lunes, septiembre 14, 2009

Mensaje especial

Mensaje Especial  (5 de octubre de l975)

 

No te aflijas. No se te pide que hagas nada. Hay momentos en que sólo se te pide que   te hagas a un lado. Son momentos de descanso, no de presión; momentos de paz, no de conflicto.  Ese momento está cerca. Parece temeroso porque no puedes controlarlo. Más piensa por un instante; detente y piensa honestamente lo que has logrado con tu control; lo que te ha traído.

 

Estás atrapado en un punto del cual nunca has podido escapar. El conflicto, la culpa y el miedo han venido acompañándote, y no se van de tu lado. Cada uno de ustedes ha hecho esto de forma diferente, sin embargo todos han llegado al mismo punto; al mismo callejón sin salida. Y ahora a todos les parece que no hay escapatoria. Pues es cierto que no puedes escapar solo. Sus historias pueden parecer diferentes ya que toman diferentes formas. Sin embargo, el contenido común los convierte en hermanos. No te detengas en las diferencias o te perderás. La salvación estriba en el reconocimiento del contenido común, la necesidad común.

 

Estas vidas enredadas son una ilusión. ¿Cómo podría depender la solución del sueño de su forma?  No hay respuesta a una pregunta que aún no se ha preguntado, pues sería imposible reconocerla como pregunta. Pregunta sólo esto: ¿Cumpliré con la función que se me ha asignado? ¿Qué otra cosa se puede preguntar? ¿Por qué debo saber la forma en que me llega la respuesta? Dios contesta "sí" y así es. Nada más te debe importar.

 

Él no te ocultará el futuro para dejarte con miedo No aceptarías Su "sí" en formas que no entiendes. Más las cosas del tiempo se desarrollan como están asignadas, y aún faltan cosas por suceder. No se te pueden mostrar los planes de lo que está basado en lo intangible.  Y lo que aún no ha ocurrido es intangible. Esta fase de aprendizaje tiene una sola lección que aplica a todas las formas que tus problemas parecen adoptar. Para Dios nada es imposible, pero sólo le debes pedir Su respuesta a Él mismo.

 

Quizá creas que se la pides, pero estate seguro que si lo hicieras estarías tranquilo y nada te perturbaría. No trates de adivinar Su Voluntad para contigo. No asumas que tienes la razón porque una respuesta parezca proceder de Él.  Asegúrate de preguntar, y luego aquiétate y deja que Él hable. No hay problema que Él no pueda resolver, pues Él no es quien separa algunas preguntas para que otros las resuelvan. No puedes compartir el mundo con Él,  dándole la mitad y quedándote con la otra mitad. La verdad no transige. Mantener una parte separada es mantenerlo todo separado. O toda tu vida, integra y total, le pertenece a Dios, o nada Le pertenece. Éste parece ser el  pensamiento  más terrible del mundo.

 

Sin embargo, mientras este pensamiento no se acepte con perfecta claridad, no podremos tener esperanza de paz y seguridad para la mente que por tanto tiempo se ha mantenido oscura y retorcida para evitar la luz.  Esta es la luz. Hazte a un lado y no te aferres a las formas que parecen mantenerte atado. Cumplirás con tu función. Y tendrás lo que necesites. Dios no falla. Pero no limites lo que le vas a entregar para resolver. Pues Él no te ofrecerá mil respuestas puesto que sólo hay una.  Acepta la respuesta que Él te da y  desaparecerán todas las demás preguntas.

 

No olvides que si intentas resolver un problema lo has juzgado por tu cuenta, y por lo tanto has traicionado tu verdadero papel. La grandiosidad, la cual proviene de Dios establece que a ti te es imposible juzgar.  Pero la grandeza insiste que juzgues y traigas a ella todos tus problemas. ¿Y cual es el resultado? Observa tu vida cuidadosamente y deja que hable por sí misma.

 

¿Es este frágil aliento y profunda incertidumbre lo que deseas?  ¿O preferirías descansar en confianza, seguro de que no te equivocarás al pedir que se resuelvan todos tus problemas felizmente? No confundas los finos disfraces que puedes usar para encubrir el juicio. Toma la forma de caridad, misericordia y amor; pena (compasión), comprensión, y preocupación. Más sin embargo bien sabes que no es lo que parece porque el problema sigue sin resolverse y te atormenta a través de sueños malvados.

 

¿Qué no le has entregado a Dios que lo escondes detrás de tus juicios? ¿Qué has ocultado detrás del manto de bondad y preocupación?  No uses a nadie para tus necesidades pues eso es "pecado" y lo pagarás con culpabilidad. Recuerda que no necesitas nada y que tienes un depósito inagotable de regalos de amor para dar. Pero enséñate esta lección únicamente a ti mismo. Tu hermano no la aprenderá de tus palabras ni de los juicios que hagas sobre él. No tienes que decirle ni una sola palabra. No puedes preguntar: "¿Que debo decirle?", y escuchar la respuesta de Dios. Di más bien: "Ayúdame a ver a este hermano a través de los ojos de la verdad y no del juicio," y la ayuda de Dios y todos los ángeles acudirá a ti.

 

Pues aquí es donde único descansamos. Abandonamos nuestros pequeños juicios y nuestras insignificantes palabras; nuestros pequeños problemas y nuestras falsas preocupaciones. Hemos intentado dominar nuestros destinos y pensábamos que así encontraríamos la paz. Es  imposible juzgar y ser libre. Pero a tu lado se encuentra Uno que conoce el camino. Hazte a un lado y deja que te guíe al descanso y al silencio de la Palabra de Dios.



 

Luzangelical

No hay comentarios: