensamientos de ataque no puede sino ver el mundo. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de devolverle el golpe. De esta manera, percibe su propio ataque como un acto en defensa propia. Esto se convierte progresivamente en un círculo vicioso hasta que esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas. De lo contrario, los pensamientos de ataque y contraata­que le consumirán y poblarán todo su mundo. ¿De qué paz men­tal podría gozar en tales condiciones?

De esta fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar. ¿No es maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real? ¿No te alegra sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella? Tú has fabricado lo que deseas destruir; lo que odias y lo que quieres atacar y matar. Nada de lo que temes existe.

Mira hoy al mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada vez. A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus adentros:

Veo únicamente lo perecedero.
No veo nada que vaya a perdurar.
Lo que veo no es real.
Lo que veo es una forma de venganza.

Al final de cada sesión de práctica, pregúntate:

¿ Es éste el mundo que realmente quiero ver?

La respuesta será obvia.
Lección 22: "Lo que veo es una forma de venganza" Hoy haremos 5 sesiones de práctica de por lo menos un minuto cada una. Con ojos abiertos, a medida que pases lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, decí para adentro: "Veo únicamente lo perecedero. No veo nada que vaya a perdurar, lo que veo no es real, lo que veo es una forma de venganza"
La idea de hoy describe cómo ve el mundo todo el que tiene pensamientos de ataque en su mente. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es al mundo a punto de devolver el golpe; así ve sus pensamientos de ataque como defensa propia, creando un círculo vicioso. ¿De qué paz mental se puede gozar así?
Es de esto de lo que queremos escapar. ¿No es maravilloso saber que esta fantasía salvaje no es real? ¿Que se puede escapar de ella? Nada de lo que tememos, existe.

Lección 23: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de un minuto, además de aplicarla a lo largo del día según la necesidad. Mirá a tu alrededor, repetí la idea lentamente, y luego cerrá los ojos y buscá en tu mente el mayor número de pensamientos de ataque que se te ocurran; y a cada uno de ellos, decile: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque
acerca de ..."
Pensamientos de ataque son todos los juicios, opiniones, deseos... todo lo que pienses del mundo.
La idea de hoy es la única manera de escapar del miedo. Cada uno de tus pensamientos crea el mundo que ves; por eso es con tus pensamientos que tenés que trabajar para cambiar tu percepción del mundo. Si el mundo que ves es generado por tus pensamientos de ataque, éstos son los pensamientos a los que hay que renunciar. De nada sirve quejarse del mundo o tratar de cambiarlo. No estás atrapado en el mundo que ves, porque su causa se puede cambiar.

Lección 24: "No percibo lo que más me conviene". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de DOS minutos. Repetí la idea de hoy, y cerrá los ojos para, con la mayor honestidad posible, buscar aquellas situaciones no resueltas en tu vida y que te causen desasosiego, tratando de encontrar el resultado que deseás. Nombra cada situación así: "Lo que me gustaría que ocurriese con relación a .... es que .... y que .... sucediese." tratando de abarcar distintos desenlaces. Luego decí para adentro: "No percibo lo que más me conviene en esta situación". y pasá a la siguiente situación no resuelta.
La idea de hoy se basa en que lo que hacemos, las soluciones que deseamos, están basadas en nuestra percepción de las situaciones: si la percepción es errónea, todo es un castillo de naipes.
Si pudiésemos darnos cuenta de que no percibimos lo que más nos conviene, podríamos aprender qué es eso. Pero como estamos convencidos de saberlo, no se nos puede enseñar algo que creemos saber.
A veces, a posteriori, comprobamos cómo aquello que creíamos que solucionaría nuestra vida, sólo aportó errores y sufrimiento; o cómo de haberse producido lo que deseábamos, hubiera sido pésimo para nosotros. ¿no te pasó nunca?

Lección 25: "No sé cuál es el propósito de nada ". Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetir la frase lentamente y luego mirá a tu alrededor y dejá que tus ojos se posen en cualquier cosa que te llame la atención, lejos o cerca, nimia o importante, y decí: "No sé para qué es esta ... (silla, lápiz, mano, etc)" sin apartar los ojos del objeto; pasá luego al siguiente objeto.
Propósito es significado. La idea de hoy explica por qué nada de lo que ves tiene significado: no sabés para qué es. Pero todo existe para tu beneficio; al reconocer ésto, tus objetivos se unifican; y esto no tiene nada que ver con lo que más te conviene, porque vos no sos el ego. Cuando creas esto, te esforzarás por retirar los objetivos que le asignaste al mundo, ya que ahora sólo tienen que ver con tus objetivos "personales". Esto no tiene que ver con reconocer los objetivos a nivel "superficial" (un teléfono sirve para hablar a distancia, por ej) sino con lo que es significativo.

Lección 26: "Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad".
Dos minutos por sesión, que pueden reducirse a uno en caso de incomodidad. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetí mentalmente la frase y luego cerrá los ojos y buscá aquellas situaciones no resueltas en tu vida, cuyos desenlaces te inquietan (sea por depresión, ansiedad, enojo, etc.) No utilices muchos en cada sesión. Primero, nombra la situación: "estoy preocupada acerca de ...." Luego examina los posibles desenlaces "temo que pueda ocurrir .... y ...." cinco o seis posibilidades desagradables; luego decí: "este pensamiento es un ataque contra mí mismo." Concluye cada sesión repitiendo para tus adentros la idea de hoy.
Si no puedes ser atacado, es porque eres invulnerable: a menos que creas ver en el ataque una amenaza real. Si creés que podés atacar, el resultado es que podrías ser atacado. Si temés ser atacado, no podés ser invulnerable: ambas ideas se contraponen. Los pensamientos de ataque hacen que seas vulnerable en tu mente, que es donde se generan estos pensamientos. Su efecto no es otro que debilitarte a VOS. Tu vulnerabilidad o invulnerabilidad depende de tu propia mente.

Lección 27: "Por encima de todo, quiero ver". Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a vos mismo, a lo largo del toooodo el día, que estás decidido a ver por encima de todos tus otros deseos.
Hay que repetirla 2 veces POR HORA. (nosotras lo hacemos a la hora en punto y a la media hora) y si podés con mayor frecuencia, mejor. Si te sentís incómodo por la falta de reserva que esta idea conlleva, o tenés temor a perder algo, agregá "la visión no le cuesta nada a nadie; tan sólo puede bendecir".
Te sugiero otra vez un reloj con alarma... Si te saltás alguna sesión, no importa: si sólo la repetiste sinceramente una vez en el día, te ahorraste muchos años de esfuerzo.
Esta idea le da prioridad a la visión sobre todos tus demás deseos.
Aunque sientas la tentación de creer que se te pide un sacrificio a cambio de la idea de hoy, o aún cuando no estés convencido de que éste sea realmente tu mayor deseo, no importa. El propósito de la idea de hoy es aproximar el momento en que ésto sea una verdad para vos

Lección 28: "Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera".
Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
En cada sesión repetí mentalmente la frase y luego mirá a tu alrededor y aplicá la idea de hoy a cualquier cosa que veas a tu alrededor. Incluí el nombre del objeto: "Por encima de todo, quiero ver este.... de otra manera" Hacelo muy despacio, y tan a conciencia como sea posible. No hay prisa.
Hoy le damos una aplicación concreta a la idea de ayer. Quizá te preguntes por qué es importante ver una mesa de otra manera; pero o ves o no ves. Y cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, sin definirla en función del pasado, sin aplicarle el propósito que creés que tiene sino preguntándoselo al objeto, te estás comprometiendo a ver. No sólo la mesa, sino el universo.

Lección 29: "Dios está en todo lo que veo " Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día. Además, repetirla una vez por hora, mirando lentamente a tu alrededor. Comenzá repitiendo la idea en tu interior y luego aplicala a aquellos objetos seleccionados al azar. Trata de evitar dirigir la selección de objetos, lo que puede ser una tentación por ser la idea de hoy de naturaleza tan extraña.
La idea de hoy explica por qué podés ver propósito en todo, por qué nada está separado y por qué nada tiene significado alguno. Explica todas las ideas que usamos hasta ahora, y todas las siguientes. Es probable que te resulte difícil entenderla (no hablemos de creerla) pero tratá de empezar a mirar todas las cosas (aún las inanimadas como una silla, una mesa) con Amor, porque ¿cómo podríamos saber lo que en ellas se encierra?

Lección 30: "Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente."
La idea de hoy la aplicaremos tan frecuentemente como sea posible a lo largo del día. Cada vez que tengas un minuto, repetila lentamente para adentro, y luego hacela mirando a tu alrededor, o en otras ocasiones, cerrando los ojos, aplicala a todo lo que no esté al alcance de tu vista.
Esta idea es un trampolín a la Visión. por medio de ella el mundo se abrirá ante vos, y al contemplarlo, verás en él lo que antes nunca habías visto. Estamos tratando de lograr un nuevo tipo de proyección; en vez de deshacernos de lo que no nos gusta viendolo afuera, tratamos de ver en el mundo lo que está en nuestra mente.
Lección 31: "No soy víctima del mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos, una por la mañana y otra por la noche, además de hacer frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Te liberarás de ambos al mismo tiempo, porque el externo es consecuencia del interno, y la idea de hoy es la introducción a tu declaración de emancipación. Examiná cualquier pensamiento que cruce tu mente, miralos ir y venir... no le des preferencia a ninguno de ellos.
La idea de hoy es especialmente útil como respuesta a cualquier tentación que se presente: te recuerda dónde está la Verdad.

Lección 32: "He inventado el mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos (no menos de tres), una por la mañana y otra por la noche (si notás que hacer la sesión te relaja, podés extenderla a más de 5 minutos). Además, hacé frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día, que consisten en lentas repeticiones de la idea de hoy, según explorás tu mundo interno ó externo. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Tratá de introducir la idea de que ambos, interno y externo, son lo mismo.
Esta idea continúa desarrollando el tema de causa y efecto. No sos víctima del mundo, porque VOS lo inventaste; podés renunciar a él con la misma facilidad con que lo construíste. Mientras desees verlo, lo verás; si no lo deseas, no estará ahí para que lo veas.
Aplicá la idea de hoy inmediatamente a cualquier situación que pueda perturbarte, diciéndote a vos mismo: "He inventado esta situación tal como la veo"

Lección 33 : "Hay otra manera de ver el mundo".
2 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche.
En cada sesión, repitiendo la idea de hoy tan a menudo como puedas, mirá de pasada el mundo externo a vos; luego cerrá los ojos, y examiná tus pensamientos internos de la misma manera. Tratá de ser desapegado con ambos.
Durante el día, repetí la idea tan a menudo como puedas, y aplicala de inmediato a cualquier situación que te perturbe: "hay otra manera de ver ésto", repitiéndolo para tus adentros.
Lo que intentamos hoy es reconocer que podemos cambiar la percepción de nuestro mundo, tanto en el aspecto externo como interno.

Lección 34: "Puedo ver paz en lugar de esto".
Recomiendan 3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
Deben hacerse con los ojos cerrados, porque es a nuestro mundo interno al que nos dirigimos con la idea de hoy. Son 5 minutos de búsqueda en tu mente de pensamientos de temor, de situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos "ofensivos" o cualquier otro pensamiento "no amoroso". A medida que surja cada pensamiento en tu mente, observalo relajadamente, y repetile la idea de hoy "podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella"; luego pasá al siguiente pensamiento.
La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es una cuestión interna. Tiene que empezar por tus pensamientos y luego extenderse hacia afuera. Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacífica del mundo.

Lección 35: "Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo".
3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
En cada sesión, repetí la idea para tus adentros, luego cerrá los ojos, y buscá en tu mente los términos con los que te describís a vos mismo, positivos o negativos. Todos son irreales, porque no nos vemos a nosotros mismos con los ojos de la santidad. Por ej: "Me veo a mi mismo como alguien pesimista; pero mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo" y pasá a la siguiente cualidad. Si no surgen tus propios atributos, sólo relajate y repetí la idea de hoy.
Tan a menudo como sea posible durante el día, aplicá la idea de hoy a cada atributo que te estés adjudicando.
Esta idea no describe la manera como nos vemos a nosotros mismos ahora; pero es lo que la visión nos mostrará. A todos nos cuesta creer ésto de nosotros mismos; esta es la razón por la que creemos estar en el mundo. Pero al establecer nuestro Origen, establecemos nuestra Identidad, describiéndonos como debemos ser en verdad. Hoy cambiamos el énfasis hacia el que percibe (nosotros) en vez de hacia lo percibido.

Lección 36 : "Mi santidad envuelve todo lo que veo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase varias veces lentamente. Luego abrilos y mirá a tu alrededor con lentitud, aplicando la idea a cada objeto que notes. Por ej: "Mi santidad envuelve esa alfombra; mi santidad envuelve esa pared..."Volvé a cerrar los ojos, y a repetir mentalmente la frase; abrilos nuevamente, y continuá como antes.
La idea de hoy extiende la idea de ayer del que percibe a lo percibido. Somos santos porque nuestra mente es parte de la de Dios; por ello, nuestra visión no puede sino ser santa también.
"Impecabilidad" quiere decir libre de pecado. No se puede librarse del pecado "sólo un poco..." O somos impecables, o no. Y si nuestra mente es parte de la de Dios, lo somos; porque sino la Suya sería pecaminosa.

Lección 37: "Mi santidad bendice al mundo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase; luego abrí los ojos, y aplicá la idea de hoy a lo que veas, durante un minuto ("mi santidad bendice esa silla" etc); otra vez cerrá los ojos y aplicá la idea a cualquier persona que te venga a la mente, usando su nombre: "mi santidad te bendice, NN" La sesión debe concluír con una repetición de la frase con ojos cerrados (1 vez) y luego con ojos abiertos (1 vez).
Los ejercicios cortos consisten en repetir la idea de hoy tan a menudo como puedas. Es muy útil aplicarla a todas las personas con las que te encuentres, usando su nombre al hacerlo; y es esencial que lo hagas si alguien parece causarte una reacción adversa.
Esta idea contiene los primeros destellos de tu verdadera función en el mundo, la razón de que estemos aquí. Nuestro propósito es ver al mundo a través de nuestra santidad, para ser bendecidos junto con el mundo. Nos permite eliminar la idea de sacrificio del mundo, y nuestra santidad es la salvación del mundo, que es uno con nosotros. Nos permite enseñarle al mundo, sin predicar ni decirle nada; sólo por medio de nuestro sereno reconocimiento de que en nuestra santidad, todas las cosas son bendecidas, junto con nosotros mismos.

Lección 38: "No hay nada que mi santidad no pueda hacer".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica, preferiblemente de 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy, cerrá los ojos y buscá en tu mente cualquier sensación de pérdida o infelicidad, tratando de no hacer distinciones entre situaciones difíciles para vos o para otro. Y aplicá la idea de hoy: "En esta situación con respecto a .... en la que me veo envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" ó "En esta situación con respecto a .... en la que ..... se vé envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" Introducí las variaciones que quieras, pero centrado en la idea de hoy.
En las aplicaciones cortas y frecuentes, aplicá la idea en su forma original, a menos que te venga a la mente algún problema en particular, para ello usala en su forma específica.
La idea de hoy es que tu santidad invierte todas las leyes de este mundo, y está fuera de las restricciones de tiempo, espacio o cualquier límite. Mediante tu santidad, el Poder de Dios se manifiesta, y se vuelve accesible. Y no hay nada que el Poder de Dios no pueda hacer; eliminar todo dolor, acabar todo pesar, solucionar todo problema; en relación con vos o con otro.
Si vos sos santo, también lo es todo lo que Dios creó. Apliquemos hoy el poder de nuestra santidad a cualquier problema, dificultad o sufrimiento que tenga que ver con vos o con otro, ya que no hay distinciones entre vos y otros.

Lección 39 : "Mi santidad es mi salvación".
Hoy se te exhorta a que sean de 5 minutos completos cada una de las 4 sesiones de práctica largas, y a que sean más frecuentes y de más duración. además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy para tus adentros; luego cerrá los ojos y buscá en tu mente pensamientos que no sean amorosos, en cualquier forma en que se presenten: de ellos necesitas salvarte. Impartirles tu bendición a estas situaciones, personas, etc. asociadas a pensamientos no amorosos, que son sujetos apropiados; para tu salvación, es imperativo que los veas de otra manera. Impartirles tu bendición te salvará y te dará esa otra visión.
Lentamente, sin elegir conscientemente, aplicá la idea "Mis pensamientos no amorosos acerca de .... me mantienen en el infierno. Mi santidad es mi salvación."
También podés solamente repetir la idea de hoy lentamente. Asimismo podés relajarte sin pensar en nada. (mantener la concentración irá siendo más fácil con la práctica). Para finalizar la sesión, repetí la idea de hoy y añadí: "si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto?"
En las aplicaciones cortas, que deben hacerse 4 veces por hora de ser posible, repetí la idea de hoy, y aplicala: "Mi santidad es mi salvación de ésto".
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? La pregunta no es difícil, pero si realmente creyeras que la culpabilidad es el infierno, no precisarías estos ejercicios. Tu santidad es la salvación del mundo. ¿Y tu propia salvación? no puedes dar lo que no tienes. Por eso hoy los ejercicios se dirigen a vos. Tu salvación es crucial, y beneficia al mundo entero. Tu santidad es la respuesta a toda pregunta que exista. Significa el fin de la culpabilidad, y por ende, el fin del infierno. Tu santidad es la salvación del mundo, y tu salvación.

Lección 40 : "Soy bendito por ser un Hijo de Dios".
Hoy no hay sesiones largas, sólo muchas cortas y frecuentes; lo ideal, sería cada diez minutos. Tratá de hacerlo, y retomá si interrumpiste. Sólo tratá nuevamente.
No es necesario cerrar los ojos, pero será beneficioso hacerlo; sólo repetí la idea de hoy, y agregale algún atributo que asocies con ser Hijo de Dios, aplicado a vos mismo, por ej: "Soy bendito por ser un Hijo de Dios; soy feliz, y estoy en paz, soy amoroso y estoy contento."
Esta idea comienza a afirmar algunas de las bienaventuranzas a las que tenés derecho por ser quien sos.

Lección 41 : "Dios va conmigo dondequiera que yo voy".
Hoy tenemos una sola sesión larga, de ser posible por la mañana, de 3 a 5 minutos.
Sentate con ojos cerrados, repitiendo la idea muy lentamente, tratando de no pensar en nada, tratando de sumergirte en tu interior, más allá de los pensamientos del mundo. De vez en cuando podés repetir la idea de hoy, si te ayuda a mantener despejada de pensamientos la mente, pero sobre todo, tratá de sumergirte en lo profundo de tu mente, vaciándola.
Usá la idea de hoy frecuentemente a lo largo del día, repitiéndola despacio, con ojos cerrados. Concentrate en las palabras, en su significado; incluso podés reírte de los pensamientos de miedo, sabiendo que Dios te acompaña dondequiera que vayas.
Con el tiempo, la idea de hoy desvanecerá la sensación de soledad y abandono que experimentan todos los que se sienten separados. La depresión, la ansiedad, las preocupaciones, son consecuencias de la creencia de la separación. La idea de hoy tiene el poder de terminar con todo este desatino para siempre.
En lo profundo de tu interior, yace todo lo que es perfecto, dispuesto a irradiar a través tuyo al mundo; esto sana todo dolor y pesar; curará a la mente que creía que esas cosas eran reales.
La Fuente de tu perfecta santidad va con vos a todos lados, por ello no se te puede privar de ella.
Se comprende que no creas ésto, porque la verdad se halla oculta en lo profundo de tu interior, bajo una densa nube de pensamientos turbios que representan todo lo que ves. Hoy estamos intentando atravesar esta nube, para llegar a la Fuente de tu santidad, que se halla dentro tuyo.

Lección 42 : "Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo".
Hoy haremos 2 sesiones largas, de 3 a 5 minutos, de ser posible al despertar por la mañana la primera y antes de dormir la otra.
Repetí la idea de hoy lentamente mientras mirás a tu alrededor; luego cerrá los ojos y repetila aún más despacio. Luego, tratá de no pensar en nada, excepto pensamientos relacionados con la idea de hoy; por ej: "La visión tiene que ser posible. Dios da verdaderamente". Dejá surgir estos pensamientos a menos que notes que estás divagando; entonces, volvé a repetir la idea de hoy.
No hay límite en el número de sesiones cortas que podés hacer hoy; cuanto más a menudo las repitas, estarás recordando que el objetivo del Curso es importante para vos.
Esta idea combina dos pensamientos poderosos, de gran importancia. Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que El da, es realmente dado. Lo podés recibir en cualquier momento, y no podés sino estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. Tal es la fortaleza de Dios, y sus dones.

Lección 43 : "Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él".
Hoy son necesarias 3 sesiones largas, de 5 minutos cada una, la primera lo más temprano que puedas, la última lo más tarde, y la otra intercalada.
Repetí la idea de hoy con ojos cerrados; luego mirá a tu alrededor, aplicándola a lo que veas, al azar (4 ó 5 objetos), por ej: "Dios es mi Fuente. No puedo ver esta cama separada de Él" Luego, cerrá nuevamente los ojos, repetí la idea de hoy, y dejá que aparezca cualquier pensamiento pertinente, por ej: "Veo a través de los ojos del perdón, veo el mundo como bendito", etc.
Si te resulta imposible pensar en algo, volvé a abrir los ojos, y repetí desde allí con los objetos.
En las sesiones cortas de práctica, aplicá la idea a toda persona con la que te encuentres: "Dios es mi Fuente. No puedo verte separado de Él" y aplicala a las situaciones que se presenten durante el día: "Dios es mi Fuente. No puedo ver ésto separado de Él". Tratá de no dejar pasar lapsos muy largos sin usarla.
La percepción no es un atributo de Dios, su ámbito es el conocimiento. Dios creó al Espíritu Santo para que sea Mediador entre la percepción y el conocimiento; sin este vínculo, la percepción habría reemplazado al conocimiento en tu mente.
En Dios no podés ver; la percepción no existe en Dios. Pero en el proceso de erradicar lo que nunca fue, la percepción, inventada por el Hijo de Dios para un propósito no santo, debe convertirse en el medio para restaurar la santidad en tu conciencia. Una percepción que ha sanado, te deja ver que no podés ver separado de Dios, porque no podés estar separado de Dios. Todo lo que hacés, lo hacés en Dios; lo pensás en Su mente.


Lección 44 : "Dios es la luz en la que veo".
Hoy precisamos, como mínimo, 3 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una (se recomienda enfáticamente que le dediques más tiempo, sobre todo si no sentís tensión) además de repetir la idea a menudo durante el día con ojos abiertos o cerrados. Pero sobre todo, decidite a no olvidarte de hacerlo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís varias veces. Tratá de sumergirte en tu mente, abandonando las interferencias, sumergiéndote más allá de ellas. Si te viene un pensamiento, no te involucres; dejalo seguir. Estamos intentando hacer algo muy sagrado: llegar a Dios. Si sentís resistencia o temor, hacé una pausa y repetí la idea con ojos cerrados. La idea de hoy tendría que hacer que te sientas relajado, e incluso hacerte sentir que te adentrás en la luz. Tratá de pensar en luz sin forma ni límites.
La idea de hoy es una continuación de la anterior, pero le agrega otra dimensión: no podemos ver en la oscuridad, ni fabricar luz. La luz y la vida son inseparables; son diferentes aspectos de la creación. Para poder ver, debemos reconocer que la luz se halla en nuestro interior, y no afuera. Esta luz está siempre con nosotros, haciendo que la visión sea posible siempre. Hoy intentamos llegar a esa luz, (y aprovechamos para entrenar nuestra mente) Dios es la luz en la que vemos, estamos intentando llegar a él.

Lección 45 : "Dios es la Mente con la que pienso".
Haremos 3sesiones de práctica de 5 minutos cada una, que siguen el mismo modelo que la de ayer, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Tratemos de comprender y recordar que lo que Dios quiere que hagamos es lo que en verdad queremos hacer; y no podemos fracasar al intentarlo; estamos acompañando Su deseo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís para tus adentros. Luego, pensá 4 ó 5 ideas afines que provengan de vos, por ej: "mis pensamientos reales están en mi mente. me gustaría encontrarlos" Tratá de llegar a lo eterno; tratá de que tu actitud sea de reverencia, porque estamos intentando llegar a un lugar sagrado: aquel donde nuestra mente se une a la de Dios.
Aplicaciones cortas: tratá de recordar qué importante es comprender la santidad de tu mente, que piensa con Dios, mientras repetís la idea a lo lardo del día, dedicando 1 ò 2 minutos a ello. Dejá de lado los pensamientos indignos de esta mente divina, y agradecé por los pensamientos que Dios piensa con vos.
La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, que tienen que estar en tu mente, porque no pueden haber abandonado su fuente. (tené presente que no existe relación entre lo que es real y lo que pensamos que es real) Al pensar con la mente de Dios, compartimos nuestros pensamientos con Él, y viceversa. Tal como somos parte de Su mente, nuestros pensamientos lo son también.

Lección 46: "Dios es el Amor en el que perdono".
Hoy se te piden por lo menos 3 sesiones de práctica de 5 minutos completos (práctica largas) y el mayor número posible de las más cortas.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís para tus adentros. Luego, explorá tu mente, buscando personas a quienes no hayas perdonado, no importa en qué medida sea. Cualquier persona que no te caiga bien es adecuada. Decí: "NN, Dios es el Amor en el que te perdono". Luego de nombrar a todos aquellos que hayan venido a tu mente, decite: "Dios es el Amor en el que ME perdono", luego añadí ideas afines, por ej: Dios es el Amor en el que me amo a mí mismo" etc. Así podés perdonarte a vos mismo. Terminá la sesión repitiendo la idea original.
Aplicaciones cortas: pueden consistir en repetir la idea original, o en tener pensamientos afines. Pero asegurate de, en caso de tener cualquier reacción negativa hacia alguien a lo largo del día, decirle silenciosamente: "Dios es el Amor en el que te perdono"
La idea de hoy parece inferir que Dios perdona, pero para ello primero tiene que haber condena, y ello es imposible. Si bien Dios no perdona, su Amor es la base del perdón. El miedo condena, el Amor perdona; el perdón deshace lo que el miedo produjo; por eso el perdón es la mayor necesidad en este mundo de ilusión; los que perdonan, se liberan a sí mismos de las ilusiones, y de la misma manera en que sólo te condenás a vos mismo al condenar, al perdonar te perdonás a vos mismo. Por todo esto, el perdón es realmente la salvación.

Lección 47 : "Dios es la fortaleza en la que confío".
Hoy son necesarias 4 sesiones de práctica de 5 minutos c/u, aunque se nos exhorta a hacer más y de más duración (práctica largas). Repetí la idea frecuentemente en el transcurso del día, usándola como respuesta a cualquier cosa que te perturbe.
Prácticas largas: Cerrá los ojos y repetí la idea de hoy. Luego buscá situaciones de tu vida que hayas revestido de temor, y desechalas, diciéndote: "Dios es la fortaleza en la que confío"; tratando de deslizarte más allá de las preocupaciones. La forma de tener confianza no es confiar en uno mismo, sino en Dios, que tiene éxito en todo. Reconocer la propia debilidad es un paso necesario para corregir los errores. Luego, tratá de llegar muy hondo en tu mente, a un lugar seguro; hay un lugar en vos de perfecta paz, donde vive la fortaleza de Dios.
Esta idea remarca que Dios es nuestra seguridad siempre. Su Voz habla por Él diciéndonos cómo invocar Su fortaleza y Su protección.

Lección 48 : "No hay nada que temer".
Hoy haremos sesiones muy cortas, muy simples y muy frecuentes, tan a menudo como podamos, y se recomienda que sean con ojos cerrados, de alrededor de un minuto c/u.
Esta idea afirma simplemente un hecho real. La presencia de miedo es señal de que estás confiando en tu propia fortaleza. La conciencia de que no hay nada que temer, indica que en algún lugar de tu mente, recordaste a Dios y dejaste que Su fortaleza ocupe tu debilidad.

Lección 49 : "La Voz de Dios me habla durante todo el día".
Hoy necesitamos 4 sesiones de 5 minutos c/u, de ser posible incluso más. Trataremos de oír la Voz de Dios recordándonos a Dios y a nuestro Ser.
Escuchá en profundo silencio, tratando de permanecer muy quedo y abrí tu mente. Sumergite en la paz que te espera más allá de tus pensamientos habituales. Estamos tratando de llegar al hogar, donde somos bienvenidos; estamos tratando de llegar a Dios.
Aplicaciones Cortas: hacelas frecuentemente, con ojos abiertos si es necesario, cerrados si es posible, esperando quedamente luego de repetir la idea de hoy; estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.
La idea de hoy nos dice que es posible escuchar la Voz de Dios durante todo el día, sin interrumpir las actividades habituales, porque la parte de tu mente donde vive la verdad está siempre comunicada con Dios; es serena, está en continuo reposo y llena de seguridad; es la única que existe realmente. La otra parte de tu mente es una ilusión, frenética y perturbada, tratá hoy de no prestarle oídos, sino de oír la voz de Dios llamándote, recordándote que te ama y no te olvidó.

Lección 50 : "El Amor de Dios es mi sustento".
2 veces al día, durante 10 minutos, la primera por la mañana, la otra por la noche, repetí la idea de hoy, reflexioná sobre ella, dejá que vengan pensamientos afines. Permití que la paz te cubra, y no permitas pensamientos vanos o necios que te perturben.
Sesiones cortas: hacelas con frecuencia a lo largo del día.
Hemos depositado, a lo largo de los años, nuestra fe en las cosas: ropa, casas, trabajo, poder... cosas huecas y sin fundamento a las que dotamos de poder. Todas ellas son sustituto del Amor de Dios, y aseguran tu identificación con el cuerpo y con el ego. No te sustentarán.
Sólo el Amor de Dios te protege en toda circunstancia, te rescata y te eleva hasta la paz y seguridad perfecta, adonde nada puede interrumpir tu calma eterna. Depositá tu fe en el Amor de Dios por vos. Estarás declarando tu liberación de los ídolos materiales, estarás reconociendo la verdad que hay en vos.

Primer Repaso

Cada día, tendremos 5 de las ideas vistas hasta hoy. Comenzá el día leyendo las 5 ideas y los comentarios. De ahí en adelante, no es necesario un orden determinado al repasarlas; dedicá 2 minutos a cada sesión de práctica, pensando en la idea y comentarios que hayas leído. Si alguna de las ideas te atrae más, podés concentrarte en ella, pero hay que repasar por lo menos una vez todas las ideas del día.
Si podés, hacé los repasos en un lugar tranquilo, pero no es imprescindible.
Notarás que algunas de las ideas no están en su forma original; usalas tal como ahora se dan.


Lección 51: "Nada de lo que veo significa nada". Porque veo lo que no es nada, y lo que no es nada no tiene significado. Tengo que desprenderme de esta forma de ver para que la visión pueda ocupar el lugar que le corresponde.
"Le he dado a todo lo que veo todo el significado que tiene para mí". He juzgado todo lo que veo, y sólo veo mis juicios al mirar; eso no es visión. Estoy dispuesta a reconocer la falta de validez de mis juicios, porque quiero ver.
"No entiendo nada de lo que veo". ¿Cómo puedo entender lo que veo, si lo juzgué erróneamente? Lo que veo es una proyección de los errores de mi pensamiento. Por ello, quiero desprenderme de esta idea, par poder ver, entender y amar.
"Estos pensamientos no significan nada.". Los pensamientos de los que soy consciente no significan nada, porque estoy tratando de pensar sin Dios. Y mis pensamientos reales son los que pienso con Dios. Estoy dispuesta a reconocer que mis pensamientos actuales no significan nada, y a abandonarlos; elijo pensar los pensamientos que pienso con Dios, en los descansa toda la creación.
"Nunca estoy disgustado por la razón que creo". porque estoy tratando de justificar mis pensamientos, de hacer que sean verdad, haciendo de las cosas mi enemigo para justificar mi ira; no me he dado cuenta de que hacía esto para defenderme, para defender un sistema de pensamiento que me dañó. Estoy dispuesto a abandonarlo.

Lección 51 : "Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí". La realidad sólo brinda perfecta paz; si estoy disgustado, es porque la reemplacé con ilusiones. Siempre estoy disgustado por nada.
"Sólo veo el pasado". Cuando miro a mi alrededor, condeno al mundo que veo, usando el pasado en contra del mundo. Cuando me perdone a mí mismo y haya recordado quién soy, bendeciré al mundo que vea, contemplando con amor todo lo que antes no podía ver.
"Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado". Veo únicamente mis propios pensamientos proyectados afuera. Permítaseme recordar que me fijo en el pasado para prevenir que el presente despierte en mi mente; permítaseme aprender a dejar atrás el pasado, dándome cuento que al hacerlo, no renuncio a nada.
"No veo nada tal como es ahora".Sólo puedo ver lo que está acá ahora. La elección no es entre pasado y presente, sino entre ver o no ver. Ahora puedo elegir de nuevo, para poder ver.
"Mis pensamientos no significan nada".No tengo pensamientos privados, aunque sólo de ellos soy consciente. ¿No es preferible unirse al pensamiento del universo en vez de oscurecer todo con mis míseros pensamientos "privados"?

Lección 53 : "Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado". Tenemos tanto pensamientos sin significado (que nos muestran un mundo demente) como pensamientos reales. Recurriendo a ellos, puedo ver un mundo real.
"Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado." Los pensamientos dementes perturban y dan lugar a un mundo sin orden. Agradezco que este mundo caótico no es real, y que sólo lo veo si elijo otorgarle valor. Por ello elijo no otorgarle valor.
"Un mundo sin significado engendra temor." Lo que es demente engendra temor; no podemos contar con ello en absoluto. Pero un mundo así no es real; sólo le he conferido ilusión de realidad. y sufrí por haber creído en él. Elijo ahora dejar de creer en ésto y depositar mi confianza en lo que es real; así, me escaparé de todos los efectos del miedo.
"Dios no creó un mundo sin significado." ¿Cómo podría existir un mundo sin significado si Dios no lo creó? ¿Por qué seguir creyendo lo que crearon mis pensamientos dementes, cuando la perfección de la creación en mi hogar? Quiero reconocer mi verdadera morada.
"Mis pensamientos son imágenes que yo misma he fabricado." Todo lo que veo refleja mis pensamientos; son ellos los que me dicen dónde estoy y lo que soy. Al ver un mundo demente, sufriente, no estoy permitiendo que mis pensamientos reales viertan su benéfica luz sobre lo que veo. No obstante, el camino de Dios es seguro; las imágenes que fabriqué no prevalecen contra Dios, porque mi voluntad es volver a Él. Mi voluntad es la Suya.

Lección 54 : "No tengo pensamientos neutros." Es imposible tenerlos, porque los pensamientos tienen poder. O dan lugar a un mundo falso y demente, o dan lugar a un mundo real; pero es imposible que no tengan efecto. Mis pensamientos no pueden ser al mismo tiempo falsos y verdaderos, tienen que ser lo uno o lo otro; lo que veo del mundo me muestra cómo son.
"No veo cosas neutras." Lo que veo da testimonio de lo que pienso; y si no pensara, no existiría, porque la vida es pensamiento. Permítaseme ver al mundo como una representación de mi estado de ánimo. Sé que éste puede cambiar, y sé que el mundo que veo puede cambiar también.
"No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver". Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. Puedo invocar mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales; y el mundo real despertará en su visión así como en la mía.
No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos ". No soy el único en nada. Todo lo que pienso, digo o hago, es una enseñanza para todo el universo. Un hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. Tengo el poder de cambiar todas las mentes junto con la mía, por ser Hijo de Dios.
"Estoy decidida a ver". Reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, y estoy decidida a ver las muestras de que la manera de pensar del mundo ha cambiado. Veré que el amor reemplaza al miedo, la risa a las lágrimas, y la abundancia a las pérdidas. Quiero contemplar el mundo real, que me muestra que la voluntad de Dios y la mía son una.

Lección 55 : "Estoy decidida a ver las cosas de otra manera". Lo que ahora veo son signos de enfermedad y muerte, y esto no puede ser lo que Dios creó para su hijo bienamado. Si veo estas cosas, es porque no entiendo a Dios. Estoy decidido a ver los testigos de la verdad en mí, en vez de aquellos que me muestran una ilusión de mí mismo.
"Lo que veo es una forma de venganza" El mundo que veo no es la representación de pensamientos amorosos, y son mis propios pensamientos de ataque los que le dan lugar. Mis pensamientos amorosos me librarán de esta percepción del mundo y me brindarán la paz que Dios dispuso que yo tuviese.
"Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque". En ésto y sólo en ésto radica la salvación. Si no albergase pensamientos de ataque, no podría ver un mundo de ataque. A medida que el perdón permita que el amor vuelva a mi conciencia, veré un mundo de paz, seguridad y dicha. Y esto es lo que elijo ver.
"No percibo lo que más me conviene". ¿Cómo podría saber lo que más me conviene si no sé quién soy? Estoy dispuesta a seguir al Guía que Dios me ha dado para descubrir lo que más me conviene, sabiendo que no lo veré por mi cuenta.
"No sé cuál es el propósito de nada ". Para mí el propósito de todas las cosas es justificar las ilusiones que abrigo respecto del mundo, por eso desconozco su verdadero propósito. Quiero que mi mente se vuelva receptiva al verdadero propósito del mundo, renunciando al que le he asignado, y descubrir la verdad acerca de él.

Lección 56 : "Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad". Todas mis esperanzas y planes parecen estar a merced de un mundo que no puedo controlar, donde acechan el dolor, la muerte, la desdicha. Sin embargo, la seguridad perfecta y la plena realización son mi herencia; y mis pensamientos reales me la mostrarán porque Dios la resguardó para mí
"Por encima de todo, quiero ver". Al reconocer que lo que veo es un reflejo de lo que creo ser, me doy cuenta de que mi mayor necesidad es la visión. Si voy a recordar quién soy, es primordial que abandone una imagen temerosa de mí mismo; y a medida que esta imagen sea reemplazada por la verdad, se me concederá la visión. Así contemplaré al mundo y a mí con claridad y amor.
"Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera". El mundo que veo mantiene la imagen que forjé de mí mismo y mantiene su vigencia. Mientras lo siga viendo, la verdad no puede alborear en mi conciencia. Dejaré que se abra la puerta que está más allá de este mundo, para poder ver el mundo del Amor de Dios.
"Dios está en todo lo que veo " Tras cada imagen que forjé, se halla la verdad: mi voluntad unida a la de Dios. Dios sigue estando en todas partes y en todas las cosas eternamente, y nosotros, por ser parte de Él, reconoceremos la verdad que yace más allá de las apariencias.
"Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente." Oculto por mis pensamientos de separación y ataque, está el conocimiento de que todo es uno eternamente. Yo no perdí el conocimiento de quién soy por haberlo olvidado; ha sido resguardado para mí en la mente de Dios. Y yo soy uno con Él.

Lección 57 : "No soy víctima del mundo que veo". ¿Cómo podría ser víctima de un mundo que depende de mí para existir? Las puertas de la prisión están abiertas. Nada me retiene en este mundo, sólo mi deseo de permanecer aquí. Quiero renunciar a mis desquiciados deseos y caminar hacia la luz del sol.
"He inventado el mundo que veo". Yo mismo creé la prisión en la que me hallo, y con reconocerlo, quedaré libre. Me engaño a mí mismo al creer que es posible aprisionar al Hijo de dios, y es un error que quiero dejar de cometer, ya que el Hijo de Dios no puede sino ser eternamente libre. Él se encuentra donde Dios quiere que esté, no donde yo quise ponerlo.
"Hay otra manera de ver el mundo". Dado que el propósito del mundo no es el que yo le asigné, tiene que existir otra manera de verlo. Quiero contemplar el mundo tal como es, y verlo como un lugar donde el Hijo de Dios encuentra su libertad.
"Podría ver paz en lugar de esto". Cuando vea el mundo como un lugar de libertad, veré que refleja las leyes de Dios y no las que yo inventé. Y veré que la paz mora en los corazones de todos los que comparten este lugar conmigo.
"Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo". A medida que comparto la paz con mis hermanos, reconozco que brota de lo más profundo de mí mismo. El mundo que contemplo queda iluminado con la luz de mi perdón, y lo refleja de nuevo sobre mí. Así empiezo a comprender la santidad de toda cosa viviente, incluyéndome, y su unidad conmigo.

Lección 58 : "Mi santidad envuelve todo lo que veo". De mi santidad procede la percepción del mundo real. Habiendo perdonado, a mí y al mundo, ya no me considero culpable. Puedo aceptar la inocencia.
"Mi santidad bendice al mundo.". La percepción de mi santidad hace que yo y todo lo que veo sea incluido en la luz. A medida que reconozco mi santidad, la del mundo se alza resplandeciente.
"No hay nada que mi santidad no pueda hacer". El poder curativo de mi santidad es ilimitado, tal como su poder. Sólo me tengo que salvar de las ilusiones, que son falsas ideas acerca de mí, y mi santidad las desvanece al afirmar lo que en verdad soy.
"Mi santidad es mi salvación.". Ella me absuelve de toda culpa. Reconocerla es reconocer mi salvación, y entonces nada podrá atemorizarme. Así todos compartirán mi entendimiento, que es el regalo que me hizo Dios a mí y al mundo.
"Soy bendito por ser un Hijo de Dios.". En esto reside mi derecho a lo bueno; me pertenece porque así lo quiso Dios. Él me sustenta, me protege me dirige y me cuida en todo.

Lección 59 : "Dios va conmigo dondequiera que yo voy". ¿Cómo puedo estar solo, dudar, sentirme inseguro, sufrir, cuando en Él mora la perfecta certeza, la paz absoluta, el amor? Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
"Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo". Hoy no recurriré a mis ojos para ver. Hoy me valdré del regalo de la visión de Cristo para que este día me ayude a comprender la eternidad. "Dios es mi fuente. No puedo ver separada de Él." Puedo ver lo que Dios quiere que vea; más allá sólo hay ilusiones. Es a través de la visión de Cristo como elijo ver.
"Dios el la luz en la que veo".No puedo ver en la oscuridad, y Dios es la única luz. Por lo tanto, si voy a ver, tiene que ser por medio de Él. Le doy la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.
"Dios es la Mente con la que pienso".No tengo pensamientos que no comparta con Dios, porque no tengo otra mente que la Suya. Mis pensamiento son Suyos, y los Suyos, míos.

Lección 60 : "Dios es el Amor en el que perdono". Dios no perdona, porque jamás ha condenado. Para mí, el perdón es el medio por el cual reconoceré mi inocencia, es el reflejo del Amor de Dios en la tierra; llevándome tan cerca del Cielo que el Amor de Dios podrá tenderme la mano y elevarme hasta Él.
"Dios es la fortaleza en la que confío." No es con mi fortaleza con la que perdono, sino con la de Dios en mí, la cual recuerdo al perdonar. Y empiezo a recordar al Amor que decidí olvidar, pero que nunca se olvidó de mí.
"No hay nada que temer." ¡qué seguro me parecerá el mundo cuando lo pueda ver! Todo en él me bendecirá; reconoceré en todo al Amigo más querido. ¿qué puedo temer en un mundo que he perdonado y que a su vez, me ha perdonado?
"La voz de Dios me habla durante todo el día. " No hay un momento en que Su voz deje de guiar mis actos y dirigir mis pensamientos. Me dirijo firmemente hacia la verdad; no hay otro lugar adonde ir porque la voz de Dios es la guía que se le dio a Su Hijo.
"El Amor de Dios es mi sustento." Cuando escucho la voz de Dios, su Amor me sustenta. Cuando abro los ojos, su Amor alumbra el mundo para que pueda verlo. Cuando perdono, su Amor me recuerda que Su Hijo es impecable. Y cuando contemplo al mundo con su visión, recuerdo que yo soy Su Hijo.

Y ahora, terminado el repaso, volvemos a una frase por día.
Lección 61 : "Yo soy la luz del mundo."
Hoy haremos tantas sesione como sea posible, pero que ninguna exceda 1 ó 2 minutos de duración. Sobre todo, asegurate de comenzar y terminar el día con una sesión. (estas 2 pueden ser más largas) Empezá cada sesión diciéndote a vos mismo: "Yo soy la luz del mundo. Esa es mi única función. Por eso es que estoy aquí" Si es posible con ojos cerrados, dejá venir pensamientos afines. Si tu mente se aparta, repetí la frase.
Esta idea es lo opuesto al orgullo o arrogancia: Nadie, sino el Hijo de Dios, puede ser la luz del mundo. Esto confunde al ego, que cree ver en ella la auto-glorificacion; pero el ego confunde humildad con autodegradación. La humildad consiste en aceptar el papel que Dios te dio en la salvación; este papel te ha sido asignado por Dios. Es su voz la que te dice esta verdad.
Esta idea va más allá de la mezquina opinión que tu ego tiene de vos y de tu propósito. Es el primero de una serie de pasos gigantescos que daremos en las próximas semanas.

Lección 62 : "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo."
Regocijémonos de poder comenzar y terminar el día con esta idea, además de repetirla tan frecuentemente como sea posible, así pasaremos un día feliz. De ser posible con los ojos cerrados, repetí: "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo. Cumpliré mi función para así poder ser feliz." Dedica 1 ó 2 minutos a pensar sobre tu función y la felicidad que te brindará. Si te distraés repetí la idea y decite: "Deseo recordar ésto porque quiero ser feliz".
Tu perdón es lo que lleva este mundo de las tinieblas a la luz, lo que te permite reconocer la luz en la que ves. Mediante tu perdón, vuelves a recordar la verdad acerca de tí; es por lo tanto, donde reside tu salvación. El perdón es un regalo que te hacés a vos mismo, usándolo para reemplazar los pensamientos de ataque, ya que con el ataque apelas a tu debilidad; con el perdón, a la fortaleza de Cristo en vos. El perdón arrasará con todo vestigio de temor, culpabilidad y dolor; reinstaurará en tu conciencia la invulnerabilidad y poder que Dios le confirió a Su Hijo.

Lección 63 : "La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."
Empezaremos el día reconociendo nuestra función, y lo terminaremos pensando en ella; y estamos más que dispuestos a recordarla a menudo a lo largo del día, durante 1 minuto o dos. Si es posible, cerrando los ojos, decí:" La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo." Luego dejá que ideas afines vengan a tu mente.
Aplicala además, cada vez que puedas. No perdamos ni una oportunidad de recordar nuestra función.
Ciertamente, con esa función, tenés que ser la luz del mundo. El Hijo de Dios apela a vos para la redención del mundo. No aceptés ninguna otra función trivial ni deseos insensatos o te olvidarás de tu real función. Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar.

Lección 64: "No dejes que me olvide de mi función."
Tengámoslo presente por la mañana, por la noche y a lo largo del día. Hoy preparémonos a recordar que todas las decisiones que tomemos, son simples: te conducen a la felicidad o a la infelicidad; ésta es la única elección que el Espíritu Santo ve. Practiquemos con estos pensamientos: "No dejes que me olvide de mi función. No dejes que trate de sustituir la que Dios me dio por la mía. Déjame perdonar y ser feliz."
Una de las sesiones hagámosla de 10 a 15 min. En las sesiones cortas, repasá estos pensamientos por varios minutos, pensá en ellos y nada más. Si te resulta difícil, volvé a repetir la idea de hoy. Algunas veces, hacé las sesiones cortas con ojos cerrados, y otras, luego de repetir la frase de hoy, abrí los ojos y mientras mirás a tu alrededor, repetí para vos: "Este es el mundo que es mi función salvar"
Esta idea es sólo otra manera de decir "no me dejes caer en la tentación". El propósito del mundo que ves es nublar tu función de perdonar, y proveerte de una justificación por olvidarte de ella. Es asimismo la tentación de abandonar a Dios y Su Hijo, ya que esto es lo que los ojos del cuerpo ven; y nada de lo que ven puede ser sino una tentación. Pero el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las ilusiones que hemos forjado. En ella, el mundo es el lugar donde aprendemos a perdonarnos, convirtiendo a la apariencia física en nuestra salvación.
Sólo desempeñando la función que Dios nos dio, podemos ser felices. Tu función es ser feliz, valiéndote de los medios por los cuales la felicidad es inevitable. Al elegir entre desempeñar o no tu función, estás eligiendo ser o no feliz.

Lección 65 : "Mi única función es la que Dios me dio."
Reserva hoy (y durante los próximos días) 10 a 15 min para una sesión de práctica larga, en la que trates de entender el real significado de la idea de hoy, que pone en tus manos la llave que abre la puerta a la paz. Tratá de que las sesiones largas (de hoy y días siguientes) sean siempre a la misma hora, y tratá de fijarla de antemano y luego cumplirlo. La intención es planificar el día reservando un tiempo para Dios. Comenzá repitiendo la idea, luego cerá los ojos y fijate qué pensamientos aparecen, y si aportan u obstaculizan la idea de hoy. En este caso, decite "este pensamiento refleja un objetivo que me está impidiendo aceptar mi única función". Cuando ya no surjan pensamientos, decite: "Que en esta tabla rasa quede escrita mi verdadera función ." Luego repetí la idea de hoy y buscá pensamientos afines.
En las sesiones cortas, que deben hacerse una vez por hora por lo menos, usá el siguiente modelo: "Mi única función es la que Dios me dio. No quiero ni tengo ninguna otra". Algunas veces cerrá los ojos, y otras mirá a tu alrededor mientras lo repetís.
La idea de hoy reafirma tu compromiso con la salvación, y te recuerda que no tenés otra función salvo ésa. Ambos pensamientos son necesarios para un compromiso total, y para poder renunciar a las demás metas que nos hemos inventado. Ésta es la única manera en que podemos encontrar paz.

Lección 66 : "Mi función y mi felicidad son una ."
El propósito de la sesión larga de hoy (10-15 min) es reconocer que no sólo están conectadas tu función y tu felicidad, sino que de hecho, son lo mismo; ya que Dios sólo te da felicidad.
Comenzá pensando: "Dios me dá sólo felicidad, Dios me ha dado mi función. Por lo tanto, mi función tiene que ser la felicidad". Tratá de entender la lógica de esta secuencia, aunque no puedas aceptarla como cierta. Respecto de la 1a) frase, si Dios no te diera felicidad solamente, no podría ser sólo Amor. Respecto de la 2da), vimos que nuestra mente tiene 2 partes: una gobernada por el ego compuesta de ilusiones; otra que es la morada del Espíritu Santo, donde vive la verdad. Sólo se puede elegir uno de estos 2 guías. O nuestra función proviene de Dios, o proviene del ego. Y pensá en la consecuencia de estas 2 frases, durante la práctica de hoy, además de recordar las veces que seguiste las ideas del ego para salvarte. ¿Te sentiste feliz? ¿Lograste salvarte? Hoy necesitamos ser muy honestos. O prestamos oídos al ego, o a Dios.
Para las sesiones cortas (2 veces por hora" repetí "Mi función y mi felicidad son una porque Dios me dio las dos", y pensá en estas palabras mientras las decís.

Lección 67 : "El Amor me creó a semejanza de sí mismo ."
La idea de hoy es la exacta afirmación de lo que somos. Por ello, somos la luz del mundo, la salvación del mundo, el Hijo de Dios. Hoy trataremos de llegar a esta verdad acerca de nosotros.
Durante la sesión larga de hoy (10-15 min) pensemos en tu realidad y tu naturaleza inalterada añadiendo pensamientos afines, como "La santidad me creó Santo. La Bondad me creó bondadoso" etc. añadiendo atributos de Dios. Luego tratá de vaciar tu mente, y de ir más allá de pensamientos e imágenes, hasta la verdad en vos. Si el Amor te creó a semejanza de sí mismo, ese Amor tiene que estar en vos, en alguna parte de tu mente donde puedas hallarlo. Repetí de vez en cuando la idea de hoy para evitar distraerte.
Sesiones Cortas: hacelas tan a menudo como puedas, (4 ó 5 veces por hora si podés) para oír la verdad acerca tuyo, eliminando las falsas imagenes que tenés de vos mismo. No es tu diminuta voz la que dice esto, sino la Voz de Dios, que habita dentro tuyo: El Amor te creó a semejanza de sí mismo.

Lección 68 : "El Amor no abriga resentimientos."
No podés al mismo tiempo, tener resentimientos (olvidándote de quién sos) y conocer a tu Ser. Tener resentimientos es permitir que el ego tome el control; te hace creer que estás separado de tu Fuente, y que sos distinto de Él. Escindido de tu Ser, que parece dormir, la parte de tu mente que teje ilusiones parece despierta: y como el que abriga resentimientos niega haber sido creado por el Amor, su Creador se vuelve algo temible. Si ésto fuera cierto, ¿no vale la pena abandonar los resentimientos y abrazar el perdón?
Práctica Larga: Buscá en tu mente aquellas personas que sean objeto de tus mayores resentimientos. Luego traé aún los resentimientos insignificantes contra aquellos que amás. Esto te deja solo en medio del universo. Ahora decile a cada una de estas personas: "Te consideraré mi amigo, para poder recordar que eres parte de mí y así poder llegar a conocerme a mí misma" El resto de la sesión tratá de imaginarte en paz con todo el mundo, a salvo en un mundo que te protege y te ama, y al que a tu vez, vos amás. Al final decí "El Amor no abriga resentimientos. Cuando me desprenda de mis resentimientos, sabré que estoy perfectamente a salvo".
Sesiones Cortas: Cada vez que surja un pensamiento de resentimiento contra alguien, repetí (tanto si la persona está presente como si no): "El Amor no abriga resentimientos. No traicionaré a mi propio Ser".
Además, cada hora varias veces, repetí la idea así: "El Amor no abriga resentimientos. Quiero despertar a la verdad de mi Ser, dejando a un lado todos mis resentimientos y despertando en Él."

Lección 69 : "Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."
Nadie puede ver lo que sus resentimientos ocultan. Así, al ocultar la luz, el mundo se halla a oscuras, y vos junto con el mundo. Pero a medida que el velo se corre, te liberás junto con ellos. Compartí tu salvación con aquellos que estaban a tu lado en la oscuridad. Hoy intentamos nuevamente llegar a la luz en vos.
Páctica larga: Comenzaremos siendo conscientes de que esto es así, y con la firme convicción de llegar a aquello que nos es más querido: la salvación es nuestra única necesidad; no tenemos otra función. Tratá de darle la importancia enorme que tiene. Ahora, tratemos de deshacernos del contenido de nuestra conciencia: pensá en tu mente como un gran círculo rodeado de densas nubes, al que ves de lejos. Resolvete finalmente a atravesar las nubes. En tu mente, extendé la mano y tocalas; sentí su textura. Apartalas, y sentilas rozar tu cara, sabiendo que las nubes son insustanciales, no pueden detenerte. Sentirás que estás siendo elevado, transportado hacia adelante. Tus esfuerzos invocan al poder del Universo en tu ayuda, y el propio Dios te llevará hacia la luz. No podés fracasar, porque tu deseo coincide con el Suyo. Repetí entonces: "Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí. No puedo ver lo que he ocultado. Mas por mi salvación y la del mundo, deseo que me sea revelado".
Sesiones Cortas: Si durante el día sentís algún resentimiento, decí para tus adentros:
"Si siento este resentimiento, la luz del mundo quedará velada para mí. Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."

Lección 70 : "Mi salvación procede de mí."
Toda tentación no es más que una variante de la tentación de no creer la idea de hoy. Pero si la creemos, nada externo a vos puede salvarte... pero tampoco puede dañarte, ni perturbar tu paz. Esta idea te pone a cargo del Universo; aceptarla es la salvación.
Pácticas largas: (2 de 10 min: vos decidís cuándo) Consisten en reconocer que nuestra voluntad y la de Dios coinciden en ésto: Dios quiere que sanemos, y nosotros no queremos estar enfermos, pues eso no nos hace felices. Al aceptar la idea de hoy, estamos de acuerdo con Dios. Comencemos repitiendo la idea de hoy, y añadiendo ideas afines: "Mi salvación procede de mí. No puede provenir de ninguna otra parte"
Con ojos cerrados, por varios minutos revisá las fuentes externas que en el pasado creíste que tenían la salvación para vos. Luego decite: "Mi salvación no puede proceder de ninguna de estas cosas. Mi salvación procede de mí y sólo de mí."
Tratá ahora de llegar nuevamente a la luz en vos. Recordá que la luz está detrás de las nubes de las ilusiones; usá cualquier medio que te atraiga para atravesarlas. Y recordá que Dios te lleva de la mano, que te está guiando.
Sesiones Cortas: (y frecuentes) Recordate que la salvación procede de vos, y que nada, excepto tus propios pensamientos, puede impedir tu progreso. Repetí: "Mi salvación procede de mí . No hay nada externo a mí que me pueda detener. En mí se encuentra la salvación del mundo y la mía propia."

Lección 71 : "Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito."
Hasta ahora, hemos seguido el plan del ego, que se basa en abrigar resentimientos, creyendo que si otra persona hace o dice algo, u ocurriese tal o cual cosa, te salvarías; percibiendo la salvación siempre como externa a vos. Cada resentimiento es una declaración: "Si esto cambiara, yo me salvaría". Por eso cambiamos de un método a otro, de un maestro a otro, buscando siempre afuera.
El plan de Dios, en cambio, es buscar la salvación allí donde está: pero para encontrarla, debes estar dispuesto a buscarla solamente allí, para no dividir tu propósito. La idea de hoy es la respuesta para salir de esta dualidad.
Pácticas largas: (2 de 10 min: vos decidís cuándo) Comenzá pensando en la idea de hoy, y en la dualidad que ya planteamos. "El plan de Dios para la salvación tendrá éxito, pero otros no" (no permitas que la segunda parte te cause depresión o desdicha) Luego, dedicá el resto de la sesión a preguntarle a Dios su plan:
"¿Qué quieres que haga? ¿Adónde quieres que vaya? ¿Qué quieres que diga, y a quién?" Él responderá en la medida en que estés dispuesto a oír, y el hecho de hacer los ejercicios, demuestra tu disposición.
Sesiones Cortas: Durante el día, mantenete atento a no sentir resentimientos, repitiendo esta variación de la idea: "Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación, y sólo Su plan tendrá éxito."
Además, tratá de recordar unas 6 veces por hora la idea de hoy. No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, que recordar la Fuente de tu salvación allí donde se encuentra.

Lección 72 : "Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación."
El ego ha intentado hacernos creer que lo único que somos es un cuerpo, y que el plan de Dios para nosotros es la muerte. Esta es la creencia del mundo que ves. Hay quienes odian al cuerpo y tratan de humillarlo, o quienes lo veneran y glorifican; pero mientras tu cuerpo siga siendo el centro del concepto que tenés de vos mismo, estás atacando el plan de Dios para la salvación, y abrigando resentimientos contra Él y contra Su creación. Hoy trataremos de poner fin a estos ataques contra la salvación, y en cambio, darle la bienvenida. Esta percepción invertida que tenías ha sido la ruina de tu paz; te viste a vos mismo como si estuvieras dentro de un cuerpo; y a la verdad, como algo que está fuera de vos. Pero la luz de la Verdad está en nosotros, allí donde Dios la puso. Hoy nos haremos conscientes de que aceptar el plan de Dios para la salvación es lo mismo que haberlo consumado.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), suspendamos todo juicio y preguntémosle a Dios cuál es su plan para nosotros. :"¿Qué es la salvación, Padre? No lo sé. Dímelo, para que lo pueda entender" Luego, aguardemos quedamente Su respuesta. Queremos ver, oír y aprender. Cada vez que tu esperanza flaquee, o dudes, repite la pregunta. Y resolvete a escuchar.
En las sesiones cortas, (2 por hora) comenzá diciendo : "Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación. Permitime aceptarlo en lugar de atacarlo. ¿Qué es la salvación, Padre?" Luego esperá en silencio (1 min) Su respuesta.

Lección 73 : "Mi voluntad es que haya luz."
Los deseos del ego y su necesidad de fabricar resentimientos, dieron lugar al mundo como lo vemos, con figuras que parecen atacarnos, haciendo que nuestros juicios estén "justificados".
Perdemos conciencia de nuestra Voluntad en esta transacción en la que la culpabilidad se renueva cada vez, y los resentimientos aumentan con cada intercambio. pero, ¿acaso Dios, que nos ama, podría haber creado desastres para nosotros? La creación es la Voluntad conjunta de ambos, Dios y Su hijo, ¿cómo iba a crear un mundo que pudiera destruírlo?
Hoy trataremos de ponernos en contacto con el mundo que está acorde con tu voluntad. La luz está en él, porque aunque no es el Cielo, Su luz resplandece sobre él.
Tu imagen del mundo sólo puede reflejar lo que está dentro tuyo. Ni la fuente de luz ni la oscuridad pueden hallarse fuera de vos. Tu interior define al mundo que contemplas. Salvando la barrera de los resentimientos, el perdón despeja las tinieblas.
Abordemos los ejercicios de hoy (2 sesiones largas) reconociendo que sólo el plan de Dios para la salvación está en completo de acuerdo con tu voluntad. No es un poder externo que se te impone contra tu voluntad; sino que hoy, el Hijo de Dios está dispuesto a contemplar la luz que mora en Él y salvarse. Luego de recordarte ésto, repetí para adentro con tranquila certeza: "Mi voluntad es que haya luz. Quiero contemplar la luz que refleja la voluntad de Dios y la mía." poné el resto de la sesión bajo Su dirección.
Sesiones cortas: varias veces por hora, repetite: "Mi voluntad es que haya luz. La oscuridad no es mi voluntad". Además, aplicala de inmediato si te sientes tentado a abrigar resentimientos; te ayudará a desprenderte de ellos.

Lección 74 : "No hay más voluntad que la de Dios."
Reconociendo ésto, habrás reconocido que tu voluntad es la Suya. La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido, y la paz te envolverá.
La idea de hoy encierra una gran paz; nuestro propósito es encontrarla. Comenzá las sesiones más largas repitiendo varias veces: "No hay más voluntad que la de Dios. No puedo estar en conflicto". Luego, dedicá varios minutos a añadir pensamientos afines, por ej. "estoy en paz, nada puede perturbarme" etc. Hacele frente a cualquier pensamiento conflictivo que aparezca repitiendo: No hay más voluntad que la de Dios. Este pensamiento conflictivo no significa nada". Si parece persistir, agregá: "Mis conflictos respecto a ..... no pueden ser reales". Luego cerrá los ojos y tratá de experimentar la paz a la que tu realidad te dá derecho. Sumergite en ella. Sentí cómo te va envolviendo. Sentirás una profunda sensación de dicha; la paz se caracteriza por la dicha.
En las sesiones cortas (llevadas a cabo a intervalos previamente determinados por vos) decite:
"No hay más voluntad que la de Dios. Hoy busco Su paz." y tratá de hallar lo que buscás.
Dedicar 1 o 2 min. con ojos cerrados a ésto, cada 1/2 hora, será tiempo bien empleado.

Lección 75 : "La luz ha llegado."
La luz ha llegado. Te has curado y podés curar, te has salvado y podés salvar. Estás en paz y las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. Hoy celebraremos el feliz desenlace de tu largo sueño de desastre. Hoy, nuestros ejercicios serán felices, y daremos las gracias por la desaparición de lo viejo y el comienzo de lo nuevo.
Sesiones largas: las dedicaremos a ver el mundo que el perdón nos muestra. No queremos hoy ver ni la sombra del ego. Decí para vos: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo". No te entretengas en el pasado; estás esperando a que se te muestre el nuevo mundo que habitarás. Repetí la idea varias veces. Confiá en que el perdón te hace acreedor de la visión, y el Espíritu Santo está con vos mientras esperás. Decile que sabés que no podés fracasar, porque confiás en Él. Esperalo pacientemente, y verás el mundo que se te ha prometido desde el principio de los tiempos.
Sesiones cortas: serán asimismo jubilosos recordatorios de tu emancipación. Cada cuarto de hora, recordate que hoy es un día de celebración: decite: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo". Y si cualquier tentación parece estarte llevando hacia las tinieblas, repetí para vos: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo"

Lección 76 : "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Esta idea te repite una vez más cuán simple es la salvación; buscándola allí donde está, la encontrarás. Creyendo que puedes obedecer las leyes del mundo, de la medicina, de la economía, y de la salud, y que protegiendo tu cuerpo te salvarás, creyendo que estás solo a no ser que otro cuerpo esté con vos, no es creer en leyes, sino en locura. Todas estas leyes tienen origen en tu mente, dirigida por tu ego.
Las leyes de Dios no pueden ser reemplazadas; dedicaremos el día de hoy a regocijarnos de que así sea. Comenzaremos las sesiones largas(2) , repasando las "leyes" que hemos creído que salvarían nuestra vida (por ej, de la nutrición, de la medicina, de la amistad, etc) si las obedecíamos. Luego, desechá todas estas creencias mágicas y mantené la mente en silenciosa preparación para escuchar la Voz que te dice la verdad. Las leyes de Dios dan eternamente sin quitarte nada. Escucharás del Amor de Dios, de la infinita dicha que te ofrece. Repitamos la idea de hoy hasta haber escuchado y comprendido que no hay más leyes que las de Dios.
Para cerrar, repetí : "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Sesiones cortas: 4 ó 5 veces por hora, repetí esta dedicatoria así como en respuesta a cualquier tentación de sentirte sujeto a otras leyes que las Suyas. Es nuestro reconocimiento de que Dios es nuestro Padre y que Su Hijo se ha salvado.

Lección 77 : "Tengo derecho a los milagros."
Hoy reivindicaremos los milagros a los que tenés derecho, porque te pertenecen. El Reino de Dios está dentro tuyo y jamás lo podrás perder. No pedimos sino lo que en verdad nos pertenece, y no nos conformaremos con menos
Sesiones largas: decite con absoluta certeza que tenés derecho a los milagros. cerrá los ojos, y recordá que estás pidiendo lo que te pertenece, y que al hacer valer tu derecho, estás haciendo valer los derechos del mundo. Los milagros no obedecen las leyes del mundo, sino las de Dios. Luego, esperá en silencio la ratificación de tu petición, ya que no estás sino pidiendo que se haga la Voluntad de Dios. Y en realidad, no estás pidiendo sino afirmando un hecho innegable.
Sesiones cortas: Repetí frecuentemente : "Tengo derecho a los milagros." cada vez que se presente una situación que lo requiera; las reconocerás fácilmente.
Si te asaltan tentaciones, repetí: "Tengo derecho a los milagros. No intercambiaré milagros por resentimientos. Quiero únicamente lo que me pertenece. Dios ha establecido mi derecho a los milagros."

Lección 78 : "¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!"
En cada decisión que tomás estás elijiendo entre un resentimiento y un milagro. Cada resentimiento se alza como un escudo de odio, impidiéndote ver el milagro oculto detrás.
Hoy vamos a ir más allá de los resentimientos, dejándolos caer para ver la luz detrás, ya que cada uno es un obstáculo a la visión del Hijo de Dios. Hoy intentaremos ver al Hijo de Dios.
Seleccionaremos a alguien que haya sido objeto de tus resentimientos, y dejando de lado los resentimientos, lo contemplaremos. Quizá sea alguien que temes u odias, o a quien llamas amigo pero te hizo enfadar. Ya sabés quién es: su nombre ya cruzó tu mente. En él pedimos que se nos muestre el Hijo de Dios. El que era enemigo, se convierte en amigo cuando está en libertad de asumir el santo papel que el Espíritu Santo le asignó.
En las sesiones largas, lo veremos asumiendo la función de nuestro salvador; pero primero intentá verlo como lo ves actualmente. Pasá revista a sus fallas, al dolor que te causó, a sus descuidos... contemplá todas sus imperfecciones. Luego pedí que se te conceda verlo de otra manera: "Quiero contemplar a mi salvador en éste a quien Tú has designado como aquel al que debo pedir que me guíe hasta la santa luz en la que él se encuentra, de modo que pueda unirme a él." Con los ojos cerrados, lo que has pedido no se te negará. El Espíritu Santo se extiende desde él hasta tí. Permanecé muy quedo, que Dios te dá las gracias por estos momentos en que tu decisión es ver el milagro de amor.
Sesiones cortas: Recordemos esto a lo largo del día, permitiendo que todo aquel con el que te encuentres o en el que pienses, asuma el papel de salvador, rogando: "¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!"

Lección 79 : "Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto."
No podemos resolver (ni saber si está resuelto) un problema a menos que sepamos de qué se trata. El problema de la separación, que en realidad es el único que hay, ya se ha resuelto. Pero no lo hemos reconocido porque no reconocimos el problema; esta es nuestra situación hoy. Parecemos enfrentarnos a una larga lista de problemas, y apenas uno se resuelve, otro lo reemplaza; parecen no tener fin. Nadie podría resolver todos los problemas que el mundo parece tener, además. La tentación de considerar que los problemas son múltiples es la tentación de dejar el problema de la separación sin resolver; y tal como los percibimos, el desaliento y la depresión son inevitables. Si pudiéramos reconocer que nuestro único problema es la separación, en cualquier forma que se manifieste; que existe un común denominador, comprenderíamos que disponemos de los medios para resolverlos todos.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), preguntaremos cuál es el problema y cuál su solución. No asumiremos que ya lo sabemos, y trataremos de liberara nuestras mentes de las innumerables clases de problemas que parecen tener. Trataremos de reconocer que sólo tenemos un problema que no hemos reconocido. La respuesta a nuestras preguntas nos será dada. Tratá de no insistir en definir el problema; tratá de poner en duda tu definición de tu versión de lo que son tus problemas. Tratá de darte cuenta que al reconocer el problema real, también tenés la solución y podés quedar en paz.
En las sesiones cortas, (hoy no están regidas por el reloj, sino por la necesidad) ante cada problema que se te presente, recordate que tenemos que reconocer que hay un solo problema y una sola la solución. Con este reconocimiento, todos los problemas se resuelven y llega la paz. Ante cada dificultad que parezca surgir, decite de inmediato: "Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto." y tratá de suspender todo juicio respecto al problema. Si podés, cerrá los ojos y preguntá cuál es el problema. Serás escuchado, y se te responderá.

Lección 80 : "Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto."
La salvación depende de que reconozcas que la separación es el único problema y que entiendas que ya se ha resuelto. Así, la salvación se ha consumado, y se te libera de todo conflicto. ¡Tu único problema ya se ha resuelto! Repetí esto para tus adentros una y otra vez a lo largo del día, con gratitud y convicción. Hoy tenés derecho a la paz. Un problema resuelto no te puede perturbar. Asegurate, por lo tanto, de no olvidarte que todos los problemas son uno solo, y que sus múltiples formas no te pueden engañar.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), reivindicaremos la paz que será nuestra inevitablemente una vez que el problema y la solución se hayan reconciliado. Al haber reconocido el problema, reconociste la solución; cerrá los ojos y recibí tu recompensa. Reconocé que no tenés conflictos, que estás libre y en paz.
En las sesiones cortas, afirmá con frecuencia "Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto." tan a menudo como sea posible. Asegurate en particular, de usar la idea ante cualquier problema concreto que pueda surgir. Decí de inmediato: "Permítaseme reconocer que este problema ya se ha resuelto."
Propongámonos hoy no acumular resentimientos, y estar libres de problemas que no existen.


SEGUNDO REPASO
Ahora iniciamos nuestro segundo repaso, que incluye 2 ideas por día: la primera parte del día la dedicamos a una idea, y la segunda parte a la otra. Haremos sólo una sesión larga en el día, de 15 min., y la comenzaremos pensando en ambas ideas, y en los comentarios de ellas. Los primeros minutos, dedicalos a leerlas, luego cerrá los ojos y escuchá. Si sentís que tu mente divaga, repetí las frases del día, pero tratá de pasar la mayor parte de la sesión "escuchando": hay un mensaje para vos. Confiá en recibirlo, recordá que es para vos y querés recibirlo.
No permitas a tu intención vacilar ante los pensamientos que vengan a distraerte: no tienen poder a menos que vos se lo otorgues. Tu voluntad te llevará más allá de ellos.
Considerá estas sesiones como consagraciones al Camino, a la Verdad y a la Vida.
En las sesiones cortas con c/u de las ideas, reafirmá tu determinación, usando la idea en su forma original para las aplicaciones en general, y variaciones más específicas cuando sea necesario (van algunas a modo de orientación). Las palabras que uses no son lo importante.

Repaso 81 : 1)"Yo soy la luz del mundo" ¡Qué santo soy, que se me ha encomendado la función de iluminar el mundo! Séame concedido poder permanecer en quietud ante mi santidad. Que en su serena luz, desaparezcan todos mis conflictos, y que en su paz pueda recordar quién soy.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No nublaré la luz del mundo en mí" "Que la luz del mundo resplandezca a través de esta apariencia" "Esta sombra desaparecerá ante la luz"
2) "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo."
Sólo aceptando mi función podré ver la luz del mundo en mí. Esta aceptación no depende de que yo reconozca lo que mi función es, porque aún no comprendo lo que es el perdón. Pero confío en que en la luz lo veré tal como es.
Variaciones específicas: "Que esto me ayude a aprender el significado del perdón" "No dejes que separe mi función de mi voluntad" "No me valdré de esto para apoyar un propósito ajeno a mí"

Repaso 82 : 1)"La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón" Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través mío; por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. Es el medio por el que el mundo sana, junto conmigo. Permítaseme perdonar al mundo, para que pueda sanar junto conmigo.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Que la paz se extienda de mi mente a la tuya, (nombre)" "Comparto la luz del mundo con vos, (nombre) " "Mediante mi perdón puedo ver èsto tal cual es"
2) "No dejes que me olvide de mi función."
No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. No puedo desempeñar mi función si la olvido, y a menos que la desempeñe, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga.
Variaciones específicas : "No me valdré de ésto para ocultarme a mí mismo mi función" "Me valdré de ésto para desempeñar mi función" "Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función".

Repaso 83 : 1)"Mi única función es la que Dios me dio." No tengo otra función salvo la que Dios me dio. Reconocerlo me libera de todo conflicto; significa que no puedo tener metas conflictivas. Al tener sólo un propósito, siempre estoy segura de lo que debo hacer, de lo que debo decir y pensar. Al reconocerlo, toda duda desaparece.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Mi percepción de ésto no altera mi función." "Esto no me confiere una función distinta a la que Dios me dio" "No me valdré de ésto para justificar una función que Dios no me dio."
2) "Mi función y mi felicidad son una."
Todas las cosas que proceden de Dios son una; proceden de la Unicidad (que significa la calidad, estado o hecho de ser uno) y tienen que ser recibidas como una sola. Desempeñar mi función es mi felicidad, porque ambas proceden de la misma Fuente.
Variaciones específicas: "Esto no puede separar mi felicidad de mi función" "La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada por esto" "Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función".

Repaso 84 : 1)"El Amor me creó a semejanza de sí mismo." Fui creado a semejanza de mi Creador. No puedo sufrir, ni experimentar pérdidas, ni morir. No soy un cuerpo. Hoy quiero reconocer mi realidad, no adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que forjé de mí mismo para reemplazar a mi Ser. El Amor me creó a semejanza de sí mismo.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No me dejes ver en ésto una ilusión de mí mismo." "Mientras contemplo ésto, quiero recordar a mi Creador" "Mi Creador no creó ésto como yo lo estoy viendo."
2) "El amor no abriga resentimientos."
Los resentimientos son completamente ajenos al amor; lo atacan y oscurecen su luz. Si abrigo resentimientos, estoy atacando al amor y por ende, atacando a mi Ser. Así, mi Ser se vuelve extraño a mí. Por eso, estoy decidida a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy.
Variaciones específicas: "Ésto no justifica que niegue a mi Ser" "No me valdré de ésto para atacar al amor" "No dejaré que ésto me tiente a atacarme a mí mismo".

Repaso 85 : 1)"Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."

Mis resentimientos me muestran lo que no está ahí, y me ocultan lo que quiero ver. Luego de reconocer ésto, ¿para qué los quiero? Me mantienen en la oscuridad, y ocultan la luz, ya que los resentimientos y la luz no pueden coexistir; pero la luz y la visión tienen que unirse para que yo pueda ver. Y para ver, tengo que desprenderme de mis resentimientos.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No permitas que haga de ésto un obstáculo a la visión." "La luz del mundo desvanecerá todo esto con su resplandor" "No tengo necesidad de ésto. Lo que quiero es ver."
2) "Mi salvación procede de mí."
Hoy reconoceré dónde está mi salvación. Está en mí porque ahí es donde está su Fuente, y no la ha abandonado, por ello no pudo haber abandonado mi mente. Dejaré de buscarla fuera de mi mismo. Se extenderá desde dentro de mí y todo lo que vea no hará sino reflejar la luz que brilla en mí y en sí mismo.
Variaciones específicas: "Ésto no puede privarme de la salvación" "No dejaré que ésto me tiente a buscar la salvación fuera de mí mismo" "No permitiré que ésto interfiera en la conciencia que tengo de la Fuente de mi salvación".

Repaso 86 : 1)"Sólo el Plan de Dios para la salvación tendrá éxito."

Es inútil andar buscando la salvación en cualquier parte. Muchas veces creí verla en personas y cosas, pero estaba equivocada con respecto a dónde se encuentra, y a lo que es. Ya no emprenderé búsquedas inútiles. Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito, y me regocijaré porque su Plan no puede fallar.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "el plan de Dios para la salvación me librará de mi percepción de ésto." "Esto no es una excepción al plan de Dios para la salvación" "Quiero percibir ésto a la luz del plan de Dios para la salvación"
2) "Abrigar resentimientos es un ataque para el plan de Dios para la salvación."
Al abrigar resentimientos, estoy excluyendo de mi conciencia mi única esperanza de salvación. Pero no quiero seguir yendo contra mis propios intereses de esta manera descabellada. Quiero aceptar el Plan de Dios para la salvación y ser feliz.
Variaciones específicas: "Según contemple ésto estoy eligiendo entre la percepción falsa y la salvación" "Si veo en ésto motivos par abrigar resentimientos, no veré motivos que justifiquen mi salvación" "Esto es un llamamiento a la salvación, no al ataque".

Repaso 87 : 1)"Mi voluntad es que haya luz." Hoy usaré el poder de mi voluntad. No es mi voluntad andar a tientas en la oscuridad temeroso de las sombras y amedrentado por cosas irreales. La luz será mi guía hoy; la seguiré y contemplaré lo que me muestre. Experimentaré la paz de la verdadera percepción.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver" "(nombre), estás en la luz junto conmigo" "En la luz, esto se ve de otra manera"
2) "No hay más voluntad que la de Dios."
Estoy a salvo hoy, porque No hay más voluntad que la de Dios; temo sólo cuando creo que hay otra voluntad. Trato de atacar cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar creo estar amenazado. Hoy reconoceré que nada de esto es real.
Variaciones específicas: "Permítaseme percibir ésto de acuerdo con la voluntad de Dios "La voluntad de Dios, así como la mía, es que vos, xx, seas Su Hijo" "Esto es parte de lo que la voluntad de Dios dispuso para mí, independientemente de como lo vea yo".

Repaso 88 : 1)"La luz ha llegado." Al elegir la salvación en vez del ataque estoy eligiendo reconocer lo que ya está allí. La salvación es una decisión que ya se tomó; ataque y resentimientos no existen como opciones. La luz ha llegado. Solamente puedo elegir la luz porque no hay otra opción. La luz reemplazó a la oscuridad, que ha desaparecido.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto no puede mostrarme la oscuridad, porque La luz ha llegado." "Tu luz, (nombre) es lo único que quiero ver"
2) "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Esta es la perfecta declaración de libertad. La tentación de inventar otras leyes y permitir que me subyuguen acecha, y sufro únicamente porque creo en ellas; pero en realidad, no me afectan en absoluto. Estoy a salvo de los efectos de cualquier ley, excepto las de Dios, y Sus leyes son las de la libertad.
Variaciones específicas: "Veo únicamente las leyes de Dios operando en ésto" "Permítaseme dejar que las leyes de Dios actúen en esto y no las mías".

Repaso 89 : 1)"Tengo derecho a los milagros." Esto es porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios; ellas me liberan del resentimiento y lo reemplazan con milagros. Acepto los milagros en vez de los resentimientos, que no son sino ilusiones que ocultan los milagros que están detrás de los resentimientos. Acepto ahora aquello a lo que las leyes de Dios me dan derecho, para usarlo en beneficio de la función que Dios me dio.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Detrás de esto hay un milagro al que tengo derecho." "No voy a abrigar resentimiento contra vos, (nombre), sino que te voy a ofrecer el milagro al que tenés derecho" "Visto correctamente, ésto me ofrece un milagro"
2) "¡Que los milagros reemplacen todos mi resentimientos!"
Con esta idea, mi voluntad se une a la del Espíritu Santo y percibo ambas como una. Así acepto mi liberación del infierno, y expreso que deseo que mis ilusiones sean reemplazadas por la Verdad, de acuerdo al Plan de Dios para la salvación.
Variaciones específicas: "(nombre), dejemos que los milagros reemplacen nuestros resentimientos" "Detrás de ésto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos".

Repaso 90 : 1)"Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto."
Hoy quiero ver que el problema siempre es alguna forma de resentimiento. Quiero comprender que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. Hoy quiero recordar la simplicidad de la salvación, recordando que sólo hay un problema, (un resentimiento) y una solución, (un milagro). E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que ocupa su lugar
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto supone un problema para mí, que quiero que se resuelva." "El milagro que está detrás de este resentimiento, lo resolverá por mí" "La solución a este problema es el milagro que este problema oculta"
2) "Permítaseme reconocer que estos problemas se han resuelto."
La única razón por la que creo tener problemas, es que uso el tiempo indebidamente, creyendo que primero ocurre el problema y luego debe resolverse. No veo el problema y la solución como acontecimientos simultáneos, porque aún no me di cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, y el tiempo no los puede separar. El Espíritu Santo me lo mostrará si se lo permito.
Variaciones específicas: "No tengo que esperar a que esto se resuelva" "La solución a este problema ya se me dio, si estoy dispuesto a aceptarla" "El tiempo no puede separar este problema de su solución".

Finalizado el repaso, volvemos a las lecciones.
Lección 91 : "Los milagros se ven en la luz"
Es importante reconocer que los milagros y la visión van de la mano. El milagro está siempre allí, no importa que los percibas o no. Los verás en la luz, y no en la oscuridad. Por eso, la luz es crucial; en la oscuridad no podés ver el milagro, y creés que no existe. Esto mismo es para la luz: no percibir la luz, es percibir la oscuridad, y la aparente realidad de la oscuridad, hace que la idea de la luz no tenga sentido. Si te dijeran que lo que no ves está ahí, no lo creerías. Sólo creés en lo que ven los ojos del cuerpo. Para invertir esta percepción, estás respaldado por una fortaleza que hará desaparecer tus dudas y que vive en vos. Hoy trataremos de sentir esa fortaleza.
Sesiones largas: 3 veces en el día, por 10 minutos, tratá de dejar atrás tu debilidad. Se logra si te das instrucciones a vos mismo de ser algo más que un cuerpo. Podés escaparte del cuerpo si lo decidís; podés experimentar la fortaleza que vive en vos. Comenzá diciendo: "Los milagros se ven en la luz. Los ojos del cuerpo no perciben la luz. Mas yo no soy un cuerpo. ¿qué soy entonces?" Esta pregunta es crucial. Lo que pensás que sos debe ser erradicado para que lo que realmente sos te sea revelado. La verdad de lo que sos apela a la fortaleza que vive en vos, para llevar tu conciencia más allá de lo que el error oculta. Y con cada atributo que venga a tu mente, enunciá los opuestos que ocuparán su lugar. Por ej: "No soy débil, sino fuerte. No soy un inútil, sino todopoderoso. No tengo dudas, sino seguridad", etc. terminando con "No puedo ver en la oscuridad, sino en la luz".
Luego, tratá de experimentar estos enunciados que hiciste. La debilidad está asociada a la idea de que sos un cuerpo. Luego, sólo relajate por el resto de la sesión.
Sesiones cortas: 5 ó 6 veces por hora, recordate que los milagros se ven en la luz. Ante una tentación, repetite: "Los milagros se ven en la luz. No cerraré los ojos por causa de ésto"

Lección 92 : "Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una"
Esta idea es una ampliación de la de ayer. Trataremos de asociar la luz con la fortaleza, y la debilidad con la oscuridad. Ahora creés que ver es usar los ojos del cuerpo; creés que el cerebro puede pensar. Pero la fortaleza de Dios que vive en vos es la luz en la que ves, y es Su mente con la que pensás. Su fortaleza niega tu debilidad, y es tu debilidad lo que ves con los ojos del cuerpo. La debilidad ve todo como diferente a sí misma; juzga, condena y no ama, permaneciendo en la oscuridad para ocultarse. Se teme, se ataca y se odia a sí misma. La fortaleza pasa la debilidad por alto, al mirar más allá de las apariencias; te brinda la luz en la que tu Ser aparece. La fortaleza procede de la Verdad, y brilla con la luz que su Fuente le otorgó. La fortaleza y la luz se unen en vos, y ahí donde se unen, tu Ser se alza para recibirte como Suyo.
Allí trataremos de llegar hoy.
Sesiones largas: 2 veces, por 20 minutos (a la mañana y a la noche) estemos presentes en ese encuentro. Dejate conducir ante tu Ser. Dejá la oscuridad, y practicá ver en la luz, cerrando los ojos del cuerpo y pidiendo hallar el encuentro entre tu ser y tu Ser, donde la luz y la fortaleza son una.
Sesiones cortas: repitamos la idea de hoy tan a menudo como sea posible, reconociendo que es el preludio de la visión, y que nos está llevando de la oscuridad a la luz donde pueden percibirse los milagros.

Lección 93 : "La luz, la dicha y la paz moran en mí"
Creés ser morada del mal, y que si alguien viese la verdad acerca tuyo, te odiaría. Esta creencia está arraigada pero no tiene fundamento. Que cometiste errores es obvio; pero hoy vamos a poner en tela de juicio esta sentencia. Estos pensamientos no concuerdan con la voluntad de Dios. Todo el mal que creés haber hecho, nunca ocurrió; tus pecados no son nada, porque seguís tan puro como fuiste creado. El ser que vos fabricaste no es ni bueno ni malo; al no ser el Hijo de Dios, es irreal, por tanto, no existe. Tu impecabilidad está garantizada por Dios, y la luz, la dicha y la paz moran en vos, porque ahí las puso Dios. La salvación requiere aceptar este pensamiento: sos tal como Dios te creó.
Sesiones largas: Por 5 minutos al comienzo de cada hora, comenzá repitiendo esta verdad: "La luz, la dicha y la paz moran en mí. Mi impecabilidad está garantizada por Dios". Pasá el resto de la sesión tratando de experimentar lo que Dios te ha dado, en lugar de lo que vos decretaste para vos. Tratá de experimentar la santidad de tu único Ser, y el Amor del que fue creado.
Aún cuando no puedas dedicarle 5 minutos, repetí estos pensamientos cada hora. Luego, dedicale 1 minuto con ojos cerrados para tomar conciencia de que son la verdad acerca tuyo.
Aplicalo también ante cada situación que parezca perturbarte.

Lección 94 : "Soy tal como Dios me creó"
Esta idea silencia al ego, y nos brinda la total salvación. Con esta idea se restaura la cordura. Sos tal como Dios te creó, por lo tanto tenés que ser fuerte, lleno de luz e impecable. Las tinieblas no pueden ensombrecer la gloria del Hijo de Dios.
Sesiones largas: Hoy volvemos a dedicar los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora, a intentar sentir la verdad que está en nosotros: "Soy tal como Dios me creó. Soy su hijo eternamente". Tratá ahora de llegar al Hijo de Dios en vos, al Ser que jamás pecó, ni abandonó la morada de Dios. Sólo se te pide ir más allá de los atributos (buenos o malos) que te hayas adjudicado, y aguardar la verdad con expectación.
Si no cumplís con dedicarle 5 minutos, al menos repetí estos pensamientos cada hora.
Sesiones cortas: Repeti hoy frecuentemente que sos tal como Dios te creó. Y a cualquier persona que parezca irritarte, respondele: "Sos tal como Dios te creó. Sos Su Hijo eternamente."
Intentá cumplir los ejercicios 1 vez por hora. Cada sesión es un paso gigantesco hacia tu liberación.

Lección 95 : "Soy un sólo Ser, unido a mi Creador"
Esta idea te describe tal como Dios te creó. Sos uno con vos mismo, y uno con Él. Tu perfecta unidad hace que cualquier cambio en vos sea imposible. Creés ser algo fraccionado y dividido en muchas partes conflictivas, que a duras penas se mantienen unidas. Pero hoy trataremos de ser conscientes de lo que puede oír y ver y tiene sentido: trataremos de llegar hasta tu único Ser.
Sesiones largas: Dedicar los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora a practicar esta idea te ofrece grandes ventajas: los períodos más largos hacen muy difícil evitar que te disperses. Además, a no ser que se nos recuerde frecuentemente nuestro propósito, tendemos a olvidarlo; traerlo a la mente 1 vez por hora, forma el hábito de usar la idea como respuesta a cualquier tentación.
Por ello, continuaremos con esta forma de práctica de 5 minutos por hora por algún tiempo. Se te exhorta a omitir las menos posibles. Pero no sientas el día como perdido si te olvidás; simplemente, reafirmá tu propósito volviendo al horario preestablecido . Estemos dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos cualquier desviación. Esta tolerancia con la debilidad nos permite pasarla por alto, en vez de otorgarle el poder de demorar nuestro aprendizaje. Es sólo un error; y un error sólo requiere ser corregido. Son sólo intentos del ego de mantenerte lejos de tu Ser. Sos un sólo Ser unido a tu Creador, uno con cada aspecto de la Creación, dotado de paz y poder infinito.
Comenzá la sesión diciéndote con gran certeza: "Soy un sólo Ser unido a mi Creador, uno con cada aspecto de la Creación, dotado de paz y poder infinitos." Luego, cerrá los ojos y repetilo para vos varias veces, tratando de experimentar las palabras.
Se necesita nuestra ayuda, nuestra intención para brindar felicidad a todo el mundo. Dios nos contempla, sabiendo que vamos a intentarlo. Compartí su certeza, mantenete alerta. No te olvides.
Sesiones cortas: repetí la idea de hoy tan a menudo como puedas, sabiendo que cada vez que lo hacés tu reconocimiento es un llamado al mundo a ser uno con vos. Y cuando te encotrés con alguien, decile silenciosamente: "Vos y yo somos un sólo Ser unidos a nuestro Creador en este Ser. Te honro en razón de lo que soy, y de lo que es Aquel que nos ama a ambos como uno solo"

Lección 96 : "La Salvación procede de mi único Ser"
Aunque sos un sólo Ser, te percibís como dos: bueno y malo, amor y odio, mente y cuerpo. Esta sensación de división en opuestos genera conflicto. Pero no podés conciliar los opuestos que percibís en vos, porque sólo uno de ellos es real; sólo uno existe.
La mente es el medio del que el espíritu se vale para expresarse a Sí mismo; y si le sirve, está en paz y llena de gozo. Pero si la mente se percibe a sí misma como un cuerpo al que confunde consigo, divorciada del espíritu, no tiene paz y es infeliz. Desasociada de su función, cree estar sola y separada. No pierdas más tiempo en esto. Tu Ser aún conserva Sus pensamientos, dentro de tu mente y en la Mente de Dios. Hoy intentaremos localizar este pensamiento.
Sesiones largas: Los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora los dedicaremos a buscar este Ser en tu mente. Comenzá diciendo: "La Salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición". Luego, escuchá Sus pensamientos y reclamalos como tuyos. Sentirás a tu Ser, y la paz que emana de él. Tu mente bendecirá todas las cosas.
Cada vez que dedicás 5 minutos de cada hora a buscar a Aquel que une tu mente con tu Ser, le brindás un tesoro adicional para que lo cuide para vos.

Lección 97 : "Soy espíritu"
Esta idea te identifica con tu único Ser, no acepta una identidad dividida; simplemente, declara la Verdad. Vos sos el espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. Él está siempre con vos, así como vos estás con Él.
Cada vez que practicás te volvés más consciente. Los minutos que dedicás se multiplican, porque el milagro hace uso del tiempo, pero no está regido por él. Un minuto que se dedica a estas ideas, se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito.
Sesiones largas: El Espíritu Santo se regocijará de tomar los primeros 5 minutos de cada hora para llevarlos a este mundo afligido donde el dolor parece reinar. Así, cada ofrenda se multiplica miles de veces. Comenzá diciendo: "Espíritu soy, un Santo Hijo de Dios, libre de toda limitación, a salvo, sano y pleno. Libre para perdonar y libre para salvar al mundo". El Espíritu Santo aceptará este regalo que le brindás y te lo devolverá multiplicado. Ofrecele gustosamente cada sesión de práctica de hoy.

Lección 98 : "Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios para la Salvación" Hoy es un día especial: nos pondremos de parte de la verdad, abandonando las ilusiones. Adoptaremos una postura firme en favor de Dios. ¡Qué dicha tener certeza! Dejemos de lado las dudas, afianzándonos en nuestra postura, seguros de nuestro propósito, agradecidos de que las dudas hayan desaparecido y la certeza nos cubra. Tenemos una función que desempeñar (aunque la desconozcamos) y quedamos libres de culpa al reconocer que nuestros pecados no eran sino errores, y al estar libres de culpa, nos liberamos del miedo, porque estamos a salvo.
Sesiones largas: ¿No vale la pena dedicar 5 minutos cada hora a aceptar la felicidad que Dios te dio? Esto garantiza tu liberación del dolor y del miedo, y una dicha que no es de este mundo. Hoy practicás con Dios mientras decís: "Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios para la Salvación" Dios aceptará tus palabras y te las devolverá radiantes de fe y confianza. Ofrecele las palabras, Él hará el resto.
Pasá cada hora preparándote para la próxima sesión en que te reunirás con Dios. Repetí la idea a menudo; cada vez que lo hacés, preparás tu mente para el feliz reencuentro.

Lección 99 : "La Salvación es mi única función aquí"
La salvación y el perdón son lo mismo. Ambos implican que algo anda mal, y precisa ser corregido, pero sólo son ilusiones irreales. Sin embargo, al haber creído en su existencia, nuestra mente precisa un plan, un pensamiento de Dios para pasar por alto lo que nunca ocurrió. El Espíritu Santo conserva ese plan en la mente de Dios y en la tuya, para recordarte que Dios es Amor y que todo lo que se oponga a esta idea no es Su voluntad.
El pensamiento cuya función es salvarte de todas las apariencias: "La Salvación es mi única función aquí. Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad"
Sesiones largas: Practicá con el pensamiento de Dios. Comenzá diciendo: "La Salvación es mi única función aquí. La salvación y el perdón son lo mismo." Pedí luego aprender lo que necesitás para dejar de lado el miedo y reconocer a tu Ser. Perdoná todo pensamiento que se oponga a la verdad de tu compleción, unidad y paz. No podés perder estos regalos que tu Padre te dio.
Sesiones cortas: repetí frecuentemente la idea de hoy durante el transcurso de la hora. Así, depositás el perdón en tu mente, y dejás que todo temor sea suavemente descartado, para que el amor pueda ocupar su lugar en vos y mostrarte que sos el Hijo de Dios.

Lección 100 : "Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial"
Igual que el Hijo de Dios completa al Padre, tu papel en Su plan lo completa. La salvación tiene que revertir la descabellada idea de pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas separadas y recorren caminos separados. Cuando mentes separadas comparten una función, se unen en un solo propósito. Cada una es igual a las demás
La voluntad de Dios para vos es perfecta felicidad. ¿Por qué habrías de querer contradecirle? Tu papel es tan esencial para el Plan como para tu felicidad. Y sin tu dicha, la dicha de Dios no es total; y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya. Los mensajeros de Dios rebosan de felicidad; su júbilo sana todo pesar y desesperación.
Hoy no permitiremos que la tristeza se abata sobre nosotros. Trataremos de comprender que la dicha es nuestra función. Hoy sos el mensajero de Dios, que brinda Su felicidad a todos y Su paz a los que te contemplan, pleno de felicidad.
Sesiones largas: Repetí la idea de hoy, dejando que por 5 minutos la felicidad brote de vos tal como es la voluntad de Dios y la tuya. Comprendé que tu papel es ser feliz. Es lo único que se te pide. Es un error creer que se te pide sacrificio. Tratá de encontrar la dicha que te demuestra a vos y al mundo, lo que la Voluntad de Dios dispone para sus Hijos. Tu función es encontrarla aquí y ahora. ¡Ojalà lo logres hoy, a medida que ascendés para hallar el Cristo en vos!
Sesiones cortas: Recordá la idea de hoy entre las sesiones largas de cada hora. Es tu Ser el que te llama hoy, tenés que encontrar la felicidad que tiene para vos, para poder darla.

Lección 101 : "La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad"
Hoy continuamos con el tema de la felicidad. Aún creemos que es la salvación requiere que "suframos" como penitencia a nuestros pecados. No es así, pero no podrás cambiarlo hasta que dejes de creer que el pecado es real y que realmente el Hijo de Dios puede pecar. Si el pecado fuera real, el castigo sería justo, y la felicidad no puede ser sino una ilusión, y la salvación tendría que ser por medio del dolor. ¿Quién buscaría un castigo así? ¿Quién no huiría de la salvación, que tendría que implicar dolor y sufrimiento?
Hoy necesitamos las sesiones de práctica que nos enseñan que el pecado no es real, y que el dolor y sufrimiento carecen de causa. Aceptá la Expiación: el pecado no existe. La dicha es justa, y el dolor no es sino una señal de haberse equivocado con respecto a uno mismo.
Sesiones largas: Por 5 minutos al comienzo de cada hora, comenzá repitiendo "La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. El pecado no existe ni tiene consecuencias" Luego intentá encontrar la dicha que estos pensamientos le darán a tu mente. Entregá gustosamente estos cinco minutos por hora para librarte de la pesada carga que te echaste encima al creer que el pecado es real, que puede existir. Escapate hoy de la locura. Estás firmemente plantado en el camino que te lleva a la libertad, y esta idea te da alas para acelerar tu progreso, y esperanza para que vayas deprisa a la meta de paz que te espera.
Sesiones cortas: Repetí tan a menudo como puedas: "La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. Esa es la verdad, porque el pecado no existe"

Lección 102 : "Comparto con Dios Su voluntad de que yo sea feliz"
Vos no querés sufrir. Quizá pienses que el sufrimiento te puede beneficiar en algo, pero ahora comenzás a sospechar que esa creencia no tiene sentido. Hoy trataremos de darnos cuenta de que el dolor no tiene objeto, ni causa, ni poder para lograr nada. Nada puede aportarte, y no existe. Sentite libre de unirte a la feliz Voluntad de Dios. Estos ejercicios han sido diseñados para ayudarte a encontrar la felicidad que la Voluntad de Dios ubicó en vos.
Hoy necesitamos las sesiones de práctica que nos enseñan que el pecado no es real, y que el dolor y sufrimiento carecen de causa. Acepta la Expiación: el pecado no existe. La dicha es justa, y el dolor no es sino una señal de haberse equivocado con respecto a uno mismo.
Sesiones largas: En los 5 minutos al comienzo de cada hora, declará que aceptás la voluntad de Dios "Comparto con Dios Su voluntad de que yo sea feliz, y acepto ahora la felicidad como mi función". Buscá entonces esta función en lo profundo de tu mente. Sé feliz, pues tu única función aquí es la felicidad. No tenés por qué ser menos amoroso con vos que Aquel cuyo Amor te creó tan amoroso como Sí mismo.
Sesiones cortas: Además de los descansos de 5 min. por hora, hacé frecuentes pausas hoy para decirte a vos mismo que ahora aceptás la felicidad como tu única función aquí. Estate seguro de que al hacer esto te estás uniendo a la voluntad de Dios.

Lección 103 : "Dios, al ser Amor, es también felicidad"
La felicidad es un atributo del amor; no puede separarse de él. Y si el amor no tiene límites, y está en todas partes, la dicha está también en todas partes. Pero la mente puede negar ésto, al crear brechas en donde creer que el pecado existe, trayendo el dolor en vez de dicha. De este modo, se asocia el miedo con el amor; estas imágenes dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que al ser Amor, Dios tiene que ser también dicha.
Sesiones largas: Hoy enseñémonos a nosotros mismos que "Dios, al ser Amor, es también felicidad. Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha". Comenzá así tus sesiones de 5 minutos al comienzo de cada hora. Permití que esta corrección sea colocada en tu mente 1 vez por hora. Dale la bienvenida a la felicidad que esta corrección brinda, a medida que la Verdad reemplaza al miedo. Como Dios es Amor, se te concederá.
Sesiones cortas: Reforzá esa esperanza a menudo a lo largo del día, y acallá todos tus temores repitiendo: "Dios, al ser Amor, es también felicidad. Y la felicidad es lo que busco hoy. No puedo fracasar, porque lo que busco es verdad"


Lección 104 : "Busco únicamente lo que en verdad me pertenece"
La idea de hoy continúa el tema de que la dicha y la paz no son sueños vanos. Tenés derecho a ellos por ser quien sos, y te llegan de Dios. Pero primero tenés que prepara un lugar donde recibir Sus dones, porque no son bien acogidos por la mente, que ubicó allí las creencias que ella misma fabricó. Hoy queremos deshacernos de esas creencias inútiles que nosotros mismos fabricamos, para ubicar allí los dones de Dios; que en realidad se hallan en nosotros ahora, porque son intemporales; no tenemos que esperar a que sean nuestros. Son nuestros hoy.
Sesiones largas: Hoy elegimos tener ahora los dones de Dios, sabiendo que al elegirlos en vez de los que nosotros fabricamos, estamos uniendo nuestra voluntad a la de Dios. Comenzá así tus sesiones de 5 minutos al comienzo de cada hora. "Busco únicamente lo que en verdad me pertenece, y la dicha y la paz son mi herencia." Dejá a un lado los conflictos mundanos que ofrecen otras creencias. Busquemos aquello que es nuestro en cuanto pedimos poder reconocerlo. Seamos conscientes de que lo que Dios nos da en verdad nos pertenece, y ya no deseamos nada más.
Sesiones cortas: No perdamos de vista esta idea entre cada uno de los períodos donde buscamos los dones de Dios allí donde Él los colocó (nuestra mente) Tan a menudo como podamos, recordemos: "Busco únicamente lo que en verdad me pertenece. Lo único que quiero son los dones de dicha y paz de Dios"

Lección 105 : "Mías son la paz y la dicha de Dios"
La paz y la dicha de Dios nos pertenecen. Hoy las aceptamos sabiendo que son nuestras. Y que se multiplican a medida que los recibimos, al contrario que en los regalos del mundo, donde el que da parece perder lo que entrega. Uno de los objetivos del curso es invertir tu concepto del dar, de modo que puedas recibir. Acepta la dicha y la paz de Dios, y aprenderás a ver que los regalos no disminuyen cuando se dan, sino que se multiplican. La dicha de Dios aumenta cuando aceptas como tuya Su dicha y Su paz.- Dar verdaderamente equivale a crear. Añade a todo lo que ya está completo, no en el sentido de añadir algo (implicaría que antes era menos) sino que permite que Dios se complete a Si mismo, tal como Dios se define a sí mismo.
Sesiones largas: Comenzaremos ligeramente distinto hoy . Pensá en aquellos a quienes les negaste la paz y la dicha de acuerdo a las leyes de Dios, ya que al negárselas, te las negaste a vos mismo. Por eso, decile a cada uno, según cruce tu mente: "Hermano, te ofrezco la paz y la dicha, para que la dicha y la paz sean mías." Ahora estás listo para aceptar el regalo de paz y dicha que Dios te da. Ahora podés decir: "Mías son la paz y la dicha de Dios" porque diste lo que querés recibir. Cerrá los ojos, y dejá que Su Voz te asegure que estas palabras son verdad. Pasá hoy 5 minutos con Él de esta manera, pero no creas que menos tiempo no tiene valor. Asegurate de hacerlo cada hora. Proponete no interferir hoy en Sus designios.
Sesiones cortas: Si alguien parece tentarte a que le niegues este regalo, bendecilo lleno de agradecimiento y decile: "Hermano, te ofrezco la paz y la dicha, para que la dicha y la paz sean mías." Consideralo como una oportunidad más para aceptar los regalos de Dios como tuyos.

Lección 106 : "Déjame aquietarme y escuchar la verdad"
Si no le prestases atención a la voz del ego, si no creyeras lo que te dice, podrías escuchar la poderosa Voz de la Verdad. Escucha, y oye a tu Padre. Aquiétate hoy, y escucha la verdad. Hoy no tengas miedo de eludir las voces del mundo. Andá más allá de todo lo que no hable de Aquel que tiene tu felicidad en Sus manos. Hoy se cumple la promesa de la Palabra de Dios. Escuchá y permanecé en silencio. Dios quiere hablarte. Viene a vos con milagros más jubilosos que los que puedas imaginar. Preparate hoy para oírlo, permití que el velo que cubre la tierra se levante. Dios está llamando a todos, a través tuyo. Oílo y ofrecele tu voz para que todos puedan escuchar Su palabra. Escucha hoy, y oirás una voz que resonará en todo el mundo a través tuyo: Así comienza la salvación y así termina; cuando todo sea tuyo y lo hayas dado todo completamente, permanecerá con vos para siempre.
Sesiones largas: Los ejercicios de 5 minutos de cada hora, deben ir precedidos de esta plegaria de iluminación: "Me aquietaré y escucharé la verdad. ¿qué significa dar y recibir?" Preguntá y confiá en que se te responderá. Lo que pedís es algo que hace tiempo espera ser aceptado por vos. Por cada 5 minutos que pases oyendo, mil mentes se abren a la verdad.
Sesiones cortas: Reforzá tu decisión de escuchar y recibir la Palabra, repitiendo a menudo: "Déjame aquietarme y escuchar la verdad. Hoy soy el mensajero de Dios. Mi voz es suya para dar lo que recibo"

¿Nunca escuchaste "no hagas a los demás lo que no querés que te hagan a vos"? Dice Silvia que nos enseñaron mal. Que la frase debiera ser: "Dale a los demás lo que querés recibir." Entonces, si querés amor... empezá amando. Yo lo escuché mil veces, y lo que Silvia decía me parecía realmente razonable; pero el milagro ocurrió cuando intenté hacerlo. Cuando en el momento, decidí amar si quería amor, ser una buena amiga si quería tener buenas amigas; ser tolerante si quería tolerancia. Y el milagro aconteció. Pero sólo cuando lo puse en práctica.
¿Querés probar? Cuando mires a alguien, decile internamente "te envío amor desde la plenitud de mi conciencia" y sentí la corriente de calidez que sale desde vos hacia él: no importa si es tu pareja, tu hijo, o el señor que se acercó a pedir una monedita en la calle.

Lección 107 : "La verdad corregirá todos los errores de mi mente"
¿Qué son los errores sino ilusiones que aún no se han reconocido como tales? Ante la verdad desaparecen porque, sin la creencia que los sustenta, no tienen vida. Un estado mental en el que no hubiera ilusiones, sería sentir que nada puede perturbar tu paz; sentirte seguro de ser amado y estar a salvo. Imagina lo que sería poder extender ese momento hasta la eternidad. Luego multiplicala por 100, y tendrás un atisbo del estado en el que tu mente descansará cuando haya llegado la verdad. Sin ilusiones no puede haber miedo, dudas o ataque.
La verdad no va y viene, no cambia ni varía, no se oculta; se alza plena de luz, claramente accesible. Es imposible que quien la busque verdaderamente no pueda encontrarla. No fuiste creado para sufrir y morir. La voluntad de tu Padre es que esos sueños desaparezcan; dejá que la verdad los corrija.
Sesiones largas: Comienza pidiendo a Aquel que te acompaña en esto que permanezca en tu conciencia conforme vas con Él. Es a tu propio Ser que le pides que te acompañe, y ¿cómo podría Él no estar donde vos estés? La verdad corregirá todos los errores de tu mente que te dicen que puedes estar separado de Él. Decí para vos: "La verdad corregirá todos los errores de mi mente, y descansaré en Aquel que es mi Ser." Deja luego que Él te guíe dulcemente hacia la verdad, que te envolverá dulcemente y te envolverá de una paz tan profunda que te costará regresar a este mundo; pero te sentirás feliz de volver, porque traés la promesa de los cambios que la verdad hará en él. Estos cambios serás mayores por cada regalo de 5 minutos al comienzo de cada hora que le hagas a Él.
Sesiones cortas: No te olvides hoy de tu función. Cada vez que te decís a vos mismo con absoluta certeza "La verdad corregirá todos los errores de mi mente" hablás en nombre de todos, y de Aquel que liberará al mundo según te libera a vos.

Lección 108 : "Dar y recibir son en verdad lo mismo."
La visión depende de la idea de hoy, pues reconcilia los aparentes opuestos. La verdadera luz que hace posible la visión no es la que se ve con los ojos del cuerpo: es un estado mental que se unificó en tal grado que la oscuridad no puede percibirse en absoluto. Esta es la luz en la que no se pueden ver opuestos, y la visión, al haber sanado, tiene el poder de sanar. Extiende tu paz interior desde tu mente hacia otras mentes, para compartirla y regocijarse de que todas las mentes sean una. Ahí dar y recibir se ven como diferentes aspectos de un mismo pensamiento, cuya verdad no depende de cuál se vea primero; ambos ocurren simultáneamente. Un sólo pensamiento unificado, servirá para unificar todos los pensamientos. Tiene una utilidad especial, ya que se puede comprobar y poner a prueba fácilmente.
Sesiones largas: Dar es recibir. Hoy intentaremos ofrecer paz a todo el mundo y ver cuán rápidamente retorna a nosotros. En los 5 minutos al comienzo de cada hora, afirmá: "Dar y recibir son en verdad lo mismo. Recibiré lo que estoy dando ahora." Luego cerrá los ojos y pensá en qué querés ofrecerle al mundo. Por ej: "Le ofrezco sosiego a todo el mundo. Le ofrezco paz interior a todo el mundo..." etc. Repetí cada frase lentamente, y luego hacé una pequeña pausa, esperando el regalo que diste. Puede resultar útil también pensar en alguien a quién dar tus regalos, que represente a todos los demás en el mundo.
Sesiones cortas: Tu rápido avance se consolidará cada vez que decís: "Dar y recibir son en verdad lo mismo." Y de ahora en adelante entenderás mejor el concepto de efecto y causa.

Lección 109 : "Descanso en Dios"
Hoy pedimos descanso; una quietud que las apariencias del mundo no pueden perturbar. Pedimos seguridad y felicidad, aunque lo que parece que vemos es sueños conflictivos; y disponemos de este pensamiento, que responderá a nuestra petición. "Descanso en Dios" tiene el poder de despertar la verdad durmiente en vos, que poseés la visión que ve más allá de las apariencias. Te sacará adelante en medio de tormentas y luchas, del dolor y la muerte, y te llevará a la certeza de Dios. Éste es el día de la paz. Descansás en Dios, y exhortás a tus hermanos a que se te unan y ellos te oirán y vendrán a vos, porque Dios hablará a través tuyo.
Sesiones largas: El mundo renace cada vez que descansás y recordás cada hora, por 5 minutos, que viniste a brindarle la paz de Dios a fin de que descanse junto a vos. Hoy descansás en la paz de Dios, tranquilo y sin miedo. Hoy serás fiel a tu cometido al no olvidarte de nadie, e incluír al mundo en el círculo infinito de tu paz: invita a todos a descansar con vos.
Sesiones cortas: El tiempo no es guardián de lo que damos hoy. Damos paz a todos nuestros hermanos y les recordamos su lugar de descanso cada vez que nos decimos a nosotros mismos: "Descanso en Dios"

Lección 110 : "Soy tal como dios me creó"
Sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a vos y al mundo, si lo creyeras; porque significaría que no hiciste ningún cambio en vos, ni que tampoco cambió el universo desde que Dios lo creó; así, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la muerte y aflicción no existen. Esta idea es suficiente para sanar el pasado y liberar el futuro; para permitir que el presente se acepte tal cual es. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no reemplazan la verdad, y no hay separación entre tu mente y la Suya.
El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado.
Sesiones largas: Comenzá diciendo: "Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir, y Yo Soy su Hijo". Luego, con esta afirmación en la mente, tratá de hallar en ella al Ser que es el Santo Hijo de Dios Mismo. Buscá en tu interior al Cristo en vos. En lo profundo de tu mente, el Cisto en vos espera a que lo reconozcas como lo que vos sos; y mientras no sea así, y Él siga siendo un desconocido para vos, seguirás perdido sin saber quién sos. Buscalo hoy y encontralo. Abandoná tus falsas imágenes de vos mismo; abrí tus brazos, tu corazón y tu mente a Dios.
Sesiones cortas: Con corazón lleno de gratitud, albergá sólo pensamientos amorosos para todos los que hoy se crucen con vos. Buscá en ellos al Cristo, recordando al Cristo en cada uno de nosotros. Decí: "Soy tal como Dios me creó" tan a menudo como puedas.

Tercer repaso:

Cada día repasaremos dos de las últimas 20 lecciones. Para ello seguiremos un formato especial, que se te exhorta a seguir tan fielmente como puedas. Tu aprendizaje no se verá afectado si se te pasa una sesión de práctica, pero sí si no lo haces por no estar dispuesto a dedicarle el tiempo requerido. Sabé distinguir entre las situaciones que no son propicias para la práctica y tu falta de buena voluntad. No estarás dispuesto a cooperar con la salvación si se interpone con otros objetivos a los que les das más valor. Pero llevar adelante las prácticas te ofrece todo: aceptá el ofrecimiento y permanecé en paz.

Formato de las prácticas: dedicá 5 minutos 2 veces al día (o más si lo preferís) a reflexionar sobre los pensamientos de ese día. Leé las ideas y comentarios, luego pensá en ellos, relacionándolos con tus aparentes problemas y preocupaciones. Invitá las ideas a tu mente, y confiá en que la sabiduría de tu mente acudirá en tu ayuda, usando los pensamientos que le diste para usar. Se te entregaron con la seguridad que harías buen uso de ellos; ofrecéselos a tu mente y ella no fallará; pues es el medio del cual se vale el Espíritu Santo para tu salvación.
Lo ideal serían los 5 primeros minutos del día, y los 5 últimos antes de dormir. Si no es posible, por lo menos una sesión de mañana y otra en la última hora antes de dormir.

Durante el día, dales a las 2 ideas un repaso breve, aunque serio, cada hora. Usá una de ellas a la hora en punto, y la otra a la media hora. No es más que un momento con cada una de ellas: repetí la idea, y luego podés dedicarte a otras cosas. Si algo te sobresalta, pensá en la idea.
Estas sesiones están pensadas para ayudarte a formar el hábito de aplicar lo que aprendés en el día a todo lo que hacés; procurá por lo tanto, tener presentes las ideas en tus actividades diarias, y te ayudarán infinitamente. Cada repaso diario debe concluir con una afirmación más del pensamiento que se repite a la hora en punto, así como del que se repite a la media hora. Recordá lo poco que has aprendido; lo mucho que podés aprender ahora. Recordá lo mucho que tu Padre te necesita, a medida que repasás los pensamientos que Él te dio.

Lección 111: Por la mañana y por la noche:
"Los milagros se ven en la luz"
"No puedo ver en la oscuridad. Permite que la luz de la santidad y de la verdad ilumine mi mente y me deje ver la inocencia que mora en mí"
"Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una"
Veo a través de la fortaleza el regalo que Dios me dio. Mi debilidad es la oscuridad que Su regalo disipa, al ofrecerme Su fortaleza para que ocupe su lugar".
A la hora en punto: "Los milagros se ven en la luz"
Media hora más tarde: "Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una"

Lección 112: Por la mañana y por la noche:
"La luz, la dicha y la paz moran en mí"
"Soy la morada de la luz, la dicha y la paz. Les doy la bienvenida a la morada que comparto con Dios porque formo parte de Él."
"Soy tal como Dios me creó. "
"He de ser eternamente como siempre he sido, al haber sido creado por el Inmutable a Su Semejanza. Y soy uno con Él, así como Él es uno conmigo".
A la hora en punto: "La luz, la dicha y la paz moran en mí"
Media hora más tarde: "Soy tal como Dios me creó. "

Lección 113: Por la mañana y por la noche:
"Soy un solo Ser, unido a mi Creador"
"Mías son la serenidad y la paz perfecta, pues soy un solo Ser, completamente íntegro, uno con toda la creación y con Dios."
"La salvación procede de mi único Ser."
"Desde mi único Ser, cuyo conocimiento aún permanece en mi mente, veo el plan perfecto de Dios para mi salvación perfectamente consumado."
A la hora en punto: "Soy un solo Ser, unido a mi Creador"
Media hora más tarde: "La salvación procede de mi único Ser."

Lección 114: Por la mañana y por la noche:
"Soy espíritu"
"Soy el Hijo de Dios. No hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o imponerme una limitación que Dios no haya creado."
"Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación."
"¿Cuál podría ser mi función sino aceptar la Palabra de Dios, Quien me creó para ser lo que soy y lo que por siempre he de ser?"
A la hora en punto: "Soy espíritu"
Media hora más tarde: "Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación."

¿Te acordás cuando hablábamos de "no hagas a los demás lo que no querés que te hagan a vos"? Silvia me agregó que, además de "Dale a los demás lo que querés recibir", tengamos la sensibilidad de saber reconocer lo que el otro quiere recibir. Recordemos entonces, además de si querés amor... empezá amando, si al otro no le gusta escucharlo, pese a que vos te guste oírlo, no lo digas... por lo menos con la boca del cuerpo. Me acotó: -Sabés, Rica? Por más que a vos te encanten los buñuelos de seso, yo puedo detestarlos. Que vos los consideres ricos, no significa que yo tenga que comerlos.-
Me hizo recordar cuando mi hermana, a la que adoro, y que adora las sorpresas, me agasajó con una fiesta de cumpleaños sorpresa en mi casa... que para mí fue interminable, ya que quiero siempre saber todo de antemano, y tenerlo organizado, planificado y detallado.
Sí, todo bien, valoré el gesto; pero en realidad, cuando 20 personas me gritaron "¡¡Sorpresa, Feliz cumple!!" en vez del placer o la sensación de sentirme agasajada, lo primero que pensé fue: "¡Dios mío! ¿Qué corno les voy a dar de comer a todos éstos?"
Ta' bien, estoy tratando de aflojarme y dejarme fluir... y descansar en Dios.
("Yo soy la flexibilidad perfecta" "Dejo que la vida fluya" "Acompaño el proceso de la vida": esas son algunas de las afirmaciones que doscientas veces escribí de corrido, sin interrumpir ni detenerme)

Lección 115: Por la mañana y por la noche:
"La salvación es mi única función aquí"
"Mi función aquí es perdonar al mundo por todos los errores que yo he cometido. Pues así me libero de ellos junto con él"
"Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial"
"Soy esencial en el plan de Dios para la salvación del mundo. Pues Él me dio Su plan para que yo salvara al mundo".
A la hora en punto: "La salvación es mi única función aquí"
Media hora más tarde: "Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial"

Lección 116: Por la mañana y por la noche:
"La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad."
"La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad .Lo único que me puede hacer sufrir es la creencia de que hay otra voluntad aparte de la suya."
"Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz."
"Comparto lo que la voluntad de mi Padre dispone para mí, Su Hijo. Lo que Él me ha dado es lo único que quiero. Lo que Él me ha dado es lo único que existe".
A la hora en punto: "La voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad"
Media hora más tarde: "Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz."

Lección 117: Por la mañana y por la noche:
"Dios, al ser Amor, es también felicidad."
"Quiero recordar que el amor es felicidad, y que nada más me puede hacer feliz. Elijo, por lo tanto, no abrigar ningún sustituto para el Amor."
"Busco únicamente lo que en verdad me pertenece."
"El amor, al igual que la dicha, constituyen mi patrimonio. Estos son los regalos que mi Padre me dio. Aceptaré todo lo que en verdad me pertenece."
A la hora en punto: "Dios, al ser Amor, es también felicidad."
Media hora más tarde: "Busco únicamente lo que en verdad me pertenece."

Lección 118: Por la mañana y por la noche:
"Mías son la dicha y la paz de Dios"
"Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los substitutos de la felicidad y de la paz que yo misma inventé."
"Déjame aquietarme y escuchar la verdad."
"Permite que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios"
A la hora en punto: "Mías son la dicha y la paz de Dios"
Media hora más tarde: "Déjame aquietarme y escuchar la verdad."

Lección 119: Por la mañana y por la noche:
"La verdad corregirá todos los errores de mi mente."
"Me equivoco al pensar que hay algo que pueda hacerme daño. Soy el Hijo de Dios, Cuyo Ser descansa a salvo en la Mente de Dios."
"Dar y recibir son en verdad lo mismo."
"Hoy lo perdonaré todo, para así poder aprender a aceptar la verdad acerca de mí, y legar a reconocer mi impecabilidad."
A la hora en punto: "La verdad corregirá todos los errores de mi mente."
Media hora más tarde: "Dar y recibir son en verdad lo mismo."

Lección 120: Por la mañana y por la noche:
"Descanso en Dios."
"Hoy descanso en Dios y dejo que Él obre en mí y a través de mí, mientras descanso en Él en silencio y con absoluta certeza."
"Soy tal como Dios me creó."
"Soy el Hijo de Dios. Hoy dejo a un lado todas las enfermizas ilusiones que albergo acerca de mí mismo, y dejo que mi Padre me diga quién soy."
A la hora en punto: "Descanso en Dios."
Media hora más tarde: "Soy tal como Dios me creó."

Lección 121 : "El perdón es la llave de la felicidad."
Esta es la respuesta a tu búsqueda de paz. La mente que no perdona vive atemorizada, está triste y sin esperanza de liberarse del dolor; está atormentada por la duda, confundida respecto a sí misma. No ve errores, sino pecados; contempla sus propias proyecciones alzarse en contra de ella. No le da margen al Amor para que sea lo que es, desplegando sus alas y remontándose por encima de la confusión del mundo. El perdón es algo que se adquiere; no es inherente a la mente, que no puede pecar. Del mismo modo que el pecado es una idea que creaste, y te enseñaste a vos mismo, el perdón es algo que tenés que aprender del Maestro que es tu Ser.
Cada mente que no perdona, te brinda la oportunidad de enseñarle a la tuya cómo perdonarse a sí misma. Tiene que aprender mediante tu perdón, que se ha salvado a sí misma. A medida que enseñas la salvación aprendés lo que es; pero no procede de vos, sino del Maestro que se te dio para mostrarte el camino.
Hoy, nuestra práctica consiste en aprender a perdonar. Hoy podés aceptar la llave de la felicidad y usarla en beneficio propio.
Sesiones largas: 10 minutos a la mañana, 10 minutos a la noche usaremos para aprender cómo otorgar perdón y cómo recibirlo. Practicaremos el perdón con alguien que consideres tu enemigo, y con alguien que consideres tu amigo, para poder verlos a ambos como uno solo. Comenzá pensando en alguien que no te cae bien o parece irritarte, con quien lamentes encontrarte; seguro, ya sabés de quién se trata. Cerrá los ojos y contemplalo por un rato. Tratá de percibir un atisbo de luz en él, una chispa de luminosidad brillando a través de la desagradable imagen que formaste de él. Luego, tratá de que esa luz se expanda hasta envolver a esa persona, transformando su imagen en algo bueno y hermoso. Contemplalo así por un rato. Luego, traé a tu mente la imagen de un amigo, y tratá de transferirle a él la luz que viste en quien antes era tu "enemigo". Percibilo como algo más que un amigo. Permití que te ofrezca la luz que ves en él, y dejá que tu amigo y tu "enemigo" se unan para bendecirte con lo que vos les diste. Ahora sos uno con ellos, y ellos con vos. Ahora te perdonaste a vos mismo.
Sesiones cortas: Recordá a lo largo del día, cuando el reloj dé la hora, decir para tus adentros: "El perdón es la llave de la felicidad. Despertaré del sueno de que soy mortal, falible y lleno de pecado, y sabré que soy el perfecto Hijo de Dios".

Lección 122 : "El perdón me ofrece todo lo que deseo."
El perdón permite que se descorra el velo que oculta la faz de Cristo de aquellos que contemplan al mundo sin piedad. Te permite reconocer al Hijo de Dios. Es la respuesta perfecta a todos tus temores. ¡Deja de buscar! No hay otra en su lugar.
Perdoná y serás perdonado. Tal como des, así recibirás. No hay otro plan para la Salvación del Hijo de Dios. Aceptala ahora, tan simplemente como se te ofrece. Teniendo presentes los regalos que el perdón ofrece, empecemos hoy nuestra práctica.
Sesiones largas: 15 minutos a la mañana, 15 minutos a la noche, dediquémoslos a la búsqueda que garantiza que al infierno le llegó su fin. Comenzá lleno de esperanza; ahora el camino se vuelve mucho más fácil. Sumergite en una sensación de felicidad; hoy se te concede experimentar la paz que el perdón ofrece, y la dicha que te da el descorrer del velo. Ante esta luz desaparece el mudo, y verás surgir otro mundo que no puede ser descripto por palabras. Ahora vamos directo hacia la luz. Hoy se nos concede todo lo que deseamos.
Sesiones cortas: No perdamos de vista nuestros regalos a lo largo del día, cuando de nuevo interactuemos con un mundo de cambio constante y de apariencia. Mantenelos firmes en tu mente, tratando de pensar en ellos un minuto cada cuarto de hora. Decí así: "El perdón me ofrece todo lo que quiero. Hoy he aceptado que ésto es verdad. Hoy he recibido los regalos de Dios."


Para mí fue un gran desafío poder reconocer al Cristo Interior en algunas personas... que en general, ocupan un lugar preponderante en nuestras vidas. Me sirve recordar que son maestros, que vienen a ayudarme; y antes de hablar con ellos o mencionarlos, invocar al Cristo en ellos: "Me dirijo al Cristo interior que vive en vos" les digo silenciosamente ante el tubo del teléfono o antes de empezar a hablar. Y tener una mirada piadosa: en general, es el temor lo que guía la acción del otro. Temor a perder, a que no lo quieran, a equivocarse, a envejecer, a quedarse solo... temor bajo mil disfraces que parecen requerimiento, afrenta, reclamo, reproche.
Y saber (SABER) que el otro NO PUEDE hacerme sentir... lo que sea. Yo elijo sentir así. Entonces, en mi caso, elijo sentir piedad en vez de culpa; compasión en vez de enojo. (reemplácese a gusto del consumidor con los sentimientos que vayan apareciendo. Se recomienda elejir aquellos cuya base es el amor. Se reconocerán fácilmente: dejan calidez en el corazón en vez de llamas en el estómago y/o cerebro.) Ah, si. Todavía la primera reacción suele ser la que el hábito generó en mí; pero dura cada vez menos. Y Silvia asegura que llega un momento en que ya no aparece, totalmente reemplazada por nuestra elección, si es que siempre involucra al perdón y/o al amor.
Yo elijo creerle.

Lección 123 : "Gracias, Padre, por los regalos que me has concedido."
Dedicar el día de hoy a sentirte agradecido, tiene el beneficio adicional de atisbar lo grande que fue tu progreso y los regalos que recibiste. Dale gracias a Él que no te abandonó, y Su Amor estará sobre vos, eternamente inmutable. Agradecé que se te ha salvado, y que tenés un papel que desempeñar en la salvación. Hoy le sonreiremos a todo aquel que veamos y marcharemos con paso ligero, ya que no caminamos solos. Agradecemos que haya venido un amigo con la palabra de Dios, y nos agradecemos a nosotros por escucharlo; su palabra sería muda si no la hubiéramos escuchado.
Dios quiere ofrecerte las gracias que vos le das, y acepta tus regalos, devolviéndotelos multiplicados. Los bendecirá compartiéndolos con vos.
Sesiones largas: 15 minutos a la mañana, 15 minutos a la noche, aceptá las gracias que Él te da, y dale las tuyas. Y comprenderás a Quién agradeces, y a Quién Él agradece. Esta santa media hora te será devuelta en años por cada segundo. Aceptá las gracias que te da, y comprenderás con cuánto amor te conserva en Su Mente, cuan profundo e infinito es el cuidado que te prodiga y perfecta Su gratitud hacia vos.
Sesiones cortas: Cada hora, pensá en Él y dale las gracias por todo lo que le ha dado a Su Hijo para que pueda elevarse por encima del mundo y recordar a su Padre y a su Ser.

Lección 124 : "Que no me olvide de que soy uno con Dios."
Hoy volvemos a agradecer que nuestra identidad se encuentre en Dios. No podemos fracasar en nada, en unión con Dios y el universo seguimos adelante llenos de regocijo. Dios mismo va con nosotros a todas partes; es nuestro compañero en nuestro breve recorrido por el mundo. Hoy no dudaremos de Su Amor por nosotros, ni cuestionaremos Su protección ni Su cuidado. Ninguna ansiedad puede interponerse en nuestra conciencia de Su presencia. Hoy lo sentimos en nuestros corazones, Sus Pensamientos en nuestra mente. Hoy vemos únicamente lo amoroso y lo digno de amar. Lo vemos en lo que aparenta ser doloroso, y el dolor da paso a la paz. Y podemos verlo allí porque primero lo vimos en nosotros. A aquellos que saben que son uno con Dios no se les puede negar ningún milagro. Nos unimos a esta conciencia al decir que somos uno con Dios. Ahora queremos dar lo que hemos recibido, para conservarlo por siempre. Hoy deseamos la experiencia de ser uno con Él, y al negar que estamos separados de Él, el mundo sana con nosotros.
Sesiones largas: Cuando lo creas más conveniente, dedicá media hora a pensar que sos uno con Dios. Esta es la 1era vez que intentamos una sesión prolongada. sin reglas ni palabras especiales para dirigir la meditación. Sólo permanecé en Él esta media hora, Él hará el resto. El beneficio no será menor por creer que no está pasando nada; esta media hora es como un espejo con marco de oro, cada minuto es un diamante incrustado en él, y verás reflejarse la faz de Cristo, reflejando la tuya. Algún día comprenderás que la luz que vez reflejada en él, emana de vos. Considerá esta media hora como un regalo a Dios; Él a cambio te dará amor, dicha profunda y visión santa.
Sesiones cortas: Añadí gemas a tu espejo, repitiendo cada hora para tus adentros:
"Que no me olvide de que soy uno con Dios en unión con todos mis hermanos y con mi Ser, en eterna paz y santidad."

Lección 125 : "En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios."
Dejá que hoy sea un día de quietud y sosegada escucha. Su Voluntad es que hoy oigas Su Palabra, y por eso te llama desde lo profundo de tu mente, donde Él vive. Este mundo cambiará gracias a vos, porque el Plan de Dios es éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le dio Su Palabra para que sea su guía, para siempre a su lado, en su mente. Hoy oiremos Su Voz, sin la intromisión de nuestros insignificantes pensamientos, ni deseos personales, y sin juzgar Su Palabra. Tampoco nos juzgaremos a nosotros mismos. Hoy no oiremos al mundo, sino que aguardaremos silenciosamente la Palabra de Dios. Él te habla hoy. Su Voz espera tu silencio, pues su palabra no puede ser oída hasta que tu mente se haya aquietado, y tus deseos se hayan acallado. Aguardá Su Palabra en silencio, Hay una paz en vos a la que podés recurrir.
Sesiones largas: En 3 ocasiones hoy, por 10 minutos, dejá de escuchar al mundo y elegí en su lugar escuchar la Palabra de Dios. Te habla desde un lugar que está mas cerca tuyo que tu propio corazón. Su Amor es todo lo que sos, y todo lo que Él es.
Escuchá hoy a tu Ser en silencio, y dejá que te diga que nunca abandonaste a Su Hijo. Sólo necesitás estar muy quieto y escuchar. Así, te elevarás por encima del pensamiento del mundo, y liberará tu visión de lo que ven los ojos del cuerpo.
Sesiones cortas: En cada hora hoy, detenete un momento y recordate a vos mismo que tenés un propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de Dios.

Lección 126 : "Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy."
Esta idea es completamente ajena al ego y a la manera de pensar del mundo. Si crees esto, perdonarás completamente y no dudarás de tu rumbo. En vez, lo que creés es que los demás están separados de vos, y que tus pensamientos y actitudes no repercuten sobre ellos. Creés que "perdonar" es una oferta de caridad con alguien que no la merece, para demostrar que vos sos mejor; tu perdón es un regalo para él, una dádiva que a veces se da y otras se niega. Así como lo percibís, el perdón no puede brindarte paz. Pero el verdadero perdón, el medio para alcanzar la Salvación, sana la mente que da, porque dar es recibir. Lo que no se ha recibido, no puede ser dado. Hoy trataremos de entender que el que da y el que recibe son uno en verdad.
Sesiones largas: 15 minutos en 2 ocasiones, trata de entender la idea de hoy, y de captar el significado real del perdón y lo valioso que es para vos. En silencio, cerrá los ojos al mundo que no comprende lo que es el perdón, repetí la idea de hoy y pedí poder entender lo que realmente significa. Disponete a dejarte ser enseñado.
Sesiones cortas: Tan a menudo como puedas, recordate que tenés un objetivo. Decí para tus adentros: "Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy. La ayuda que necesito para comprender que ésto es verdad está conmigo ahora, y confiaré plenamente en Él." permanecé en silencio un momento, y dejá que tu mente sea receptiva a Su Amor y corrección.

Lección 127 : "No hay otro Amor que el de Dios."
Tal vez creas que hay distintas clases de Amor. Pero el Amor es Uno. No tiene partes separadas ni grados. Es el Corazón de Dios y de Su Hijo. No entiende el significado del amor quien cree que puede cambiar, o que a veces puede amar y otras odiar. Si el Amor pudiese hacer distinciones, tendría que discernir entre justos y pecadores, y el amor no puede juzgar. No hay otro Amor que el de Dios, y todo Amor es de Él. El Amor es tu propio significado, el cual Dios comparte, porque lo que vos sos, lo es Él.
No busques tu Ser en el mundo. El Amor no puede encontrarse en las tinieblas ni en la muerte. Hoy liberaremos nuestra mente de las leyes que creés que debés obedecer, las limitaciones que rigen tu vida.
Sesiones largas: 15 minutos en 2 ocasiones, dedicalos a escaparte de las leyes en las que ahora creés. Abrí tu mente y descansá. Cualquiera puede escaparse del mundo que lo aprisiona si deja de otorgarle valor; y permite que el regalo de Dios lo reemplace. Invocá a tu Padre con la certeza de que te responderá. Él te lo prometió. Con amorosa ternura morará en vos a medida que dejes que Su Voz le enseñe a tu mente el significado del Amor. Este mundo que acaba de nacer, derramará su bendición sobre vos y sobre todos los que quieran aprender a desprenderse del mundo; se liberan junto con nosotros . Son nuestros hermanos en el Amor de Dios.
Sesiones cortas: Acordémonos de nuestros hermanos durante el transcurso del día. Por lo menos 3 veces por hora, pensá en alguien que te acompaña en esta jornada y decile: "Te bendigo hermano, con el Amor de Dios, el que quiero compartir con vos. Pues quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el mío, y el de todos".

Lección 128 : "El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee."
Todo aquel que quiera dejar atrás el mundo y remontarse más allá de su limitado alcance, tiene que aceptar este pensamiento. Cada cosa que valorás acá no es más que una cadena que te ata al mundo, y ése es su único propósito. Y el único propósito digno de tu mente de este mundo, es que lo pases de largo. Escapate hoy de las cadenas que aprisionan tu mente; en este mundo no hay nada que valga la pena anhelar.
Sesiones largas: 10 minutos en 3 ocasiones, Hoy abandonaremos todo pensamiento que tenga que ver con darle valor al mundo. Así rompemos las cadenas que nos atan a él. Permanecé muy quedo y en paz por un rato, y observá cuán alto te elevás por encima del mundo, buscando el nivel donde se siente a gusto. Tu mente te agradecerá ser libre por un rato; ella sabe dónde le corresponde estar. Liberá sus alas y volará sin dudar a unirse con su Creador, para que allí se le restituya la cordura, libertad y amor.
Cuando abras los ojos, no valorarás nada que veas tanto como lo valorabas antes.
Sesiones cortas: Protegé tu mente a lo largo del día, y cuando pensés en algo del mundo que tiene valor, decite con certeza: "Esto no me tentará a que me demore. El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee."

Lección 129 : "Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo."
Este pensamiento es consecuencia del de ayer, para evitar deprimirte. No hay que renunciar al mundo, sino cambiarlo por algo mucho más satisfactorio, rebosante de alegría y paz. Reflexioná acerca del mundo que ves, despiadado, cruel, indiferente. ¿Cómo puede ser una pérdida cambiarlo por un mundo donde hallarás todo lo que anhelas, y sabrás que no tienen fin? Allí, Dios mismo le habla a Su Hijo, sin palabras, unidos eternamente.
Tenés dos opciones: valorar las cosas del mundo, con lo cual te parecerán reales, o no atribuirles valor, con lo cual desaparecerán.
Sesiones largas: Practicá a estar dispuesto a hacer este cambio 10 min. a la mañana, 10 min. a la noche, y 10 min. entremedias. Comenzá así: "Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo. Elijo ver ese mundo en lugar de éste, pues no hay nada aquí que realmente desee". Luego, cerrá los ojos al mundo que ves, y comenzá a ver las luces del cielo que se encienden una a una en esa oscuridad. Ellas derraman su luz en tus párpados, más allá de este mundo de tinieblas. La mente puede ver esta luz y entender. Demos gracias por este día de gracia: lo que temíamos perder, era sólo la pérdida. Ahora entendemos que es imposible perder.
Sesiones cortas: Recordá tu decisión a cada hora, dejando de lado otros pensamientos, y centrándote en : "El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee. Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo"

¿Viste que dicen que hay que hablarles a las plantas para que crezcan más bonitas? ¿Sabés qué creo que perciben? Nuestra energía y nuestra intención.
Dice Silvia que aquello en lo que fijamos nuestra atención, recibe nuestra energía y es lo que se desarrolla y crece... Por eso, siempre insiste tanto en no criticar aquello que no nos gusta del otro, sino alabar lo que sí nos agrada. Por eso, fijar nuestra atención en este mundo, hará que sea eso lo que llene nuestros días: la miseria, la desocupación, la crisis... ¿Por qué no probamos a fijar nuestra atención en la luz, el amor, la solidaridad, la unicidad? Porque si me decís que haciéndonos problema resolvemos algo, o conseguimos algo más (además de una úlcera) bueno, dale, vamos a hacerlo. Pero creo firmemente en hacer lo necesario, lo que hay que hacer, con la atención fija en el amor y la luz. Eso es lo que deseo se desarrolle y crezca en mi vida. ¿Probamos?

Lección 130 : "Es imposible ver dos mundos."
La percepción es congruente; lo que ves, refleja lo que pensás; y lo que pensás no es sino un reflejo de lo que querés ver. Tus valores determinan ésto. Ahora, el miedo dió lugar a todo lo que crees ver; a toda separación, distinciones y diferencias que forman el mundo. Ninguna de estas cosas existe, el temor las inventó. Se le pueden atribuír valor, pero son irreales. Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común; si va tras uno, el otro desaparece. Sólo uno de ellos puede permanecer. Ambos son la gama de alternativas que tenés ante vos. El mundo que ves es la prueba de que ya elegiste algo, tan abarcador como su opuesto, creado por el amor, el único real. Hoy deseamos aprender, además de que es imposible ver dos mundos, que el mundo que vemos es completamente congruente con la emoción que lo originó.
Sesiones largas: En 6 ocasiones, dedicaremos 5 minutos, llenos de gratitud al pensamiento que pone fin a toda duda. Las trascenderemos todas como si fueran una sola. Comenzá tu búsqueda del otro mundo, pidiendo una fortaleza mayor a la tuya, y reconociendo qué es lo que perseguís. No deseás más ilusiones. para ello, vaciá tus manos de los tesoros de este mundo. Decí: "Es imposible ver dos mundos. Permítaseme aceptar la fortaleza que Dios me ofrece y no ver valor alguno en este mundo, para así poder hallar mi libertad y mi salvación." Dios estará allí. Invocaste el Poder que dará este paso con vos.
Sesiones cortas: Rechazá de inmediato cualquier tentación que se te presente recordando la gama de tus alternativas. O ves amor, o ves temor. Es tu elección. Lo único que necesitás decirle al mundo que el temor crea, cualquiera sea la forma que adopte, es "Es imposible ver dos mundos. Lo único que quiero es mi libertad y mi salvación, y ésto no forma parte de lo que quiero."

Lección 131 : "Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar."
El fracaso te acecha si perseguís metas inalcanzables, que no tienen sentido; que se basan en la ilusión. No obstante, la búsqueda es inevitable aquí, para eso viniste. Pero el mundo no puede determinar la meta a perseguir, a menos que vos le des ese poder. Sos libre de elegir una meta más allá de este mundo. Alégrate de buscar, y alégrate de aprender que lo que buscás es el cielo, y no podés sino alcanzar esa meta. El Hijo de Dios no puede buscar en vano, sólo puede demorarse y cuando se equivoca, encuentra corrección; cuando se pierde, se le conduce de nuevo a la tarea asignada. Y, ¿por qué esperar al Cielo? Se halla aquí ahora. Si la voluntad de Dios es que su Hijo more en el Cielo, no puede menos que estarse cumpliendo en este momento. Dios no creó dos mentes, no puede estar en conflicto, ni su creación dividida en dos, cielo e infierno.
Hoy no elegiremos una paradoja en vez de la verdad. Dejá atrás estos pensamientos absurdos, y hacé que tu mente sea receptiva a ideas verdaderas.
Sesiones largas: En 3 ocasiones, dedicaremos 10 minutos a este objetivo, y pediremos que se nos conceda poder ver el despuntar del mundo real, para que reemplae las ideas descabelladas que en tanta estima tenemos, por ideas verdaderas. Comenzá diciendo: "Pido que se me conceda ver un mundo diferente y tener pensamiento distintos de aquellos que inventé. El mundo que busco no lo construí yo solo, y los pensamientos que quiero tener no son los míos." Por varios minutos, observá tu mente contemplando el mundo insensato que creés real. Luego descartalo y deslizate por debajo, hasta llegar al santo lugar donde no pueden infiltrarse. Allí hay una puerta en tu mente, buscala hasta encontrarla. Empujá la puerta y fijate qué fácilmente se abre por tu intención de cruzarla. Mirá los ángeles, mirá ese mundo de luz ante vos: refleja la verdad que siempre conociste, y de la que no te olvidaste totalmente.
Hoy no podés fracasar. Con vos va el Espíritu que Dios envió para mostrarte el camino hacia esa puerta. Hoy es un día de júbilo.
Sesiones cortas: Recordá tan a menudo como puedas que hoy es un día de especial gozo, y abstenete de pensamientos desalentadores y quejas banales. Repetí: "Hoy busco y encuentro todo lo que deseo. Mi único propósito me lo brinda. Nadie que se proponga alcanzar la verdad, puede fracasar".

Lección 132 : "Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era."
Lo que mantiene al mundo prisionero son tus propias creencias. El poder de las creencias es formidable. Tus pensamientos son poderosos, y sus efectos tan potentes como los de la verdad. Pero la salvación puede alcanzarse, porque todos pueden cambiar de mentalidad, y al hacerlo, cambiar sus pensamientos, liberando al pasado y al futuro de lo que antes pensabas. El único tiempo que queda es el presente. Allí es donde el mundo queda liberado. El mundo en sí no es nada; tu mente le da significado. ¡El mundo no existe! Ese es el pensamiento básico que este curso enseña. La curación es el regalo para aquellos que están listos para aprender ahora esta lección. Algunos la aprenden al borde de la muerte; otros, en una experiencia fuera de este mundo. Vos podés aprenderla por medio del Curso, y en los ejercicios de hoy. Si en verdad el mundo no existe, y no es más que un producto de tu mente, podés liberarlo de todo lo que jamás pensaste que era, cambiando tus pensamientos.
Ahora subrayemos una lección anterior: sos tal como Dios te creó. ¿Cómo podrías sufrir, ni ser alterado por el tiempo? Así como Su Pensamiento te creó, así tus pensamientos dieron lugar al mundo. ¡Liberalo! El mundo no existe mientras sea un pensamiento separado de Dios. Negá las ilusiones, y aceptá la verdad.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, de 15 minutos comenzá diciendo: "Yo que sigo siendo tal como Dios me creó, quiero liberar al mundo de todo lo que jamás pensé que era. Pues yo soy real porque el mundo no lo es. Y quiero conocer mi propia realidad." Luego, simplemente descansá alerta, permitiendo que en la quietud se haga un cambio en tu mente. Cuando enviás estos pensamientos para bendecir al mundo, te curás a vos mismo junto a tus hermanos.
Sesiones cortas: Hacé que la liberación que enviás al mundo sea cada vez mayor, y cuando sientas la tentación de negar el poder de este simple cambio de mentalidad, decí: "Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era, y en lugar de ello elijo mi propia realidad."

Lección 133 : "No le daré valor a lo que no lo tiene."
En la enseñanza a veces es beneficioso volver a la práctica. Hoy nos ocuparemos de los beneficios que te aguardan. No pedís demasiado de la vida; al contrario, pedís demasiado poco. Cuando dejás que tu mente se ocupe de asuntos corporales, estás invitando al pesar. En el mundo no puede hallarse satisfacción. Hoy haremos una lista de verdaderos criterios para poner a prueba lo que creés desear. Vos podés elegir, y hay sólo 2 alternativas válidas entre las cuales optar. Cada elección que hagas, o bien te aporta todo, o no te aporta nada. 1ero) si lo que elegís no dura para siempre, carece de valor. 2) si elegís quitarle algo a alguien, te quedás sin nada. Cuando le negás a alguien su derecho a todo, te lo negás a vos mismo. No reconocerás las cosas que realmente tenés, aunque estén ahí. 3) ¿por qué razón tiene valor para vos esto que estás eligiendo? ¿Qué hace que tu mente se sienta atraída por eso? ¿qué propósito tiene? En esto es fácil engañarse, porque el ego no reconoce lo que quiere, ni siquiera dice la verdad como la percibe. Si sentís el más mínimo indicio de culpabilidad con respecto a lo que elegiste, es que permitiste que los objetivos del ego nublaran las verdaderas alternativas; que hay sólo dos opciones, y la alternativa que elegiste parece temible para ser la nada que realmente es.
Todas las cosas, o son valiosas o no tienen ningún valor; o son dignas de ser procuradas, o indignas. Por ello elegir es tan fácil. La complejidad no es sino una cortina de humo. Al Cielo se llega con las manos vacías y las mentes abiertas, sin nada a fin de encontrarlo todo y reivindicarlo como propio. Hoy trataremos de llegar a este estado, dejando el auto-engaño de lado, dándole valor sólo a lo real.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, de 15 minutos comenzá diciendo: "No le daré valor a lo que no lo tiene, y sólo iré en pos de lo que es valioso, pues eso es lo único que deseo encontrar." Luego, recibí lo que le espera a todo el que trata de llegar sin lastre a las puertas del Cielo.
Sesiones cortas: Si notás que te estás sobrecargando con fardos innecesarios, decite:
"No le daré valor a lo que no lo tiene, pues lo que tiene valor me pertenece".

Lección 134 : "Permítaseme poder percibir el perdón tal como es."
Repasemos hoy qué es el perdón, ya que puede tergiversarse, percibiéndose como un sacrificio injusto de la justa indignación; como una dádiva injustificada. Esta perspectiva distorsionada se corrige si aceptas que no se te está pidiendo que perdones lo que es verdad; sólo se limita a lo que es falso. La verdad es creación de Dios, y perdonar eso no tiene sentido. El perdón sólo se refiere a lo ilusorio. Si considerás al perdón un vano intento de ignorar lo que está ahí, te estás engañando a vos mismo creyendo que el pecado es verdad. La irrealidad del pecado es lo que hace que el perdón sea sano y natural: consuelo para el que lo concede, y bendición allí donde se recibe.
El perdón es lo que representa la verdad en medio de las ilusiones del mundo. Mira al pecador enloquecido por la culpa, y le dice: "Hermano, lo que creés no es verdad".
La fuerza del perdón se basa en su honestidad, al ver las ilusiones como ilusiones y no como la verdad.
Hay una forma sencilla de encontrar la puerta que conduce al verdadero perdón: cuando estés tentado de acusar a alguien de algún pecado, no permitas que tu mente se detenga a pensar en lo que la persona hizo. Preguntate: ¿Me acusaría a mí mismo de eso? Así, podés ver las alternativas entre las cuales elegir. Sólo las mentiras condenan. Lo único que existe es la inocencia. El perdón es un puente entre el los sueños de maldad, de ataque; para llevarlos a la verdad.
El perdón hay que practicarlo; no puede entenderse ni percibirse su significado. Hoy vamos a practicar el verdadero perdón.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, por 15 minutos pasémoslo con el Guía que entiende el significado del perdón, y fue enviado a enseñárnoslo. Pedile: "Permítaseme poder percibir el perdón tal como es." Luego, elegí un hermano tal como Él te indique, y "catalogá" sus pecados a medida que los recuerdes. No te concentres en ninguno en particular. Y preguntate en cada caso: ¿Me condenaría a mí mismo por haber hecho eso? Liberalo de los pensamientos de pecado, y vos mismo estarás listo para la libertad. Empezarás a notar la sensación de ser elevado; alivio en tu pecho, y sentimiento de desahogo. El resto del tiempo, experimentá que te escapás de todas las pesadas cadenas con las que quisiste encadenar a tu hermano, pero en realidad te encadenaban a vos.
Sesiones cortas: Practicá el perdón a lo largo del día, cuando te ataques a vos mismo; permití que tu mente vaya más allá de la ilusión, y repetite: "Permítaseme poder percibir el perdón tal como es. ¿Me acusaría a mí mismo de eso? No me voy a encadenar a mí mismo de esa manera."
Recordá antes de hacer cualquier cosa: "Nadie es crucificado solo, mas, por otra parte, nadie puede entrar al Cielo solo."

Lección 135 : "Si me defiendo, he sido atacado."
¿quién se defendería a menos que crea que ha sido atacado, y que el ataque es real, y que defendiéndose es como puede salvarse? En esto radica la insensatez de las defensas: otorgan realidad a las ilusiones. Sentirte amenazado es reconocer una debilidad inherente; es creer que hay algún peligro que puede hacer que te defiendas. El mundo está basado en esta creencia demente. Nadie andaría por el mundo cargando una pesada armadura, si no fuera por el temor que le encoge el corazón. Si algo precisa defensa, es porque es frágil. Sólo el cuerpo cumple este requisito. Pero el cuerpo se mantiene fuerte y saludable si la mente no abusa de él. El "ser" que necesita protección no es real. O la mente, o el cuerpo son frágiles, limitados y separados de su fuente. Pero el cuerpo es sólo un instrumento, mientras sea útil. La verdad es la única defensa del cuerpo. La mente que ha sanado, no planifica; simplemente escucha una Sabiduría superior, y luego realiza lo escuchado. Descansa serena en la certeza de que ningún obstáculo puede impedir su avance hacia el logro de cualquier objetivo que sirva al Gran Plan que diseñó todo.
Reconocé que los planes que uno mismo inicia son tan sólo defensas; son los medios por los que una mente atemorizada intenta hacerse cargo de su propia protección. Hacer planes es en sí una defensa. Es tratar de controlar acontecimientos futuros. Pasás por alto el presente, basándote en que el pasado te ha enseñado lo suficiente para dirigir tu trayectoria futura.
La mente que hace planes, por lo tanto, no permite ningún cambio. Aquí y ahora, no hay ansiedad por el porvenir. ¿Qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede ha sido amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien? Él nunca podría ofrecerte dolor. Tu presente confianza en Él es la defensa que te promete un futuro tranquilo, lleno de un júbilo cada vez mayor. Sin defensas, te convertís en una luz que el Cielo mismo, lleno de gratitud, reconoce como propia. Te conducirá por el camino de tu felicidad.
Esperemos hoy este momento, llenos de absoluta confianza en el presente; esto es parte de lo que se planeó para nosotros. No haremos planes; nuestra indefensión es lo único que se requiere.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, por 15 minutos abstengámonos de elaborar planes sin sentido, y de albergar pensamientos que impidan la entrada de la Verdad a nuestra mente. Hoy recibiremos en lugar de planear, para dar en vez de organizar. Digamos: "Si me defiendo, he sido atacado, Pero en mi indefensión seré fuerte, y descubriré lo que mis defensas ocultan." Eso es todo. El propósito de tus defensas, ha sido impedir que recibas lo que recibirás hoy: la luz y la dicha de la simple confianza. El Cielo no pide nada. Hoy te presentás a tu Creador tal como realmente sos.
Sesiones cortas: No tratés de que este día se ajuste a lo que creés que será más beneficioso para vos. No podés ni concebir la felicidad que te llega sin que tengas que planear nada. Si durante el día, te advertís a la defensiva, planeando, recordate: "Ésta es mi Pascua florida. Y quiero conservarla santa. No me defenderé, pues el Hijo de Dios no necesita defensas contra la verdad de su realidad."


Caramba... estoy anonadada. Permitime repetir ésto, (así se me graba):
"Reconocé que los planes que uno mismo inicia son tan sólo defensas; son los medios por los que una mente atemorizada intenta hacerse cargo de su propia protección. Hacer planes es en sí una defensa. Es tratar de controlar acontecimientos futuros. Pasás por alto el presente, basándote en que el pasado te ha enseñado lo suficiente para dirigir tu trayectoria futura.
Es la mente que hace planes, por lo tanto, no permite ningún cambio."

Lección 136 : "La enfermedad es una defensa contra la verdad."
Nadie puede sanar a menos que comprenda que el propósito de la enfermedad no tiene sentido, por tanto es imposible que exista. La enfermedad no es un accidente; al igual que toda defensa, es un mecanismo de auto-engaño, para ocultar la realidad. Las defensas no son involuntarias ni inconscientes; surgen cuando la verdad parece amenazar lo que preferís creer. ¿Quién sino uno decide creer que existe una amenaza, que es necesario escapar, y por ello se arma de defensas contra la amenaza que juzga como real? Pero uno olvida rápidamente su papel en la fabricación de su realidad. Reconocer nuestro papel, recordando lo que olvidamos, implica reconsiderar la decisión que creó la enfermedad.
Las defensas toman fragmentos de la totalidad para tejer ilusiones y es este proceso lo que produce sensación de amenaza. Te identificas con el cuerpo, que puede hacerte sufrir y sentir dolor, y así el cuerpo es más fuerte que la verdad: que sos algo más que un puñado de polvo. Pero Dios y sus leyes permanecen inmutable ante las leyes en las que creés: las defensas son planes para derrotar lo que no puede ser atacado: lo inalterable no puede cambiar, y lo impecable no puede pecar. Esta es la verdad. Sólo desea brindarte felicidad, porque ese es su propósito. La verdad se puede encontrar en cualquier momento, sólo con que decidas darle la bienvenida.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, dedicaremos 15 minutos a pedirle a la verdad que venga y nos libere. Vendrá, porque nunca estuvo separada de nosotros: sólo espera nuestra invitación. Introduciendo una invitación a la curación, decí: "La enfermedad es una defensa contra la verdad. Aceptaré la verdad de lo que soy, y dejaré que mi mente sane hoy completamente".La curación vendrá a medida que la paz y la verdad reemplacen la contienda e imaginaciones vanas. El cuerpo sana porque la fuente de la enfermedad, la mente, está dispuesta a recibir alivio. Esto elimina los límites que habías impuesto al cuerpo, el que tendrá suficiente fuerza para todo lo útil.
Sesiones cortas: Permanecé alerta: si permitís que tu mente tenga pensamientos de ataque, o juzgue o trace planes, te habrás vuelto a extraviar. Remedialo de inmediato, diciendo: "Olvidé lo que realmente soy, pues me confundí a mí mismo con mi cuerpo. La enfermedad es una defensa contra la verdad, mas yo no soy un cuerpo, y mi mente es incapaz de atacar. Por lo tanto, no puedo estar enfermo".

Lección 137 : "Cuando me curo, no soy el único que se cura."
Esta idea es el pensamiento central sobre el que descansa la salvación, ya que la curación es lo opuesto a las ideas del mundo sobre la enfermedad y estados de separación. La enfermedad es aislamiento; parece mantener al ser separado de los demás, para que sufra lo que otros no sienten, y le otorga al cuerpo poder absoluto; y el mundo acata estas leyes. Su propósito es demostrar que las ilusiones son verdad. La curación podría considerarse un antisueño que desplaza al sueño de la enfermedad, en nombre de la verdad. Es libertad, y es algo que se comparte; es fuerza, porque supera la debilidad y las mentes que se creían amuralladas en un cuerpo, quedan liberadas para unirse a otras mentes. A medida que te dejás curar, te das cuenta de que con vos se curan todos los que te rodean.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, (al inicio del día y a la noche) dedicaremos 10 minutos a recordar que nuestra función es permitir que nuestras mentes sean curadas. Repetí: "Cuando me curo, no soy el único que se cura. Y quiero compartir mi curación con el mundo, a fin de que la enfermedad pueda ser erradicada de la mente del Hijo de Dios, Quien es mi único Ser". Luego, permití que la curación se efectúe a través tuyo hoy mismo, reposá serenamente, y preparate a dar tal como recibís, a conservar únicamente lo que das, y a recibir la Palabra de Dios para que reemplace tus anteriores pensamientos absurdos.
Sesiones cortas: Cuando el reloj de la hora, recordá tu propósito pensando: "Cuando me curo, no soy el único que se cura. Y quiero bendecir a mis hermanos, pues me curaré junto con ellos, tal como ellos se curarán junto conmigo."

Lección 138 : "El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir."
En este mundo el Cielo es algo que se elige porque en este mundo, creemos que hay alternativas entre las que elegir. Pensamos que las cosas tienen un opuesto, y hay que elegir, lo que implica inferir que tiene que haber un infierno. Pero la creación no conoce opuestos, aunque es necesario reflejarlo en el mundo de alguna manera. Elegir es la manera de escapar de lo que aparentemente son opuestos. Así, conviertes tu decisión en tu meta, y centras tus esfuerzos. Pero aunque creas tener miles de alternativas, sólo existe una, que incluso sólo aparenta ser una alternativa. Es la verdad, que es verdad y nada más lo es.
Hoy comenzaremos a examinar la decisión consciente de elegir el Cielo. Debemos traer a la luz las creencias descabelladas, pero a la luz de la Verdad, para ser corregida y descartadas por carecer de causa.
Sesiones largas: Al despertar, nos decidimos por el Cielo, dedicando 5 minutos a asegurarnos de haber tomado la única decisión cuerda. Reconocemos estar haciendo una elección consciente entre lo que existe, y lo aparente, dejando de lado el temor; sabiendo que fue un error trivial y sin importancia. Antes de irnos a dormir, reafirmaremos la elección realizada, y repetiremos "El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir. Me decido por él ahora, y no cambiaré de parecer, pues es lo único que quiero".
Sesiones cortas: Cada hora, reafirmaremos nuestra elección.

Lección 139 : "Aceptaré la Expiación para mí mismo."
Con esto se acaban las decisiones, porque llegamos a la de aceptarnos a nosotros mismos tal como Dios nos creó. Elegir es tener incertidumbre respecto a lo que somos, y eso es una forma de autoengaño monumental. ¿Qué es la vida sino ser lo que eres? Dudar acerca de esto, es juzgar y negar su valor, desconociendo la única certeza por la cual vivís. Así, uno se vuelve inseguro respecto a su vida, porque la está negando; y es esta negación lo que hace necesaria la Expiación. Tu negación no cambia en nada lo que sos: pero vos dividiste tu mente en dos: uno que conoce la verdad, y otro que no. La parte de vos que duda de quién sos, no puede ser realmente parte tuya. Lo único que se te pide es tu aceptación, porque lo que sos es incuestionable: fue establecido en la Mente de Dios y en la tuya. Tenemos una misión aquí: no reforcemos la locura en la que una vez creímos; vinimos a alcanzar mucho más que nuestra felicidad. Lo que aceptamos ser, proclama lo que todo el mundo es junto con nosotros. Esto es lo que la Expiación enseña, y demuestra que la unidad del Hijo de Dios no se ve afectada por su creencia de que no sabe lo que es. Aceptá la Expiación, no para cambiar la realidad, sino para aceptar la verdad de lo que sos.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, (al inicio del día y a la noche) dediquemos 5 minutos a tener presente nuestro cometido de hoy. Comenzá con este repaso: "Aceptaré la Expiación para mí mismo, pues aún soy tal como Dios me creó."
Podemos recordar esta verdad por todos, pues en la creación todas las mentes son una.
Sesiones cortas: Como muestra de gratitud por la creación, en el nombre de su Creador y de su unidad con toda la Creación, cada hora reiteramos nuestra dedicación dejando de lado los pensamientos que puedan desviarnos de nuestro santo propósito. Dejá que tu mente quede libre de las disparatadas telarañas que el mundo urde, y repetí: "Aceptaré la Expiación para mí mismo, pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 140 : "La salvación es lo único que cura."
Con "cura" no nos referimos a un remedio que hace que el cuerpo se sienta "mejor"; sino a curar nuestra mente, lo que pondrá fin al sueño de enfermedad. Los dulces y felices sueños del Espíritu Santo don distintos de los del mundo; son muestra de que la verdad asoma a tu mente, conduciéndote a un despertar.
La Expiación cura absolutamente; donde no hay culpa, no puede haber enfermedad, que es otra forma de la culpabilidad. No hay lugar en que Dios no esté: por lo tanto, el pecado no tiene un lugar donde morar, y ocultarse de Dios. Éste es el pensamiento que cura. La mente que lleva sus ilusiones ante la verdad, cambia realmente. Hoy tratamos de cambiar la mentalidad con respecto a la fuente de la enfermedad, hallando así la fuente de la curación, que está en nuestra mente. Hoy no nos dejemos engañar por quien nos parece que está enfermo; iremos más allá de las apariencias. Todas las ilusiones son falsas, y se pueden sanar precisamente porque no son verdad.
Sesiones largas: En 2 ocasiones, (al inicio del día y a la noche). Permanezcamos en perfecta quietud, a la escucha de la Voz de la curación, que restaurará la cordura del Hijo de Dios. Nos despertamos oyéndolo, y dejamos que nos hable por 5 minutos, y lo concluimos de igual modo. Sólo tenemos que dejar de lado nuestros pensamientos, que son interferencia. Sin nada a que aferrarnos, oremos: "La salvación es lo único que cura. Háblanos, Padre, para que nos podamos curar" Sentiremos la paz descender sobre nosotros.
Sesiones cortas: Repetiremos cada hora nuestra plegaria de curación, dedicando un minuto a oír la respuesta, aguardando en silencio. Hoy es el día en que la separación llega a su fin.

CUARTO REPASO:
Seamos conscientes de estarnos preparándonos para aplicar la verdad. Hay un tema central que unifica cada paso de este repaso, y es: "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios"
Esto es un hecho. La falta de perdón es lo que impide a este pensamiento llegar a tu conciencia; por eso, tratemos de entender las formas tras las que puede ocultarse esta falta de perdón. Son ilusiones, defensas que te impiden ver tus pensamientos de rencor y autoengaños. Pero tu mente realmente alberga sólo lo que pensás con Dios. Cualquier otro pensamiento es ilusión.
Sesiones largas: Comenzá cada día dedicando un tiempo a preparar tu mente para que aprenda la libertad y la paz que cada idea de repaso te ofrece. Repetí: "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios" y despejala de pensamientos engañosos. Con 5 minutos que le dediques a ésto será suficiente. Luego, leé simplemente las dos ideas diarias de repaso. Cerrá los ojos, y repetilas lentamente para vos.
Concluiremos el día de la misma manera. Dios te agradece a vos, que practicás su palabra de esta manera; y Su gratitud te envolverá de paz mientras dormís, de esa paz que Él dispone para vos por siempre, y que estás aprendiendo a reivindicar como tu herencia.
Sesiones cortas: Cuando el reloj marque la hora, traé a la mente "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios" por un minuto. Luego, repetí las dos ideas diarias de repaso, sin ninguna prisa, tratando de ver los regalos que encierran para vos.

Lección 141 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
El perdón es la llave de la felicidad.
El perdón me ofrece todo lo que deseo.

Lección 142 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Gracias, Padre, por los regalos que me has concedido.
Que no me olvide de que soy uno con Dios.

¿Sabés? me costó mucho superar el prejuicio que me producía hablar de Dios, Expiación, Espíritu Santo, Hijo de Dios, santidad... todo lo que pudiera ser "racionalmente" aclarado me encantaba (física cuántica era mi preferida, esto de cómo la ciencia está arribando a las mismas conclusiones que los místicos) pero ponerme a decir estas palabras me costaba. Me sentía insegura. Hasta que experimenté, y además constaté asombrada que estaba "juzgando" de poco "profesionales y racionales" estas palabras. Palabras que son sólo eso: palabras, asociaciones, uniones de letras... Ahora entiendo que alguna palabra hay que usar, y que "discriminar" a la palabra "santidad" no hace que la experiencia sea menos santa, y sigue siento una forma de discriminación, o sea de juzgar.
Hoy Silvia comentaba que las palabras tienen su energía, (que no es lo mismo si te digo "dulce" que "loca") y entonces, ¿por qué no respetar las palabras que el curso usa? Alguna palabra hay que usar, aunque la realidad de la vivencia sea tan difícil de "apalabrar". Así que aquí estoy, respetando. Sigo tratando de no juzgar.

Lección 143 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.

Lección 144 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
No hay otro amor que el de Dios.
En el mundo que veo no hay nada que yo desee.

Lección 145 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo.
Es imposible ver dos mundos.

Lección 146 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Nadie que realmente se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era.

Lección 147 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
No le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.

Lección 148 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Si me defiendo, he sido atacado.
La enfermedad es una defensa contra la verdad.

Lección 149 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Cuando me curo, no soy el único que se cura.
El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.

Lección 150 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Aceptaré la Expiación para mí mismo.
La salvación es lo único que cura.

Así que te cuento, para no sentir que lo hice de "taquito" que esta semana trabajé mucho, pero mucho, con lo que uno dice sin hablar. Parece que es cierto nomás que el otro, de alguna manera que no conozco, "oye" o "presiente" lo que uno piensa. Así que, tratando de llevarme a mí misma del deseo desesperado por algo, hacia el anhelo profundo pero paciente, (¿ya te conté que soy muy impaciente?) (Cancelo! debí poner: era impaciente, para no sellar la idea) y como no soy la única que se cura, se lo propuse silenciosamente a todo el que se me cruzó en el camino.
Y si mi marido, por ejemplo, va a escuchar lo que pienso, prefiero que escuche en su corazón "te amo incondicionalmente, completo, con tus defectos y virtudes, y anhelo que ambos crezcamos para bien nuestro y de todos, en armonía perfecta" y no que presienta "uff, no lo soporto más" cada vez que se cruza conmigo, o cuando me despierto a la noche para darme vuelta en la cama. Con la primera opción, siento que le estoy haciendo a Dios un lugarcito en mi corazón (y en el de él).

Lección 151 : "Todas las cosas son ecos de la voz que habla por Dios."
Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales; y si no tenemos todos los datos, eso es lo que hacemos: dar una opinión basada en la ignorancia y la duda. Además, no ponemos en tela de juicio el mundo que vemos, pese a habernos dado cuenta hace rato que los sentidos engañan. Muchas veces se nos ha exhortado a que nos abstengamos de juzgar, no por negar un derecho ni por un tema ético: no podemos juzgar, porque nos basamos en la ilusión del ego y nuestros sentidos físicos. Empezá a descreer de los juicios y las pruebas que el ego te presenta, para confiar en la Voz que te habla por Dios, que reconoce sólo lo que Dios ama; que sólo puede deleitarse en la Certeza de su Perfecta Impecabilidad instalada en todos sus Hijos. ¿Cómo podrían los pecados o las injusticias ser reales? Ello implicaría un Dios que las acepta y las contempla; por eso son sólo ilusiones del ego. Dios te concede una visión que va más allá de esas ilusiones, y te permite contemplar a Cristo en todas ellas. Y verás el amor en el odio, y lo puro en el pecado, reinterpretando todos los sueños fútiles. Esa es su resurrección. Así verás a Cristo en todo, y oirás en todo el eco de la Voz de Dios.
Sesiones largas: Por 15 minutos al despertar, y 15 más antes de dormir, practicaremos sin palabras. Sólo repetí la idea de hoy, y luego pasá en silencio ese tiempo, ofreciéndole a Dios todos los pensamientos que acudan a tu mente; Él te los devolverá en forma de milagros. Así desaparecen las fantasías y lo que queda se unifica en el Pensamiento perfecto de Dios, que ofrece su perfección. Esta es tu Pascua. Ahora, elevá tu mente resurrecta para que el mundo se redima.
Sesiones cortas: Cada hora, recordá a Aquel que es la salvación y liberación. Así comenzamos a llevar alrededor del mundo las buenas nuevas de que en la Verdad no hay ilusiones, y la paz de Dios les pertenece a todos.

Lección 152 : "Tengo el poder de decidir."
Nadie puede sentir dolor, pérdidas, estar afligido... a menos que sea su propia decisión, que así lo desee. Puede parecer una postura extrema, pero ¿cómo podría la verdad no ser abarcativa? Tiene que abarcarlo todo, si es que es la verdad. No aceptes opuestos ni excepciones; la salvación es el reconocimiento de que sólo la verdad es verdad, y que nada más lo es. Es la más simple de las distinciones, y la más ambigua, porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no parecen proceder de vos. Tal como Dios te creó, no podés sino ser inmutable; por lo tanto, los estados transitorios son, por definición, falsos. Por ello, el mundo que vemos ha sido creado por nosotros. ¿qué puede saber Dios de lo efímero, del pecado, sufrimiento o dolor? Pensar que Dios creó el caos, que contradice Su Voluntad, es arrogancia. La humildad se daría cuenta de que estas cosas no pueden proceder de Él. Seamos hoy humildes, y aceptemos lo que hemos hecho tal como es. Tenemos el poder de decidir. Aceptá el papel que te corresponde como co-creador y lo que crees haber fabricado desaparecerá; emergerá en tu conciencia lo que siempre estuvo ahí. Con humildad, aceptamos jubilosamente como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su pureza, el Amor de su Padre y su derecho al Cielo
Sesiones largas: Por 5 minutos al despertar, y 5 más antes de dormir, pensaremos sólo en la verdad y practicaremos sus caminos: iniciamos diciendo "Tengo el poder de decidir. Hoy me aceptaré a mí mismo tal como la Voluntad de mi Padre dispuso que yo fuese" Luego, aguardamos en silencio, abandonando el auto engaño, pidiendo humildemente que se revele ante nosotros.
Sesiones cortas: Cada hora, repetí esta invitación a tu Ser. La Voz de Dios te contestará, trayéndote su paz.

Lección 153 : "En mi indefensión radica mi seguridad."
A vos, que te sentís amenazado por el mundo, te confirmamos que el mundo no ofrece ninguna seguridad. Es imposible la paz allí donde el peligro acecha de este modo; no podés sino estar a la defensiva, y esta actitud es una doble amenaza: da testimonio de la debilidad y establece defensas. Es como si la mente se halla encerrada en círculos concéntricos de defensa y ataque, cuando en verdad es imposible defenderse, porque el ataque es ilusión. La indefensión es fortaleza. La actitud defensiva implica debilidad, implica la posibilidad de ser atacado. Hoy miraremos más allá de los sueños, reconociendo que no necesitamos defensas porque fuimos creados inexpugnables. Nos es imposible temer, si no hay nada que pueda dañarnos. Permanece en silencio un segundo y piensa cuán seguro descansás y cuán invulnerable sos en la luz. Y mientras no enseñés lo que aprendiste, la salvación seguirá esperando, y no reconocerás la luz, y que ya te escapaste del mundo. Cuando ofrezcas la luz a tus hermanos, al tomarla ellos harán que vos veas que es tu luz. La salvación es un juego que juegan niños felices, diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y desea enseñarles que el miedo ya acabó. Los sueños tenebrosos creados por el ego no existen, y el Hijo de Dios puede sonreír al reconocer que no son verdad.

Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.
Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión.
** Hoy nuestro tema es la indefensión: revistiéndonos de ella, preparémonos a enfrentar el día. Recordemos que nuestra debilidad desaparece al recordar que la fortaleza de Cristo vive en nosotros. Invoquemos Su fortaleza cuando tengamos la debilidad de defendernos. Dejás de lado lo que nunca fue real, a fin de contemplar a Cristo y su impecabilidad.
No tengas miedo ni timidez; tu práctica ahora empieza a adquirir la vehemencia del amor. Los ministros de Dios nunca fracasan, porque es Su amor, Su fortaleza y Su paz la que irradian.

Lección 154 : "Me cuento entre los ministros de Dios."
No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes; ya superamos esas tonteras. No podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. Sea cual fuere tu papel, escucha sólo la voz del Espíritu Santo en vos. Ahora tu mente vuelve a tomar conciencia de Quien la creó, y de su eterna unión consigo misma. Aceptá tu papel como mensajero de Dios, y entregá Su mensaje, sabiendo que en primer lugar van dirigidos a vos mismo, para luego trasmitirlos. Nadie puede comprender que ha recibido el mensaje hasta que no lo de. Esta es la unión que nos proponemos reconocer hoy, no trataremos de mantener nuestras mentes separadas de Aquel que habla por nosotros. Él necesita nuestra voz, nuestras manos para entregar Sus mensajes, y necesita que nuestra voluntad se una a la Suya, para poder ser receptores de los dones que Él entrega.
Aprendamos esto hoy: No reconoceremos lo que hemos recibido hasta que no lo demos.
Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.
Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión.

** Digamos hoy: "Me cuento entre los ministros de Dios, y me siento agradecido de disponer de los medios a través de los cuales puedo reconocer que soy libre" Ahora, demostraremos cómo ha cambiado lo que pensábamos que nuestra función era, y los dones de nuestro Creador aparecerán ante nuestra vista al darlos.

Lección 155 : "Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino."
Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambiás de aspecto, pero sonreís más a menudo. Tu frente está serena, tus ojos están tranquilos. Los que caminan por el mundo con la misma actitud, te reconocen; los que aún no transitan el camino, te creen como ellos. El mundo es una ilusión. Pero cuando te das cuenta que también aquí se encuentra la verdad, sólo tenés que dejar que la verdad te muestre el camino, para que las ilusiones vayan detrás de ella. La ilusión aún parece real para vos, para que puedas desenvolverte en el mundo; pero ha retrocedido, y no es de ilusiones que tus hermanos te oyen hablar. Perdió su poder sobre vos.
Este camino no tiene precio (no necesitás sacrificar el mundo para él, porque el mundo es ilusión) y sólo te aporta ganancias. Caminá seguro, pero con cuidado; esta senda es nueva para vos. Dejá siempre que la verdad te guíe, y abrí el camino para que tus hermanos te sigan. Las ilusiones se alejarán; no perdamos el rumbo, porque este es el camino que conduce a Dios. No busques otros caminos que parezcan llevar a otra parte. Sólo Dios es nuestro destino final; Él te tomó de la mano, y confía en que sepas guiar a tus hermanos. Sólo te pide que pienses en Él por un rato cada día, para dialogar contigo y hablarte de Su Amor, recordarte Su Confianza en vos. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, trabajemos con este pensamiento: "Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino, pues deseo recorrer el camino que me conduce hasta Él."

Lección 156 : "Camino con Dios en perfecta santidad."
La idea de hoy expresa la simple verdad que hace que el pecado sea imposible. Asegura que la culpabilidad no tiene causa, y por lo tanto, no existe. Las ideas no abandonan su fuente, por ende, ¿cómo podrías estar solo y separado de Dios, que es tu Fuente?
La verdad, si es verdad, tiene que serlo de principio a fin. No podés estar separado de Dios, porque no podés existir sin Él, que es lo que es tu vida. Hay una sola vida: la que compartís con Él. Y allí donde Él está, tiene que haber santidad así como vida. Todo lo que vive es tan santo como Él; no puede elegir no serlo, como el sol no puede elegir no calentar. Hay una luz en vos que no puede extinguirse, y que el universo ansía contemplar, porque es la luz de la santidad de Dios. Así opera la salvación; cuando te hacés a un lado, la luz que vive en vos da un paso adelante y envuelve el mundo, y el pecado desaparece entre risas, reconociendo su absurdidad e inexistencia.
"¿Quién camina a mi lado?" Hacete esta pregunta mil veces al día, hasta sentir la certeza y la paz. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Camino con Dios en perfecta santidad. Ilumino el mundo, ilumino mi mente, así como todas las mentes que Dios creó una conmigo"

Yo no puedo ni empezar a contarte el jabón que me pegué cuando llegué a estas lecciones y leí que se suponía que tenía que compartir el mensaje. Claro, con el que viene y pregunta es más fácil.... ¿Y el resto? Luego, resultó que había quien disponía las cosas además de mí, y todo se fue acomodando. Hoy, con vos, somos 170 los que compartimos esta nueva forma de encarar cada día.
Además, recordá que el ejemplo no es la mejor forma de enseñanza: ES LA ÚNICA. Vivir todo esto es la mejor forma de difundirlo. Cuando elegí no ver los noticieros, a mediados de diciembre del año pasado (para no agregar mi energía a todo lo que nuestro país vivía) resultó ser la mejor manera de preservarme... e igual me entero de todo, pero sin la alienación resultante de las ilusiones del mundo. Puedo asegurarte que perdí taquicardia e intranquilidad, y gané paz y seguridad. "La vida pasa por otro lado" (Silvia dixit)



Lección 157 : "En Su presencia he de estar ahora."
Este día es de silencio y de fe. Es santo, porque anuncia una nueva experiencia: una manera de sentir distinta y una conciencia diferente. Hoy aprenderemos a sentir el júbilo de la vida. Es un punto decisivo en nuestro plan de estudios, que arroja nueva luz sobre todo lo aprendido, concediéndonos un atisbo del Cielo, antes de regresar a la senda del aprendizaje; permitiéndonos adentrarnos en la eternidad por un rato, dejándonos con nuestro Ser por un momento. Él dirige tu práctica hoy, porque lo que estás pidiendo es lo que Su Voluntad dispone. La experiencia de hoy santificará tu mente y tu cuerpo, y eso se trasmitirá a todos aquellos en los que pienses o a los que toques. A medida que esta experiencia se intensifica, y tus otros objetivos dejan de ser importantes, el mundo que ves y al que retornas se acerca a su fin, se asemeja más al Cielo cada vez y se aproxima a su liberación.
Jamás soñamos con este viaje, pero el Dador de los sueños felices y de la Vida, ha soñado por vos esta jornada que da comienzo hoy. En la presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su radiante Faz y de Su Amor perfecto. Sólo puede experimentarse, no hay palabras ni aprendizaje para explicarlo. Pero lo supiste antes, y lo sabrás de nuevo.
Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "En Su presencia he de estar ahora"

Lección 158 : "Hoy aprendo a dar tal como recibo."
Se te dió el conocimiento de que sos una mente, de que te encontrás en una Mente y no sos sino mente, por siempre libre de pecado y exento de miedo, por haber sido creado en el Amor. No abandonaste tu Fuente, por lo tanto, seguís siendo como fuiste creado. Este conocimiento ha sido dado por la Creación, y no hay nadie en el mundo que no lo haya recibido. Nada de esto se puede aprender ni enseñar; sólo experimentar y recordar. El momento en que esto suceda ya ha sido fijado, pese a la ilusión de la existencia del tiempo.
El tiempo es un truco, un juego de manos, una ilusión. Tras las apariencias existe un plan, que sólo puede verse desde el final del recorrido, por una cuestión de perspectiva.
Un maestro no puede dar su experiencia, porque no es algo que él aprendió: se le ha revelado. Pero la visión es su regalo; Cristo está dispuesto a otorgarla a todo el que la solicite. La experiencia (que no se puede enseñar, aprender o ver) se encuentra ahí, a tu disposición. Esta visión contempla una luz que se encuentra más allá del cuerpo; una pureza que no se empaña; no ve separación. Esto es lo que se puede enseñar, y para alcanzarlo hay que enseñarlo. Y esto es lo que vamos a dar hoy: no ver a nadie como un cuerpo, saludando a todo el mundo como el Hijo de Dios que es, reconociendo que es uno con vos en santidad. Así es como sus pecados les son perdonados; al ser imperceptibles para el Uno, desaparecen porque la santidad ocupa su lugar. Y sus efectos desaparecen junto con ellos. Así es como aprendés a dar tal como recibís, y así es como la visión de Cristo te contempla a vos también. Esto es fácil de aprender si recordamos que en nuestro hermano nos vemos a nosotros también: son nuestro reflejo.
Cada persona con la que te encuentres hoy, te da una oportunidad para dejar que la visión de Cristo brille en vos.
Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Hoy aprendo a dar tal como recibo", y hoy, todo el día, mirá todo con los ojos de Cristo. Así, será Su Visión la que te contemple a vos hoy.

Lección 159 : "Doy los milagros que he recibido."
Nadie puede dar lo que no ha recibido; para darlo, es preciso tenerlo antes. En este punto, las leyes del mundo y el Cielo coinciden; pero difieren en creer que, para el mundo, para poseer algo es necesario conservarlo; mientras que para la salvación es lo contrario: al dar algo es como reconoces haberlo recibido. Es la prueba de que lo que das, es tuyo. La visión de Cristo es un milagro: refleja el Amor eterno; representa al cielo. La Visión de Cristo es el milagro del cual emanan todos los demás; es su fuente, y aunque permanece en cada milagro que das, sigue siendo tuya. Cristo no ve pecados en nadie, y todos son por igual incapaces de pecar. Su Visión es el puente entre estos 2 mundos. Y su poder te sacará de este mundo, llevándote a otro santificado por el perdón. Aquí se repara y renueva al mundo, bajo una nueva luz. En su visión hay un caudal de milagros inagotables desplegados ante vos para que los des. ¿Cómo no serías merecedor de estos regalos, si Dios mismo dispuso que te sean dados? Cristo soñó el sueño de un mundo perdonado; permitámonos soñar con Él, porque su sueño nos despierta a la Verdad, que nunca perdimos, sino que sólo la olvidamos.
Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Doy los milagros que he recibido."

Lección 160 : "Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí."
El miedo es un extraño en los caminos del amor. Si te identificás con él, te volvés extraño a tus propios ojos, y lo que tu Ser es sigue siendo ajeno para la parte de vos que creés real. Si alguien viniera a pretender ocupar tu hogar , hablando un idioma que desconocés, no le darías cabida. En tu hogar, que Dios te dio, ¿a quién le corresponde estar, a vos o al miedo? Y el amor y el miedo no pueden coexistir. Si vos sos real, el miedo no puede sino ser una ilusión. Estás perdido, sin hogar al que regresar, a menos que un milagro venga y te muestre quién es el extraño en tu morada, donde sigue viviendo tu Ser, que no se ha confundido. Tu Ser está tan seguro de lo que es suyo, como Dios de Su Hijo. La certeza de Dios es suficiente: a aquel a quien reconoce como Su Hijo, le corresponde estar donde Él lo estableció. Oí Su Voz para asegurarte que vos no sos un extraño para Él. Hoy damos gracias de que Cristo haya venido a buscar al mundo a los Suyos; su visión se une a ellos jubilosamente. Ellos lo ven como a un extraño, pues no se reconocen a sí mismos, pero a medida que le den la bienvenida, lo recordarán, y Él los conducirá dulcemente a su hogar, donde les corresponde estar.
Cristo no se olvida de nadie. Mas vos no podrás recordarlo a Él hasta que contemples todo tal como Él lo hace: el que niega a su hermano, lo está negando a Él, y se está negando a aceptar el don de la Visión mediante el cual puede recordar a su Ser, recordar su hogar y alcanzar la salvación.
Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí."

Lección 161 : "Dame tu bendición, santo Hijo de Dios ."
Hoy practicaremos diferente, pronunciándonos en contra de la ira, para que nuestros temores puedan desaparecer y darle cabida al amor. En las palabras de hoy está la salvación, y la respuesta a toda tentación, porque no deja de darle la bienvenida a Cristo donde imperen la ira y el miedo. Es la respuesta que te da la Voz que habla por Dios.
La condición natural de la mente es abstracción total, pero una parte de ella se volvió antinatural, al no ver todo como si fuese uno solo, sino ver fragmentos del todo, para formar el mundo parcial que vemos. Así surgió lo concreto, y hoy usaremos en nuestra práctica las cosas concretas. Se las entregamos al Espíritu Santo para que Él pueda usarlas para un propósito distinto al que nosotros les dimos, para que podamos ver otro propósito en todo.
Un hermano es todos los hermanos, y en cada mente se hallan todas las mentes. Esta es la Verdad. Pero la mente que se enseñó a si misma a pensar de manera concreta, ya no puede captar esta abstracción. Nos parece que es el cuerpo el que coarta nuestra libertad y nos hace sufrir, pero el cuerpo es sólo un símbolo del miedo, que al ser falso, se aferra a lo concreto. El amor, al ser verdad, no precisa símbolos.
Los cuerpos atacan; las mentes, no. Pero aunque el cuerpo sea el blanco del ataque, es la mente la que odia, y la que ordena al cuerpo atacar. Quien ve a un hermano como un cuerpo, lo está viendo como el símbolo del miedo; y lo atacará porque lo que contempla es su propio miedo proyectado fuera de sí mismo. Esto es lo que contemplan los ojos del cuerpo en uno que Dios creó perfecto; esa es su realidad. Y en la visión de Cristo su hermosura se ve perfecta, tal como la tuya. En las manos de tu enemigo está tu salvación: pídesela y te la dará; atacalo y será el símbolo del miedo.
Hoy volveremos a practicar algo que ya intentamos antes, para intentar alcanzar la visión de Cristo. El Cielo no se olvidó de vos; ¿no te gustaría recordarlo?
Sesión larga: Seleccioná un hermano para que sea el símbolo de los demás y pedile la salvación. Visualizalo tan claramente como puedas, y pedile, para que él pueda liberarte: "Dame tu bendición, santo Hijo de Dios. Quiero contemplarte con los ojos de Cristo y ver en vos mi perfecta impecabilidad" Te responderá, porque oirá en vos la Voz que habla por Dios. Contemplá a aquel que sólo veías como un cuerpo, y reconocé que Cristo vino a vos en él. Esta idea es la forma de escaparte del miedo y la ira.
Sesiones cortas: Repetí la frase inmediatamente si tenés la tentación de atacar a un hermano, y lo verás cambiar de enemigo a salvador, de demonio a Cristo.

Lección 162 : "Soy tal como Dios me creó."
Sólo con mantener este pensamiento fijo en la mente, el mundo se salvaría; por ello, lo repetiremos de vez en cuando, al ir alcanzando niveles en el aprendizaje. Y cada vez tendrá más significado para vos. Estas palabras son sagradas, porque son la respuesta de Dios al mundo de ilusiones que creamos. Estas son las palabras mediante las cuales se proclama que el Hijo es la felicidad de su Padre y Su amor. Se proclama la Creación y se la honra tal como es. Santo es el que las hace suyas, y salvará al mundo porque le dá lo mismo que el recibe cada vez que las practica.
Hoy la práctica es simple: Estas palabras son poderosas y no necesitan pensamientos adicionales: Hoy te honramos a VOS. Tenés derecho a la perfecta santidad que ahora aceptás. La perfecta dicha y amor son tuyos, y están a tu alcance.
Práctica: Levantate con estas palabras en tu mente, recordalas durante todo el día, y acostate con ellas al irte a dormir. Estas palabras disipan la oscuridad, y la luz vino hoy a bendecir al mundo.


Lección 163 : "La muerte no existe. El Hijo de Dios es libre."
La muerte es un pensamiento que adopta muchas formas, que a menudo no se reconocen: tristeza, miedo, ansiedad, duda, falta de fe, desconfianza, ira, preocupación por el cuerpo, envidia, y todo aquello que implique el deseo de ser como no sos. Todos estos pensamientos no son sino reflejos de la veneración que se le rinde a la muerte como salvadora y portadora de la liberación. Es lo único que inevitablemente llegará; todo lo demás parece incierto, perdiéndose a poco de adquirido, sin ofrecer seguridad.
¿Te postrarías ante ídolos como éste? Es imposible venerar a la muerte en cualquiera de las formas que adopta y al mismo tiempo, elegir unas cuantas para no creerlas. La muerte es total: o bien todas las cosas mueren, o viven y no pueden morir. Nos encontramos de nuevo ante algo obvio: lo que contradice totalmente un pensamiento no puede ser verdad, a menos que sea falso su opuesto. Si Dios es verdad ( y al no haberla creado Dios, ya que Dios no puede morir), la muerte tiene que carecer de entidad; ser una ilusión. Esta es la postura que hoy adoptamos, y se nos concede poder mirar allende la muerte, y ver la vida que se encuentra más allá.
Digamos : "Padre nuestro, bendice hoy nuestros ojos. Somos Tus emisarios, y deseamos contemplar el glorioso reflejo de Tu Amor que refulge en todas las cosas. Vivimos y nos movemos únicamente en Tí. No estamos separados de Tu vida eterna. La muerte no existe, pues la muerte no es Tu Voluntad. Y moramos allí donde Tú nos ubicaste, en la vida que compartimos con Vos y con toda cosa viviente, para ser como Vos y parte de Vos para siempre. Aceptamos Tus pensamientos como nuestros, y nuestra voluntad es una con la Tuya eternamente. Amén."
(el libro no menciona frecuencia, te sugiero la práctica del inicio)


Esto de ver al Cristo en el otro... es muy fácil cuando lo amamos o, aunque sea, nos cae bien. Yo suelo imaginarme una estrella en el pecho de cada ser. A veces, me divierto mirando a todo el que se me cruza e imaginando sus "estrellas". Silvia alguna vez habló de que tenemos en nosotros la "chispa divina" que es parte de Dios, que nos hace uno con él. Y es bárbaro para "despegarse" de la emoción que el otro genera... sobre todo cuando esa emoción tiene más que ver con el miedo que con el amor. Silvia dice siempre que en el fondo de toda emoción de las que calificamos de "negativas" está el temor. Así, los celos, son temor a que me dejes; el odio, temor a que no me consideres; el desprecio, temor a que descubras cómo soy en realidad... si tengo una visión piadosa, cuesta mucho menos no atacar. Emparejalo con el perdón (si el otro te ataca, vos decile mentalmente: -Ah, sí? Entonces, yo te perdono!! y te vas a reír solo de lo absurdo de la situación)
Esta semana Gurdjieff me contó que hay yoes (¿sabías que dentro tenemos un montón de "yoes" o roles, o actitudes, y que cada una intenta tomar el mando de nuestra vida? Vendría a ser algo así como que, cuando reacciono con furia, estoy permitiendo que el yo colérico se haga cargo de una situación, y se identifique con la emoción que esa situación me genera. Por eso Silvia insiste tanto con la observación: el yo observador sólo puede identificarse con la observación, y eso hace que "despeguemos" de la situación que nos esté envolviendo). Bueno, decía que Gurdjieff me contó que hay yoes (sobre todo los deseosos de admiración o atención o fama: lo que el Curso llama el "deseo de ser especial") (caramba, cómo estoy hoy!) HAY YOES decía, a los que es imposible vencer. Sólo hay que saber que existen, que están en nosotros... ¡¡Y burlarse de ellos!! Uno mismo, tiene que burlarse de ellos cada vez que aparecen.
Para mí fue una idea poderosísima. Te la regalo. Por ahí no la precisás nunca, pero si aparece alguno de ésos, ya sabés... Reítele


En las lecciones que siguen, te recuerdo que, por ahora, el Esquema de trabajo será así: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, leamos las ideas del día y recordemos la frase o idea que las representan. Recordemos además ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.
Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión.

Lección 164: "Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente."
¿En qué otro momento sino ahora puede reconocerse la Verdad? El presente es el único tiempo que hay. Así, ahora podemos contemplar lo que se halla ahí eternamente, no ante nuestra visión sino ante los ojos de Cristo. Una melodía procedente de mucho más allá del mundo se hace cada vez más clara: una llamada ancestral a la que Cristo da una respuesta ancestral. Reconocerás tanto una como otra, porque no son sino tu propia respuesta a la llamada de tu Padre. Hoy se dejan de lado las aflicciones porque aceptando los dones que Él nos da, nos resultan claros los sonidos y las vistas de aquello que está más cerca nuestro en el mundo. Hay un silencio que el mundo no puede perturbar. Hay una paz que llevás en tu corazón y no perdiste. Hoy recordaremos ésto. Hoy las imaginaciones se descorren cual una cortina, para revelar lo que está tras ellas, y las sombras que parecían ocultarlo se sumergen en la nada. Hoy es un día sagrado para el mundo; hoy no juzgaremos. Recibimos sólo aquello que nos llega desde más allá del mundo. Todo cuanto vemos incrementa nuestra dicha, porque su santidad refleja la nuestra.
Bendecimos al mundo al contemplarlo tal como nuestro Salvador nos contempla a nosotros.
Práctica: Descorré esta cortina, simplemente renunciando a todo lo que creés desear. Dejá un espacio limpio y despejado en tu mente, donde Cristo pueda venir a ofrecerte el tesoro de la Salvación. Él necesita tu santísima mente para salvar al mundo.
No dejes que el día pase sin aceptar y aprobar los regalos que Cristo tiene reservados para vos. Si los reconocés y ACEPTÁS, podemos cambiar el mundo. Practicá con fervor, y ése será tu regalo: poder cambiar todo sufrimiento por dicha.

Lección 165 : "Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios."
El Pensamiento de Dios te creó y no te abandonó ni un instante, ni estuviste nunca separado de él: gracias a él vivís, y es tu fuente de vida. ¿Quién negaría su seguridad, su curación y su paz, si reconociese dónde se encuentran? Abandonaría todo lo demás como algo sin valor en comparación. No niegues el Cielo: hoy se te concede sólo con que lo pidas. No es necesario que percibas cuánto cambiará tu mente ni cuán grande es este regalo: Sólo pedilo y se te concederá. La convicción radica en él: hasta que no le des la bienvenida como algo que te pertenece, seguirás en la incertidumbre. Pero Dios es justo: no tenés que tener certeza para recibir lo que tu aceptación puede otorgar.
Pedí con fervor, aunque no tengas la certeza que sea lo único que deseás; cuando lo tengas, sabrás que tenés el tesoro que siempre anhelaste. Verlo te demuestra que cambiaste tu ceguera por la visión de Cristo, y que aceptaste el Pensamiento de Dios como tu herencia. Ahora, el poder de Cristo mora en tu mente, para que puedas curar tal como fuiste curado; y ahora te contás entre los salvadores del mundo. Ese es tu único destino.
Practicá hoy, lleno de esperanza, que está justificada porque tus dudas no tienen sentido, ya que Dios goza de perfecta certeza, y Su Pensamiento nunca está ausente. Este Curso elimina toda duda que hayas interpuesto entre Él y tu certeza de Él. Contamos con Dios. no con nosotros mismos, para que nos dé certeza. Su Amor se encuentra tras nuestros temores, y Su Pensamiento aún está en nuestras mentes, más allá de todo sueño, tal como Su Voluntad dispone.

Lección 166 : "Se me han confiado los dones de Dios."
Se te dió todo, ya que Dios da sin hacer excepciones ni reservarse nada que contribuya a tu felicidad; pero a menos que tu voluntad sea una con la Suya, no podés recibir sus dones. Pero, ¿qué podría hacerte pensar que hay otra voluntad que la Suya?
Esta es la paradoja que fundamenta la fabricación de este mundo, que no es Voluntad de Dios, y por ello, no es real. Pero aquellos que creen que este mundo es real, no pueden sino creer que hay otra voluntad, asumiendo el papel de creadores en vez de Dios.
Todo aquel que cree esto, no puede recibir sus dones, porque estaría traicionándose a sí mismo. Sin este mundo que construyó se siente como un paria sin hogar, y preso del miedo. No se dá cuenta de que este mundo no es su hogar; se alejó tanto de su verdadero hogar, que no se da cuenta que olvidó de dónde vino, a dónde va e incluso quién es en verdad. No obstante, los dones de Dios lo acompañan en su insensato vagar, aunque no se de cuenta, porque no puede perderlos. Va solo, sin ver que Dios lo acompaña.
La voluntad de Dios no se opone a nada. Simplemente, Es. No es a Dios a quien aprisionaste con tu plan de querer perder tu Ser, pero Dios no sabe nada de un plan tan ajeno a Su Voluntad. La vista mediante la cual contemplás la tristeza y la muerte, ha sido sustituida por una Visión que percibe que no sos lo que pretendés. Uno que camina a tu lado, le ofrece a cada uno de tus temores esta piadosa respuesta: "Eso no es cierto". Y te recuerda que no estás solo, que Él camina a tu lado, y que Sus dones están a tu disposición, y se te confiaron para que los des a todos aquellos que eligen recorrer el solitario camino del que te escapaste. Al aprender de Cristo que hay otro camino, les tenés que enseñar que sólo están yendo tras sus propios deseos.
No dejés que tus pesares te tienten a no ser fiel a tu cometido; tus suspiros no hacen sino truncar las esperanzas de los que cuentan con vos para su liberación. Tus temores no hacen sino enseñarles que los suyos están justificados. Pero tu cambio de mentalidad, se convierte en la prueba de que quien acepta los dones de Dios jamás puede sufrir por nada.
Convertite en la prueba viviente de lo que el toque de Cristo puede ofrecer al mundo. ¡Que tu felicidad dé testimonio de la gran transformación que experimenta la mente que elige aceptar los dones de Dios, y sentir el toque de Cristo! Esa es tu misión ahora: Dios compartió su gozo con vos; ahora, vos compartilo con el mundo.

Lección 167:"Sólo hay una vida, y esa es la vida que comparto con Dios."
No existen distintas clases de vida, porque la vida es como la verdad: no admite grados. Y al igual que todos Sus Pensamientos, no tiene opuestos. La muerte no existe porque todo lo que Dios creó comparte Su Vida. En este mundo parece haber un estado opuesto a la vida: la muerte, que es además la idea subyacente a todos los pensamientos que no son felicidad. Todo pesar, sensación de pérdida, ansiedad, sufrimiento, dolor... dan testimonio de la muerte, y niegan que vivís.
Creés que la muerte tiene que ver sólo con el cuerpo, pero es una idea: como tal, se encuentra en la mente. Y es en su origen donde pueden efectuarse el cambio, si el cambio tendrá lugar. Esta es la razón de que puedas curar.
La muerte es el pensamiento de que estás separado de tu Creador; la creencia de que las condiciones cambian, y que tus emociones varían de acuerdo a causas fuera de tu control.
La muerte no puede proceder de la vida. Las ideas permanecen unidas a su fuente, por ello no pueden dar origen a lo que jamás se les dio. La mente puede pensar que duerme, pero eso es todo. Lo que parece morir no es sino la señal de que la mente está dormida. La mente es mente, tanto despierta como dormida. Dios sólo crea mentes despiertas. Él no duerme y sus creaciones no pueden poseer algo que Él no les confiera. Lo que parece opuesto a la vida, es meramente un sueño. Cuando la mente elige ser lo que no es, una condición foránea que no forma parte de su Fuente, simplemente duerme por un rato. Cuando la mente despierta, sigue siendo como siempre fue.
Seamos hoy criaturas de la verdad. No neguemos nuestro patrimonio. Nuestra vida no es como la imaginamos. ¿Quién podría cambiar de vida por soñar un rato? Hoy no pediremos la muerte en ninguna de sus formas. Hoy procuraremos mantener su santo hogar tal como Él lo estableció, y Su Voluntad dispone que sea eternamente. Él es Señor de lo que pensamos, y en Su Pensamiento, que no tiene opuestos, entendemos que sólo hay una vida, que es la que compartimos con Él , con toda la creación, al tener una sola Fuente desde la cual nos llegó la perfección.
Una mente despierta es aquella que conoce su Fuente, su Ser y su Santidad.

Lección 168: "Tu gracia me es dada. La reclamo ahora."
Dios nos habla. ¿No deberíamos acaso nosotros hablarle a Él? Dios no es algo distante, no se oculta de nosotros. Está siempre accesible, y Ama a su Hijo. De nada, excepto de ésto se puede estar seguro, pero con esto basta. Lo ama aún cuando su mente duerma; y cuando su mente despierte, lo amará igual.
Su gracia es Su respuesta para toda desesperación, en ella radica el recuerdo de Su Amor. Y es tuya, sólo con que la reconozcas, y su memoria despertará en la mente que le pida los medios a través de los cuales su sueño termina.
Hoy le pedimos a Dios este regalo, que es el que con más celo Él conservó en nuestro corazón; por su intermedio, Dios se inclina hasta nosotros y nos eleva, dando Él mismo el último paso de la salvación, haciendo que las telarañas del sueño desaparezcan, restaurando las memorias que la mente que duerme había olvidado.
Dios ama a su Hijo. Pedile ahora que te proporcione los medios a través de los cuales este mundo desaparece; y primero vendrá la visión, y luego el conocimiento. En la gracia, ves una luz envolver al mundo con amor, y el miedo borrarse de todos los rostros.
Hoy es un día nuevo y santo, porque recibimos lo que se nos ha dado. Nos elevamos hacia El con gratitud y Amor, y Él desciende para recibirnos, según nos acercamos.
Digamos: "Tu gracia me es dada, la reclamo ahora. Padre, vengo a tí, y Tú vendrás a mí que te lo pido, pues soy el Hijo que Tú amas."

Lección 169: "Por la gracia vivo, por la gracia soy liberado."
La gracia es el atributo del Amor de Dios que más se parece al estado de la unidad en la verdad. Es la aspiración más elevada de este mundo, porque conduce más allá de él.
La gracia es la aceptación del amor de Dios en un mundo de aparente odio y miedo.
Se encuentra más allá del aprendizaje, pero es su objetivo: porque la gracia no puede llegar hasta que la mente no se haya preparado a sí misma para aceptar la verdad. Lo cual hacemos porque una mente receptiva puede oír la Llamada a despertar. Se dió cuenta de que hay cosas que no sabe, y que hay un estado diferente de la experiencia con la que se siente a gusto por resultarle familiar.
Dar testimonio de la Palabra de Dios hace que la experiencia de la verdad llegue más pronto. La unidad es la idea de que Dios ES, y en SU SER, abarca todas las cosas. Decimos Dios Es, y guardamos silencio porque en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. No hay mente que pueda pronunciarlas; se ha unido a su Fuente, y al igual que ella, simplemente, Es. El Hijo de Dios ha desaparecido en su Padre; se fundieron, y la eternidad tiene lugar ahí.
Esto está más allá de la experiencia, pero cuando se enseña lo que es el perdón y se aplica, este momento se acerca. En realidad, todo este aprendizaje no es sino emprender una jornada que ya concluyó, porque la unidad no puede sino encontrarse aquí y ahora.
Cuando la revelación de tu unidad tenga lugar, lo sabrás.
Ahora pedimos la gracia, aunque su experiencia en este momento sea temporal, siendo el preludio del Cielo. Sentite agradecido de poder regresar, así como te alegró poder sentirla, y aceptá los dones que la gracia te otorgó. Pedimos que se nos conceda la gracia, y la experiencia que procede de ella. Damos la bienvenida a la liberación que ofrece a todos.
Digamos: "Por la gracia vivo, por la gracia soy liberado."
"Por la gracia doy, por la gracia he de liberar."

Lección 170 : "En Dios no hay crueldad, ni en mí tampoco."
Nadie ataca sin la intención de herir. Pensar que atacás en defensa propia, es decir que ser cruel te protege, te mantiene a salvo, te hace cambiar el estado en el que estás por otro mejor. Pero es así como se engendra el miedo y se lo nutre para que crezca cada vez más; esta es la manera de proteger al miedo, no de escapar de él. Hoy aprendamos:
"Vos fabricás aquello de lo que te defendés. Y al defenderte contra ello, hacés que sea real e ineludible. Deponé tus armas, y sólo entonces verás su falsedad."
Siempre perece ser a un enemigo externo a quien atacás, sin embargo, al defenderte, forjás un enemigo interior, que te priva de paz, dividiendo tu mente en 2 bandos; ahora el amor tiene un enemigo. Al lanzar el ataque, contra algo externo a vos, te separás de aquello que atacás, dejás de verlo como uno con vos. Luego, le das entidad al miedo, al creerle, haciéndolo opuesto al amor pero con sus atributos. Este "ídolo"(miedo) que erigiste, no tiene poder... porque no existe. Al verlo de este modo, tenés que llevar a cabo una elección: Restituirle al amor lo que le restaste, o inventar otro ídolo que lo reemplace.
Pero hoy podés dejar de hacer del miedo un ídolo creado por vos mismo, al creerle, y al volver al mundo, lo verás con los ojos del amor, el único que tendrá entidad para vos de ahora en más. Ahora, tus ojos pertenecen a Cristo, y Él mira a través de ellos. La llamada a Dios ha sido oída y contestada. Ahora, el miedo da paso al amor.
Digamos:
"Padre, somos como Tú. En nosotros no hay crueldad, puesto que en Tí no la hay. Tu paz es nuestra, y bendecimos al mundo con lo que hemos recibido exclusivamente de Tí. Elegimos una vez más, y elegimos asimismo por todos nuestros hermanos, sabiendo que son uno con nosotros. Les brindamos Tu Salvación, tal como la hemos recibido ahora. Y damos gracias por ellos que nos completan. En ellos vemos Tu gloria, y en ellos hallamos nuestra paz. Somos santos porque Tu santidad nos ha liberado. Y te damos gracias por ello. Amén."

Ah, cómo uno se olvida y es preciso recordarse todo el tiempo estos conceptos!! Me pasé todo un día el martes pasado pensando en "defenderme" de una persona que aparece en casa sin avisar, y por suerte no me decidí a actuar, porque sentía estarla atacando, aunque fuera en defensa propia. Y hoy, esta última lección vino a mostrarme que al pensar en ello, lo estaba creando y dándole entidad. Silvia está trabajando con la frase: Cree ser, y serás... y es un poco lo que pasa con los demás, no?
Estoy trabajando muuuuy seriamente llegar al remanso de paz en mí, esa fuente inagotable de Dios dentro mío, que me proporciona la paz y el amor que, sino, siempre buscamos fuera... con el consabido riesgo de que no se produzca, y la frustración, y el anhelo no "completado" y el poner el poder "afuera" que decida si nos sentimos bien o mal. Silvia siempre dice que ese deseo de amor y aprobación que traemos, es un recuerdo de antes de nacer, donde vivíamos en el amor incondicional, y de recién nacidos, cuando lo recibimos a raudales: nos hace "adictos" al amor, y perdemos de vista que, dentro nuestro, están la aprobación y el amor que buscamos afuera. Dios vive en nosotros. Y su gracia está a nuestra disposición.
¿Te cuento cómo hago yo? Me siento en silencio, con una sonrisa en la cara, piernas cruzadas, me relajo... y trato de sumergirme dentro de mí. Si viene un pensamiento, lo encierro dentro de una pompa de jabón y lo miro flotar, mientras se va.... y yo sigo flotando hacia arriba.
¡Te lo recomiendo! (Dice Choppra que eso es meditar) (ponete un reloj despertador: sino, podés "descansar" un buen rato en esa inigualable sensación)



Iniciamos el Quinto Repaso cuya introducción es como sigue:
Nos estamos preparando para un nuevo nivel de entendimiento. Ahora, vamos a ir más de prisa, porque nos acercamos a una mayor certeza, propósito más firme y meta más segura. Cuando dudes, decí:
"Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas, tal como un padre a su hijo pequeño por un camino que desconoce, pero aún así, el hijo lo sigue seguro de estar a salvo porque el padre le muestra el camino.
De este modo, es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta Tí. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has dado".

El pensamiento que unifica nuestra práctica, y precede a cada una de ellas es:
"Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo".
Sólo este Ser es amor, perfecta unión con el Padre. Y eso es lo que nos espera al fin del camino. Cada paso que damos, nos acerca a esta meta. Este curso nos fue enviado para allanar el sendero de la Luz y enseñarnos cómo regresar al eterno Ser que creímos haber perdido.
Cristo nos acompaña en este camino. Y al mismo tiempo nos espera al final de él con Dios, junto con nuestros hermanos. Dios nos espera a todos, porque sin nosotros, el cielo está incompleto, y Él es completo y perfecto.
Permití que este repaso sea el regalo que le hacés a Él; lo único que necesita es que oigamos Sus palabras, (recordándolas) y las ofrezcamos al mundo. Tomá a tu hermano de la mano; este camino no se recorre solo. Todo lo que vive es uno con vos, porque la Voluntad del Padre es ser uno con su Hijo.
Practicamos así una antigua Verdad que sabíamos desde antes de que la ilusión pareciese apoderarse del mundo. Y le recordamos al mundo que es libre, al decir:
"Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo".
Con este pensamiento comenzamos cada día de repaso. Y con esto comenzamos y concluimos cada período de práctica. Y con él nos vamos a dormir. Todo pensamiento que repasemos lo envolvemos en éste. Así reconoceremos que estas palabras son verdad.
Las palabras, sin embargo, sirven sólo para recordarle a la mente nuestro propósito. Tratemos de ir más allá de su sonido, a medida que nos acercamos a la Fuente del significado. Ahí es donde hallaremos reposo.
Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, leamos las ideas del día y recordemos la frase o idea que las representan. Recordemos además ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.
Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión.

Lección 171 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Todas las cosas son ecos de la voz que habla por Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Tengo el poder de decidir.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 172 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
En mi indefensión radica mi seguridad.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Me cuento entre los ministros de Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 173 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Camino con Dios en perfecta santidad.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 174 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
En su presencia he de estar ahora.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Hoy aprendo a dar tal como recibo.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 175 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Doy los milagros que he recibido.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.


Lección 176 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Dame tu bendición, Santo Hijo de Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Soy tal como Dios me creó.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 177 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
La muerte no existe. El Hijo de Dios es libre.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
En realidad, esto que te voy a contar no tiene mucho que ver con lo que precede. O sí, en la cuestión de que este es un conocimiento que teníamos pero olvidamos, que lo que estamos haciendo es recordarlo.
¿Viste que hace un tiempo suena mucho lo del "alma gemela"? Estamos trabajando un libro de Joseph Benner, "La vida impersonal" que tiene una idea es-pec-ta-cu-lar, que me reeeeencantó. ¿Te la cuento?
Dice (imaginá que es Dios que te susurra en el oído):

"Pero sabe, de antemano, que tal Ideal no existe en lo externo, es decir en alguna personalidad, sino sólo en tu interno, en tu Divina Contraparte, que es Yo, tu propio Ser Divino e Inmortal. Y es justamente ese constante pugnar de Mi Idea que es Tu Ser Perfecto, para ser el que se exprese a través de tu personalidad, lo que te hace ver las aparentes imperfecciones en el consorte que Yo te he dado.

El tiempo vendrá, sin embargo, en que ceses de buscar por fuera amor, simpatía, estimación y ayuda espiritual, y te tornes completamente a Mí en lo interno; cuando así lo hagas, todas las imperfecciones dichas desaparecerán, y entonces, sólo verás en tu consorte el reflejo proyectado por las más altas cualidades, como son el amor altruista, la generosidad, la confianza y el deseo de ver a tu compañero, como a todos, rebosante de felicidad; cuyas cualidades entonces, también lucirán esplendentemente y de manera continua desde el fondo de tu corazón."


Lección 177 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
La muerte no existe. El Hijo de Dios es libre.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Ahora somos uno con Aquel que es nuestra fuente.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 178 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Que mi mente no niegue el pensamiento de Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Se me han confiado los dones de Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 179 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Sólo hay una vida, y esa es la vida que comparto con Dios.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Tu gracia me es dada. La reclamo ahora.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

Lección 180 : Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
Por la gracia vivo. Por la gracia soy liberado.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.
En Dios no hay crueldad ni en mí tampoco.
Dios es sólo Amor, y por ende, eso es lo que soy yo.

1 comentario:

darYrecibir dijo...

wow!! Me encanta leer las lecciones de Un Curso de Milagros, gracias por extender tu luz angelical aquí!!!